Puede haber una salvación?

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Atsumu se acababa de despertar?

Mentira

Soñaba con el dia que se despertara viéndose tan lindo como atsumu se estaba viendo en ese momento

—omi!

—dejame dormir— se cubrió la cara con su almohada y atsumu se le echo encima

Bueno

Estaba levantado a las cinco de la maldita madrugada

Ni el sol se había asomado

Cierto

Cuál era el problema?

—de que problemas estabamos hablando?

—los problemas están en mi cuello

—oh

En su defensa

Nunca penso en que besaría a alguien

O que terminaría de pareja con alguien

Las únicas veces que se permitió fantasear con eso fue el año pasado cuando apenas se dió cuenta de que le gustaban los chicos, en esos momentos tenía dos planes futuros

O terminaría con wakatoshi

O se moriría solo y con 30 peces mascota

Y las últimas últimas veces fue cuando vio a atsumu avergonzado saliendo corriendo de la cafetería para responder una llamada y apagar su tono pop

O cuando lo vio metiéndose veinte malvaviscos en la boca solo para probar su punto

Cierto

Ni siquiera sabía hacer chupones

Cómo lo había hecho?

Si, anoche habían pasado un par de cosas sin llegar a nada más lejos

Pero solo le dejo unos cinco o seis besos a atsumu en el cuello, de los cuales tres se habían convertido en chupones

Iwaizumi y oikawa estaban prácticamente pegados con cinta apenas entraban al cuarto, porque ellos no les pasaba esa situación?

—borralos o algo

—me explicas que le pasó a mi novio inteligente?

Cierto

El era el inteligente de la relación

No, al diablo

Eran las cinco de la madrugada a esa hora se duerme

Es un pecado despertarse a esa hora

Atsumu le dió un beso en la frente

—bañemonos juntos

—si

Okay

Ya estaba despierto

Su inteligencia lo califico para que buscará en Google que hacer

Al final optaron por culpar a los mosquitos

Fueron a desayunar y después a las prácticas

Hubiera sido todo normal

Si alguien no estuviera más guapo que de costumbre

Maldito atsumu

Dios ese pelo, ese uniforme, esas piernas

Eso es lo que diría una persona normal

Y pues el también compartía esos pensamientos

Era imposible no pensarlo

El chico de la cafeteríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora