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── ¡Muerte a la traidora!
── ¡Maten a la falsa!
── ¡Mentirosa!
Los gritos enfurecidos de los pueblerinos se escuchaban por toda la plaza, mientras veían como la que una vez fue su gobernante, se acercaba con lentitud a la guillotina.
Caminaba con elegancia, con la cabeza en alto y en sus ojos no existía el miedo, cosa que enojo más a los espectadores que comenzaron a abuchear e insultar.
Pero a pesar de sus groserías, ella jamás podria odiarlos.
Ella amaba a su pueblo y habia renunciado a su niñes y libertades para protejerlo, y hacer del imperio que le fue heredado un mejor lugar para su gente.
A pesar que en ese momento le daban la espalda.
─¡No! ¡Su majestad!
Solo cuando su cabeza ya estaba en posición para ser cortada escucho el llanto, el lloriqueo y sollozos de un grupo de ciudadanos que le eran leales, destrozados por lo que sus ojos verían.
Y gastando sus últimos segundos en ellos, sonrió.
Sonrió con tranquilidad de un forma tan casual y causando tanta paz en ellos que, no se percataron que la soga que sostenía la hoja de metal había sido soltada.
Destrozando la piel y hueso que pertenecía a su amada soberana, separando su cabeza de su cuerpo.
Quitándole la vida a su emperatriz.
[...]
── ¡Nooo! ── exclamó alejando el libro de ella dejando que las primeras lágrimas salieran. ── ¡Gente de mierda! ¡Como la van a matar después de todo lo que hizo por ustedes!
Rodo en su cama lamentando la muerte del personaje del libro que había comprado esa mañana. Cuando lo comenzó a leer suspiro desepcionada creyendo que iba a hacer el típico donde la protagonista era perfecta, todos la amaban por su bondad y todos simpatizaban por ser huérfana, y así fue.
Pero, cuando iba a dejar de leerla apareció la emperatriz.
Uno de los pocos personaje que le gustaba realmente, y que le había robado el corazón en cada pagina que salio.
Pero ahora que, su medio hermano la inculpó solo para ganar el corazón de la protagonista, no tenia razón para seguir leyendo.
── Estúpida Rubiana ── escupió antes de colocarse en posición para dormir, había pasado muchas emociones en las ultimas horas y estaba cansada.
