💀🌿𝗦𝗲𝗻𝘁𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗣𝗿𝗼𝗵𝗶𝗯𝗶𝗱𝗼𝘀🌿🌻

💕 8 💕 (Parte 2/2)

Al poco tiempo llegó a su destino finalmente, aquella plaza colorida donde pasó un bello momento con Hannah. 0-48 fue aumentado de velocidad, internamente emocionado por verla de nuevo.

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Hannah aún se encontraba pacientemente sentada en el banco, aún con la paleta helada afirmada en sus manos, un poco derretida.
Habían pasado ya 10 minutos. Nadie había llegado todavía, y la pequeña flor se veía algo ansiosa, por alguna razón.

¿El zombi se habrá olvidado de que era hoy? ¿Se habrá perdido? ¿O simplemente se atrasó y ella andaba nerviosa?

No estaba segura, ni podía asegurar nada. Pero aún así, sus nervios internos continuaban, aun más al mirar como una gota proveniente del helado caía al suelo. Hannah se entristeció al ver aquello.

Sin embargo, algo a la lejanía hizo que la flor levantará la vista hacia el horizonte.

—¡H-Hannah! ¡Hannah! —

Un grito sordo llegó a sus oídos, alertándola. Hannah miró hacia sus espaldas, y...

—¿48...? —Hannah susurró asombrada al ver de quién se trataba.

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—¡Hannah! —El zombi abrió los ojos con impresión al verla a lo lejos y embozó una pequeña sonrisa.

0-48 inconscientemente aceleró su paso, no importándole en lo más mínimo su vendaje o cualquier dolor muscular que sintiera al hacer trabajar sus articulaciones con pesadez, él tan solo quería llegar donde Hannah.
Finalmente, al llegar a su lado, se detuvo de golpe, respirando pesado por el cansancio que sentía de tanto correr y muy internamente por el dolor de su pierna.

—Wow... Cuidado... ¿Te encuentras bien? —Preguntó preocupada la flor al ver el estado del zombi mientras se iba acercando a él.

—A-Ah... Sí, sí, tranquila. Solo que... Tengo la pierna un poco mala y esta caminata que me mande fue... Agotadora. —Dijo, tratando de tranquilizar un poco a la pobre flor. Pero su aspecto no ayudaba.

—¡Ay no! ¿Cómo te hiciste eso? —Exclamó Hannah al notar el gran vendaje que tenia en la pierna, imaginándose lo peor. Tomó al zombi de la mano para dirigirlo hacia un lugar donde se pudiera sentar.

—A-Ah... Un pequeño accidente en una de las misiones... Nada grave, heh. —Respondió de vuelta, frotándose levemente la herida protegida por el grueso vendaje. Ambos se sentaron con cuidado en la misma banca que usaron hace días.

—Eso no parece pequeño... ¡Te cubre toda la pierna! ¿Cómo pudiste caminar hasta acá con ese problema? —La pequeña Hannah parecia verdaderamente preocupada.

0-48 se encogió de hombros con nerviosismo, sentía que la flor le estaba llamando la atención. —U-Umm... N-No me duele tanto, tranquila... Ya estoy acostumbrado. —Sonrió, tratando de calmar el ambiente.

Hannah soltó un suspiro pesado. —Bien... Pero a la próxima, no camines tanto si estás en mal estado, porfa... —Le recomendó la flor apenada.

El zombi se entristeció por bajarle los ánimos a la flor. —Está bien. Lo recordaré para la próxima, lo prometo. Y lo siento... —Bajó su mirada.

Sin embargo, Hannah sonrió, quitándose la pena de encima. —Al menos pareces estar bien... ¡Eso me alegra! —Dijo, encogiéndose de hombros.

—Hehe... Seeeeh. Algo es algo. —Sonrió de nuevo el zombi mientras se acomodaba su casco verde.

La flor bajó su mirada algo avergonzada hacia el suelo y se recordó sobre el helado que le compró al contrario. Con un movimiento rápido, la flor le acercó el helado al soldado.