💀🌿𝗦𝗲𝗻𝘁𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗣𝗿𝗼𝗵𝗶𝗯𝗶𝗱𝗼𝘀🌿🌻

💕 8 💕 (Parte 2/2)

—Uh... ¿Nada más? —La flor frunció el ceño sin creérselo.

—No. La mayor parte de los días nos la pasamos trabajando. Casi no tenemos tiempo de divertirnos. —El soldado suspiró con cansancio, a veces ser un zombi era una verdadera tortura.

—¿Qué? ¡Por eso siempre se ven tan amargados, necesitan más diversión! —Hannah finalmente entendió todo, dejó de lado su té, mostrándose molesta de qué a los zombis no le dieran tiempo libre.

—Heh... Eso creo... —El soldado se encogió de hombros.

—Mmm... ¡Entonces estaría bueno invitarte al Tempo Parque, o a más fiestas de té, o a comer helado! Para qué te diviertas. —La flor trató de animar a su amigo, pensando en actividades divertidas para ambos.

—Ah... No es necesario, Hannah. —0-48 se notó avergonzado. No quería que la chica se preocupara.

—¡Claro que lo es! Todos merecen divertirse, hasta los zombis. —Exclamó la flor. Seguía encontrando injusto todo eso.

—Bueno... Cómo quiera. Te lo agradezco... —Suspiró.

El soldado no pudo evitar alegrarse por la positiva actitud de la flor ante todo. Le hacía sentir raro, algo incómodo, pero internamente, muy, pero que muy contento en el fondo de su corazón.
Hannah sonrió igual, ofreciéndole un plato de galletas dulces al zombi. Ambos rieron y continuaron hablando por largos minutos más.

[🌿💀]
•~Luego de un largo momento de charla...~•

La pareja planta y zombi continuaba riendo a carcajadas luego de que el soldado contara una anécdota muy divertida que le ocurrió en su trabajo.

—¡Hahaha! ¿En serio el guisante salió volando por eso? —Preguntó la flor, todavía riendo entretenida.

—¡Hehe, sí! Fue muy conveniente de que James haya hecho su placaje enfrente del guisante. Se fue tan lejos que no pudimos encontrarlo más. —Siguió contando, riendo de igual manera. Fue un momento bastante inesperado para el soldado.

—¡Haha! ¡Vaya cosas! —Hannah sonrió, imaginándose lo rara que se vería aquella escena.

Las risas de ambos continuaron resonando por el florido lugar como una dulce melodía. Aunque sin embargo, un sonido interrumpió a los dos. El soldado bajó la mirada y metió su mano en el bolsillo de su chaqueta, sacando su teléfono.

"Tyler llamando..."

—Oh, no... D-Discúlpame. —Murmuró el soldado, para después sonreírle a la girasol y contestar. —¿H-Hola...?

—¡0-48! ¡Ya pasaron las dos horas y media! Espero que ya estés devolviéndote para acá... —Dijo Tyler con un tono de voz algo burlón y serio.

—A-Ah... Claro, claro... Voy de camino, no te preocupes... Heh. —Rio un poco nervioso, apartando la mirada de Hannah.

—Mmmh, más te vale. No era una broma lo de que te iré a buscar si no regresabas rápido, eh. ¡Esa herida tiene que sanar! —Exclamó por el teléfono, molesto. El soldado se apartó un poco del teléfono por el ruido y contestó de vuelta con calma.

—Ya, ya... Si estoy de vuelta dentro de 10 minutos, lo juro. —0-48 suspiró. Tyler era tan sobre-protector...

—Ya... Los estaré contando, eh. —El científico continuaba con un tono molesto y con el ceño fruncido. La llamada se cortó al instante.