Epilogo

2.8K 269 39
                                    

Epilogo

Dejar atrás de nuevo Londres había sido un alivio, aunque en esa ocasión no se había sentido tan abrumada ni incómoda como hacía dos años atrás. En esa ocasión no había deseado que la temporada y los compromisos sociales a los que debía acudir terminasen pronto. Todo hubiese sido diferente si no se hubiese cruzado con la realidad que le había golpeado.


El encierro impuesto de Terrence.

El hecho que ahora era el hazmerreir de la sociedad que antes hubiese deseado besar sus pies a ser un conde le inquietaba. Pero así era de vacía esa sociedad y era algo que tanto ella como su familia no podían negar. Muy pocos eran realmente de fiar. Y su padre de pequeña le había enseñado a elegir bien a sus amistades, aunque tristemente ella le había fallado en el camino. Miró sus manos una vez más, antes de volver la mirada hacia su ventana. No podía negarse que se encontraba nerviosa. Sí lo estaba, porque jamás en su vida había pensado en que enfrentaría un momento como ese. Y la verdad a veces duele.

¿Podía perdonarle? Sí... Porque no era una mujer ni cruel ni fría, a pesar de sus heridas. No era vengativa. Y era como su madre, estaba dispuesta a perdonar después de comprobar si realmente había arrepentimiento sincero. El perdón se gana de buena manera, y una de las maneras de ganarlo, era mostrándose arrepentido de verdad y con deseos de cambiar. ¿Estaba Terrence dispuesto a cambiar o simplemente se había aislado, volviéndose un ermitaño, por el peso de sus errores? Ella no lo sabía. Y quizás no estaba en sus intenciones descubrirlo. Era decisión únicamente de Terrence. Ella solo estaba dispuesta a perdonarle, porque así también ella se libraría de futuros rencores. Perdonar era lo mejor. Era librarse de cargas innecesarias y seguir adelante con su vida.

No obstante, más de ello, no podía darle.

El amor era algo que solo el tiempo podía decidirlo. Y ya no era tan ingenua como antes. No volvería a cometer los errores cometidos, sin permitirse ver la verdad y la realidad de las cosas. El amor también se gana.

Y ella no estaba preparada para volver amar. Aún no. Necesitaba tiempo... El tiempo que podía borrarle todas las heridas que aún seguían abiertas. Y a pesar de sentirse fuerte, sabía claramente, que no se sentía bien para dar ese paso ni con Terrence, ni con ningún caballero. Estaba recobrando aún las fuerzas perdidas. Aún seguía aprendiendo a conocerse a sí misma y todavía se encontraba en su proceso de sanación. Y no cambiaría nada... No ahora que se había encontrado consigo misma.

-¿Preocupada? -le preguntó Matthew al observarla.

-Solo un poco...

-¿Estás segura de lo que quieres hacer?

-Sí... Es la única manera que estaré en calma. Créeme... Estoy bien. Puedes confiar en mí...

-Solo me preocupo por ti... Y padre me dio la comisión de cuidar de ti, sabiendo que era lo que pretendías hacer al viajar conmigo.

-Padre se preocupa demasiado y no lo culpo... Entiendo su temor. Pero ahora soy diferente... No hay nada que temer. Estoy bien y estaré bien. -sonrió para que su hermano se calmara y le creyera un poco-. Además, te tengo a ti a mi lado. ¿Quién podría pedir más?

-Alondra...

-Estaré bien...-sujetó su mano derecha con su izquierda-. No hay nada de que preocuparse... Y te estoy eternamente agradecida por estar conmigo en esta decisión. ¿Recuerdas el rostro de abuelo cuando madre le permitió acercarse de nuevo a ella y a nosotros? Aun guardó esa imagen en mis recuerdos. Incluso volver a verlo en esta temporada, al querer compartir con nosotros, me hizo comprender el valor de perdonar a quienes nos han lastimado... No somos inmunes de también cometer errores. No somos perfectos. ¡Mírame a mí! Estuve a punto de manchar a la familia... Y entiendo desde ese momento la importancia de ser perdonados. Jamás podré perdonarme a mí misma por lo que estuve a punto de hacer... Casi convierto en la comidilla a nuestra familia.

Ecos del Corazón (7ma novela de Todo lo que soy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora