—Mieeerda, y yo solo hice hot dogs—

—¿Hiciste que?—

La mirada curiosa del noruego derritió a Tom, esto es una locura, una que esta dispuesto a vivir. Se empezó a reír entre lágrimas que comenzaron a bortar de sus cuencas.

—Te amo commie—

Tord sonrió y se puso de pie dándole un beso en los labios, cln dificultad le puso el anillo —te quedaba a la perfección—

El británico lo miró con mucha atención —Vamos a cenar— le tomó la mano y lo llevó hasta el comedor.

—¿Por qué huele tanto a canela?—

—Ah si, me acabe las velas aromáticas del baño de Matt—

—Ja, clasico Matt—

Tom corrió hacia una silla y la hizo hacia atrás invitándolo a sentarse, a lo que el otro acepto y tomó asiento.

La comida tenía una mosca encima.

—Prebalos— Sonrió.

—Err... okay— se metió uno a la boca, en realidad están fríos y desabridos. Alzó el pulgar —Delicioso— dio un gran sorbo de vodka —PFFFFT, PENSÉ QUE ERA AGUA—

Su pareja lo vio aburrido —Puedo ver tus caras de sufrimiento commie, lo odias—

¡Bang! La puerta principal se abrió, a Tord lo había salvado la campana.

—Gracias, que lindo de tu parte, te veo mañana— La voz de Edd sonó, despidiéndose probablemente de Paul y Patryck.

Un Matt entro corriendo hasta su habitación con muchos peluches entre sus brazos.

—Agradezco que no tendre que cargar eso a casa— bufó Tom.

—¡Uh, hiciste de cenar! No tenías que hacerlo— Edd se sentó junto a ellos tomando un hot dog —Blej, sabe horrible—

—Lo sé— el de cuencas empezaba a verse nervioso —¿Cómo les fue?— sonrió forzadamente.

—¿¡HEY, QUIEN USO MIS VELAS AROMATICAS?!— Gritó Matt desde el segundo piso.

—Te perdiste la mejor cita de la vida— seguía masticando —Mañana volveremos a ir—

—¿No dijo que nos odia y no quiere volver a cargar con nuestros traseros el resto de su vida?— el pelirrojo dijo desde atrás. 

—Oh vamos el solo prefiere ser PAULatino ¡Jaja! ¿Entiendes? Paul-atino. Seria mas gracioso si fuera latino— respondió el de verde —Iremos de nuevo al centro comercial y a comer—

—Edd— Tom jugaba con sus pulgares —Yo me quedare aquí—

—Bueno... obvio, no estas invitado—

—No, digo, aquí, en Noruega—

—¿Qué?—

Thomas les mostró el anillo.

—¡PRESTAMELO, PRESTAMELO!— Matt enseguida se lo quitó y se lo puso —Sin ofender pero me queda mejor a mi.

—Dame eso— se lo arrebató el británico.

—¿Se comprometieron?— Edd bajo su hot dog.

—Se podría decir que si— Tord mantenía silencio observándolo discutir.

—Pero... Tom, ¿no volverás a casa?— Ahora su mejor amigo parecía verdaderamente triste.

Matt se emocionó —Eso quiere decir que me puedo quedar tu casa y tu carro y tu guitarra...—

「 FASES - TomTord  」Where stories live. Discover now