「 FASES - TomTord 」

「 2.5 」

Tom quedó confundido —¿De qué hablas?—

—Tu sabes... lo que sucedió entre nosotros, no debí dejarte y-—

—Tord, Tord— lo interrumpió —No me dejaste, continuase tu camino y ahora eres quien eres gracias a todo lo que hiciste en el pasado, estamos bien—

Lo mismo dijo sobre Eduardo, "estamos bien" ¿eso significa que es otro más en el pasado del británico? El noruego suele tener importantes reuniones diplomáticas, pero algo en este chico lo pone más nervioso que cualquier reunión con miles de personas.

—De verdad Thomas, he querido saber ¿Qué fue lo que pasó?—

Tom cerró la computadora acomodandola en la mesita —Nada, no pasó nada... simplemente se esfumó el amor— lo miró de reojo —No quiere decir que no te quiera, te aprecio— sonrió algo nervioso, ¿quizás ese te quiero suena mal? —Algo que aprendí a lo largo del tiempo es lo importante que es la presencia en una relación, el descuido, todo eso... pero pasó mucho tiempo desde eso, somos buenos amigos ahora—

Tord sonrió de lado —Si... somos amigos— bebió de su vaso, si tan solo pudiera decirle lo que ha sentido todo este tiempo, pero no puede, no le sale —Me alegra que estamos bien—

El silencio se adueñó de la habitación, más allá de comodidad hay dos corazones latiendo a velocidad tratando de encontrar palabras para expresarse y realmente cerrar el capítulo como han querido hacerlo hace años, pero nada sale.

—Por cierto, ¿Qué pasa con tu cabello?— Tom señaló sonriente la gran cabellera del noruego.

—¡Ugh!— peino con sus dedos desesperado el cabello —Es una molestia, debería cortarlo—

—No lo hagas, se te ve muuuy bien—

—¿Ah si?— se calmó.

—Si, solo aprende a peinarlo, bobo— Bostezó —Iré a la cama, hasta mañana commie— dejó la botella en la mesita.

—Hasta... mañana— Lo vió irse, esta bien, todo está bien "estamos bien"

Tom caminó hasta su habitación, cerró y se tiró a la cama abrigandose con dos cobijas anchas y gordas, su rostro estaba ardiendo, haber visto a Tord de una forma tan autoritaria y a la vez tan tranquilo le había parecido jodidamente atractivo —Estúpido commie— tapo su rostro dispuesto a dormir.

El noruego seguía sentado en en pequeño sofá mirando por la gran ventana, sus pies se meneaban a los lados y sus dedos jugaban con el vaso, estaba ansioso, quién diría que unas vacaciones lo harían ponerse más tenso que en el mismo trabajo, ¿acaso se volvió trabajacolico?

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Día nuevo y Tom recién abrió los ojos, con el frío de afuera y la calefacción de adentro se había rendido ante sus más profundos sueños sin haber despegado el ojo por la noche como lo suele hacer, intento moverse pero sintió algo pesado en sus pies, se asustó y levanto la cobija —¿Matt?— encontró al chico dormido en sus pies. Se quedó mirándolo sacado de onda pero mejor levantarse y no preguntar. Se metió a bañar adormilado y cuando salió Matt ya no estaba.

—Este es—

Escuchó la voz de Tord, así que bajó con curiosidad —Buenas...—

En la sala estaban Edd, Matt y Tord revisando una vieja revista —¡Que cómodas están tus piernas Tom!— Gritó Matt. —Me dio frío anoche por eso me fui a dormir contigo—

—¿Gracias? No lo vuelvas a hacer—

—No prometo nada— Matt volvió a la revista.

—Buenos días Thomas— Tord le sonrió sentado en el sofá, a lo que Tom le devolvió la sonrisa.

Edd pasó delante suya —¿Quieres pan tostado y mermelada o pan tostado y avellana?— tenía dos platos con los diferentes panes.

—Mermelada— Agarró dicho pan y caminó hasta donde estaban los otros dos —¿Qué hacen?— mordió su pan.

—Tord me enseña como se veía la armada cuando la abrieron— dijo Matt a lo que Tom se asomó a la revista, acercándose al rostro del noruego.

El noruego sintió que su rostro se volvió rojo evitando ver al británico, sentir su respiración cerca lo pone nervioso, empezó a mover sus piernas a toda velocidad, Matt lo notó y sonrió, levantó su mano llamando a su amigo Edd, este volteo y lo vio también. Se sonrieron diabolicamente.

—Uff, esta muy caliente la temperatura del sofá— dijo Tord excusándose al sentir el calor en su rostro.

—No, señor lider ROJO— Edd se burló —Esta apagadado—

—¿Qué pasa Tord, te dió calor?— Ahora Matt se burlaba —¿Te sientes ROJO?— Los dos se reían, no da risa.

Tord no podía pensar en otra cosa que no sea la cercanía que tenía con el británico, Thomas se enderezó y mordió su pan tranquilizando al que seguía sentado —Es una buena foto— ya había visto el artículo en la vieja revista, hay una fotografía de Tord siendo felicitado por alguna persona importante, nada más.

Matt corrió a la cocina dándole señas al de verde para que lo siguiera a lo que se fueron a hablar en voz baja.

—¿Cuánto tiene esa foto?— Tom tomó asiento a lado del noruego, unos centímetros apartados, miró el rostro de Tord al no obtener respuesta topandose con la penetrante mirada del noruego, se miraron en silencio —¿Commie....?—

—¡Ah, ¿qué?!... ¿Qué preguntaste?— trago en seco mirando la revista y ojeandola, ahora estaba nervioso, se siente como un niño pequeño, necesita la pelotita.

—¿Cómo se ve tu ojo sin el parche?— cambió de pregunta.

—Completamente blanco—

—¿Puedo ver?—

—Claro— estaba a punto de quitarse el parche cuando sintió la mano del británico hacerlo por él, el tacto fue tan suave que cerró los ojos por un momento, cuando los abrió estaba completamente descubierto y Tom lo miraba de frente.

—Pensé que era una cuenca, como las mías— Tom se encontró con un ojo completamente blanco, sin pupila.

—No se ve tan cool, quizás lo saque para tener una cuenca como la tuya—

—Hazlo, es otro mundo—

Escucharon risitas desde la cocina, se giraron y encontraron a Matt y Edd cuchicheando en la cocina. —Ustedes sigan en lo suyo, nosotros... estamos aquí, emmm— A Edd no se le ocurrían excusas.

—¡Contando las ventanas!— Matt interrumpió.

—Eso, contando las ventanas, ¿fue lo mejor que se te ocurrió, enserio?—

Matt se encogió de hombros.

Tom y Tord suspiraron apartándose, el británico le dio su parche y el noruego se lo puso de nuevo, sentían que les acababan de arruinar algo importante, les dio algo como un dejabú, habían vivido esto antes, se miraron para saber si el otro se sentía igual, cuando sus ojos chocaron se entendieron y rieron asintiendo, a lo que los otros dos se confundieron.