「 FASES - TomTord 」

「 2.4 」

Eso último le revolvió la panza al de azul, se quitó con cuidado la bufanda y suéter, lo acomodo en el sofá y camino junto a ellos mientras su corazón latía a toda velocidad, trataba de aparentar tranquilidad —Y si llegó ¿Dónde esta?—

De pronto Paul se asomó desde atrás de una pared que separaba la cocina del comedor —Si, ya llegaron— se volvió a su lugar.

Edd y los chicos caminaron hasta esa dirección encontrando cuatro platos en gran mesa rectangular, una botella de vino blanco, cuatro copas y los soldados a los costados de la silla que está a la cabecera de la mesa, en esa silla se encuentra su gran amigo, Tord, quien sonreía nervioso.

—¡Wow, ¿Qué le pasó a tu brazo?!— Matt fue el primero en correr a sentarse —¡Desapareció!— Hablaba de él brazo izquierdo del noruego, se hacía notar porque llevaba una playera de cuello de tortuga negra bastante ajustada, y en la zona de ese brazo estaba la manga amarrada —¿Tu ojo también?— Ahora apuntaba su ojo derecho, que era cubierto por un parche.

Edd camino a toda velocidad a mirarlo de cerca —Amigo, ¿estas bien?— Parece sorprendido.

Pero el más asustado y preocupado —Tord...—

El noruego salió del transe de preguntas cuando escucho la voz de su ex —Eh... no es nada— miró hacia el de cuencas —No te puedes llevar bien con todo el mundo, son cosas que pasan—

Tom empezó a acercarse a la mesa para tomar asiento.

—Entonces perdiste tu ojo y brazo por ¿peleas?— Matt seguía interesado.

—Si, peleas, en la armada nada es fácil, tienes que sobrevivir y yo logre eso— Dijo orgulloso.

—No se si estoy satisfecho con esa respuesta, ¿Quién fue y cómo?— Edd tomó asiento.

—No entremos en detalles, hubo incidentes con cierta armada enemiga y de una cosa a la otra perdí un brazo— sonrió recordando —Perdieron más de lo que yo perdí si les hace sentir mejor— sornió, porque definitivamente a él si le satisface esa respuesta.

Tom miraba con miedo esa extremidad, ¿que tanto dolor pasó mientras lograba convertirse en lo que es ahora? —¿Y tu ojo?—

—Un pequeño vidrio me hizo perder la vista, el parche es porque me cala la luz—

Los tres chicos miraban con cuidado cada mínimo cambio en el rostro del noruego.

—Commie, estas... ¿bien?— Podrían parecer chismosos, pero de verdad les angustiaba.

—De maravilla— Tord sintió algo en el pecho al escuchar ese viejo apodo —Todo ha ido para mejor hace años, esto son lo marcas de guerra, orgullosas marcas de guerra— trago en seco —Pero cuéntenme, ¿que tal ustedes? veo que han subido unos kilos— miró a Edd.

—¡Ves, yo te dije lo mismo pero a mi no me haces caso!— Matt estaba cruzado de brazos.

—¿Se nota mucho?— Edd palpó su barriga —¿Pero que dices de Matt?, se está poniendo calvo cada vez más— apuntó al mencionado con odio.

—¡Calvo tú!—

—¡No, tú!—

Tord sonrió, miró a Tom de reojo quien veía a los chicos discutir.

.
.
.

—Y me abandonaron como un perro viejo— de un tema a otro Edd había saltado a el echo de que ya vivían separados.

—¿En serio?— Tord probaba bocado —¿Desde cuándo, por qué?—

—¿Se lo cuentas tu o se lo cuento yo?— El de verde miraba sonriente a Tom.