「 FASES - TomTord 」

「 2.3 」

—Por fin— Paul bajo el vidrio para encender otro cigarro.

—Por favor, hace frío, cierra ahí—

—¿Frío?, ¿Qué es el clima de la ciudad a comparación de las nevadas en la armada con solo una sabana delgada? Por favor Patryck, no seas una niñita—

—YO NO soy una niñita, pero tenemos HOMBRES a los que cuidar atrás, si no quieres que el lider-—

Paul lo miró con el ceño fruncido.

—Quiero decir, Tord— Patryck retomó la palabra —Si no quieres que Tord te regañe cuando uno de los tres lleguen enfermos mejor baja eso—

Paul rodó los ojos y cerró la ventana —Ni siquiera nos dejó órdenes, te estás tomando atribuciones que no debes—

—Por favor, gracias a estos chicos conseguimos que Tord por fin se diera unas vacaciones con solo mencionarlos, lo menos que podemos hacer es cuidarlos—

—Vaya mierda— se rascaba una de sus tantas cicatrices en el rostro —¿Qué haremos con ellos hasta que Tord llegue? No pienso hacer de niñera toda la noche—

—Dijo que llegaría más tarde, que les mostremos la casa mientras tanto, de todas formas tardaremos en llegar—

—Esas cosas que hacen los niños pequeños cuando llegan a lugares nuevos— Ahora estaba burlándose de los tres detrás suya, le parecen infantiles, tontos y ridículos.

—¿Niños?, Paul, ¿tengo que recordarte que tenemos tres maquinas de matar detrás de nosotros?— Puede recordar cantidad de estupideces que han hecho a lo largo de sus vidas.

—No lo hagas—

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—Bajen— Paul abrió la puerta del auto moviendo un poco a Edd quien estaba en la orilla.

Habían arribado hace apenas unos minutos, se tomaron la molestia de abrir la puerta de la casa y meter las maletas primero para después volver por los chicos.

Edd, Tom y Matt entreabrieron los ojos saliendo con cuidado y somnolientos , es una casa enorme color blanco, tiene grandes ventanales cubiertos de grandes cortinas, hay pinos por todos lados, sorprendentemente altos, deben de tener cientos de años, la nieve predomina al rededor y eso solo hace la vista más mágica.

Entraron y seguían mirando a todos lados esperando encontrar a su amigo pero a cambio se encontraron con unos grandes sofás, una gran alfombra, una gran chimenea y una gran televisión.

—Meh, he visto lugares mejores— Matt se dedicó a tirarse al sillón frente a la chimenea, por fin un lugar caliente.

—Así que, ¿esta es su casa?— Tom miró a los soldados, se preguntaba hasta que punto había llegado el noruego para conseguir un lugar tan genial en las montañas. Desde que llegó su corazón no ha dejado de latir a toda velocidad, si hablamos en palabras exactas esperaba que quien fuera a recogerlos al aeropuerto fuera Tord, y ahora estaba ansioso por conocer todo lo que había pasado en estos cinco años.

Patryck negó —Solo es rentada— No es tan cara como parece, y si le sumas contactos y buenas ofertas es aun más barata —Tord pide que lo disculpen, llegará más tarde, tenía unos asuntos por terminar, estaremos por acá— Los soldados se dieron la vuelta y caminaron hasta otro lugar.

—No puedo creer que el Tord que conocía pueda pagar este sitio— Edd se daba vueltas entre la sala, alcanzaba a ver la gran cocina a lo lejos, no tiene hambre pero si curiosidad por ver que hay.

—La palabra sorprendido queda corto, todo se siente extraño— Tom lo seguía a la cocina.

—Todo lo que te perdiste por no haber venido hasta acá con él hace cinco años— ahora se arrepentía de no haberlo obligado —¡Lo que nos perdimos!—