Les pegue a las personas que tenía atrás, seguido de un golpe en la tráquea de uno, le di una patada en las bolas a otro y se arrodillo preso del dolor, pelee un poco más con el tercero y Jeff ya estaba de pie, me acerque a él, pero fui retenida por más hombres, intente soltarme, pero no cedieron ni un poco

- Suéltenme imbéciles – les pegue a algunos con patadas y cabezos, pero no funcionó

- Suéltenla – dijo el chico desconocido, lo hicieron rápidamente y me aleje de ellos, dos imbéciles se pararon enfrente de Jeff, los mire llena de enojo y pase por el lado de ellos.

- Te pateó el culo hermano – dijo alguien a mis espaldas

- Cállate, ¿A dónde vas Samantha? – gritó Jeff

- Te importa una puta mierda a donde me vaya imbécil – le grite y ya estaba llegando a donde estaban los otros idiotas que nos estaban rodeando e intentaron detenerme, pero fui directa y hasta yo me sorprendí de la normalidad con que salió de mi boca – se quitan o les juro que van a quedar igual o peor que el idiota que esta atrás – no se movieron, pero pase y no me detuvieron.

Cuando estoy a unos cuantos metros de distancia de todos los idiotas, corro y camino a paso rápido hasta llegar a la cabaña, subo a mi habitación y busco una tolla, entro al baño, me lavo la cara me seco con la toalla y me quito la ropa y zapatos que tenía, me doy una ducha rápida, salgo a los pocos minutos y entro nuevamente en mi habitación busco ropa interior, me visto con un jean de tiro alto con rotos, camisa blanca, hoody negro y converse negras, me recojo el cabello en una coleta alta desprolija, busco el celular que seguía conectado a la corriente, bajo nuevamente, busco una botella de agua y salgo de la cabaña.

No sé a dónde voy a ir, pero no quiero estar encerrada en la cabaña con ese imbécil.

Decido irme por el lado contrario a donde sé que están todos esos hombres y camino rápidamente hasta perderme en el silencio y oscuridad del bosque, donde soy iluminada solo con la luz de la luna, no sé cuánto tiempo camino hasta que miro mi celular y miro la hora, son las 8:42 pm no sé qué tanto tiempo ha pasado desde que salí de la cabaña y tampoco me importa.

Llego hasta un lago y me siento en el césped, me quedo mirando a la nada, pero mi cabeza está hecha un torbellino de pensamientos, pienso en lo imbécil que fue Jeff al hacer todo ese jodido teatro, si puedo ser parte de mi entrenamiento, pero me hubiera advertido de alguna manera que tenía algo así pensado y hacerlo en el momento más inesperado o yo que se, pero no así.

¿Qué hubiera pasado si realmente hubiera matado a todos esos tipos? ¿Qué si no hubiera reaccionado a nada y hubiera dejado que me golpearan? ¿estaría muerta? No lo sé, nunca había disfrutado tanto algo como hoy, disfrute del dolor de otra persona, disfrute golpearlos y es retorcido, pero teniendo la oportunidad de matarlos no lo hice ¿seré así cuando realmente tenga que matar a alguien? ¿lo dejare vivo? ¿Qué pasara cuando eso realmente pase?

No sé en qué momento dejo de pensar en todo eso y lloro, lloro por todo otra vez, por miedo, por las mentiras y por todo lo que cambio mi vida en el último mes.

Busco mi celular y llamo a la persona que sé que me va a escuchar, marco y suena tres, cuatro veces, a la quita voy a colgar, pero escucho la respuesta al otro lado de la línea.

- ¿Hola? ¿Sam? – no respondo – Sam ¿eres tú? ¿estás ahí? – suena un poco más preocupado y respondo

- Si soy yo, hola – respondo con mi voz temblorosa

Fugitiva [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora