Prólogo.

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Humo de tabaco, polvo y olor a alcohol es todo lo que hay en el aire.
La carnaza un hermoso lugar para marginados, apostadores y gente con poco que perder.

Viajar desde el monte Targón hasta este lugar no fue una tarea fácil para Aphelios.

Una serie de sucesos poco afortunados para el chico, lo habían llevado a buscar dinero.

Pero ahí estaba él, la mirada de todo el mundo puesta en el único hombre que además de no tener el más mínimo músculo tampoco articulaba palabra alguna.

—Oye tú, emo ¿También quieres una golpiza?—Gritó el hombre contra quien debía pelear.

"Es claramente más fuerte que yo" Pensó Aphelios, pero eso no lo detuvo.
Tomó un jarrón con un horrible líquido y lo bebió. Sintió como el tibio fluido recorría su garganta y por un momento se relajó pero los síntomas no tardaron en aparecer, comenzó a toser y retorcerse. Su garganta hervía, ardía y dolía.
Quería beber agua o cualquier cosa pero nada calmaría la, momentánea pero horrible, agonía que debía soportar su cuerpo.

La mirada expectante del público lo ponía nervioso.

—Ugh, por favor. Es un niño, ni siquiera sabe beber alcohol sin toser— Adjudicó el retador mientras reía toscamente—¿Necesitas estar ebrio para pelear? Eres igual a todos. ¡Entra a la arena!—

Aphelios estaba abrumado por las estímulos del lugar. Luces, gritos y olores, todo le daba vueltas.

"Tranquilo Aphelios, yo te ayudaré" Una voz resonaba en su mente. Tomó todo el coraje y caminó dentro de la arena, posicionándose frente al musculoso hombre.

La campana sonó.

Todo lo que el delgado chico logró hacer fue un parpadeo, cuando reaccionó se encontraba volando por los aires en brazos de su contrincante.

"¡APHELIOS! CUIDADO" Le gritó aquella voz femenina.

Lo único que logró hacer fue cubrirse la cabeza al aterrizar.

Las gradas estaban enloqueciendo, gritaban, "Jefe". Mientras se levantaban de sus asientos. El pelirojo reía mientras recibía alabanzas.
Del otro lado, Aphelios poco a poco lograba levantarse.

—Te daré una oportunidad que no doy hace un largo tiempo, debido a tu valentía. Puedes rendirte. El jefe lo permite—Exclamó el más alto. Mientras golpeaba su cara, izquierda, derecha y de nuevo.

"CALIBRUM" resonó en la cabeza del chico pelinegro.

En un destello apareció un rifle en las manos de Aphelios. El jefe se quedó atónito "¿Magia? ¿Para ganarme a mí?", pensó el hombre.

Aphelios retrocedió aún sentado en el suelo, impulsandose con una mano y sosteniendo el arma con la otra.

Veo que no usas demasiado tu cerebro... ¿Cómo dijiste que te llamabas?— Dijo burlón el pelirojo, luego de un silencio volvió a hablar. —Te di una oportunidad y la desperdiciaste, niño—.

El jefe tomó carrera mientras iba apretando sus puños.

Del otro lado se encontraba Aphelios quien ya había logrado incorporarse.
Este comenzó a disparar mientras daba pasos hacia atrás.
Debía cambiar de arma de inmediato si no quería morir aplastado por ese hombre.

"GRAVITUM" Dijo aquella mujer. Inmediatamente el rifle cambió a algo muy parecido a un cañón. Aphelios disparó varias veces hacia los pies, de alguna manera debía lograr detenerlo.

El público no tardó en abuchear al azabache, querían ver una pelea a puños limpios, donde claramente ganaría su favorito.

"CRESCENDUM" Adjudicó la mujer.

Para los ojos de Aphelios aquel hombre cada vez corría mas rápido, así que casi frente a él comenzó a dispararle.

El cuerpo del musculoso hombre se veía desmejorado, aunque jamás pensó en esquivar ni una sola bala.

Tomó al chico por la ropa y lo levantó para tirarlo, sus miradas se encontraron por un momento, el pálido chico vió unas orejas moviéndose, pero la mirada feroz del mas alto capturó su atención porque parecia divertirse, aunque a Aphelios no le divertía que le estuvieran dando la paliza de su vida.

Le dolía el orgullo.

Cada vez el lugar se llenaba de más y más personas.

Aquel hombre, lanzó al pálido chico, y a su vez comenzó a correr para golpearlo pero de un momento a otro se sintió muy pesado, como si no pudiera moverse.

"Ten fé, hermano" La dulce voz de aquella chica resonaba en su mente como una canción de cuna.
No había nada ni nadie que lograra tranquilizarlo como ella.

De un brinco se puso de pie y colocó un arma en el piso, el cual comenzó a disparar al hombre apresado.

Y antes de que el susodicho siquiera pudiera levantar sus pesados pies, logró divisar entre todo el polvo, a aquel pálido chico elevándose como si estuviera bailando la más fina pieza de ballet.

—¡JA! ¿Pasos de baile para ganarme? De verdad arrasé con la división—Se jactaba el jefe, pero... ¿Por qué ya no veía nada?

La camapana volvió a sonar.

Aphelios yacía en el suelo, ya no podía sostenerse de pie.
Había ganado pero ¿A qué costo?
No sentía el cuerpo.

La gente gritaba, el de cabellos azabache no sabía qué decían pero si sabía que todo se volvía un caos.

Debía tomar el dinero e irse. Sí, debía irse antes de que aquel hombre despertara y lo partiera en dos por ganarle en su propio show.

Luego de que le dieron Aphelios comenzó a deambular por la ciudad.

Los Jonianos parecían siempre estar a punto de luchar. Incluso si vestían atuendos casuales, miraban de reojo a todo aquel que no pareciera de la región.

Nunca se enteró de mucho, de las guerras y los conflictos. Todo aquello que sabía lo sabía gracias a las pocas misiones que hizo.

No es como si toda la información pudiera llegar a un lugar tan remoto como el lugar donde vivía.

Comenzó a dar más pasos apresurados.

Un paso.

Dos pasos.

Tres pasos.

Y se echó a correr.

Sabía, él sabía perfectamente que lo seguían. Pero no podía buscar más problemas en una región diferente a la suya.

Sentía la sangre hervirle, las piernas le dolían por haber luchado, más nunca flaquearon.

Sintió como aquella persona le alcanzaba, su estado no era el mejor.
Además ¿hacia donde corría sin ver el mapa?

¡ESTO VA A DOLER!—Afirmó la voz de un hombre.

Claro que no cualquier voz.
Era el dueño de la arena que el pálido chico había dejado hace no mucho tiempo.

De todas formas no tuvo mucho tiempo para pensarlo ya que sintió todo el peso de aquellos ¿Dos metros de altura, quizás? Caer de lleno sobre su cansado cuerpo.

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Debo admitirlo. Hace años no escribo, hice esta cuenta solo para saciar mis ganas de leer un fic de Sett x Aphelios.
Lamento si hay errores de continuidad o de lore.
No soy muy fan del lore.

Espero que quien sea que lea esto, pueda disfrutar de una historia, no solo homoerótica, sino también dramática.
Ups, pequeño spoiler ;)

-Tian.

As in heaven☁️ (Sett x Aphelios)Место, где живут истории. Откройте их для себя