2. Buscando Una Belleza Fria

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–Voy a casa de Jian Lan, me enteré que ella también irá y probablemente podamos arreglar las cosas hoy – cada palabra de Feng Xin era una apuñalada directa en el corazón de Mu Qing. Ciertamente le había ganado afecto al otro. ¿Cómo era posible que en la cama lo abrazara y le pidiera que no se fuera pero fuera de ella lo pateaba a un lado?


 

–Creí que ella te había dicho que no quería volver a verte – opinó Mu Qing, concentrado en su comida, fingiendo ignorar a Feng Xin cuando sentía el corazón en la garganta y el sabor a rabia en los labios


 

–Es lo que ella cree pero... pero hoy cambiará de opinión. ¡Estoy seguro que hoy volveremos a ser pareja! – dijo Feng Xin animado mientras tomaba sus llaves – Bueno, ¡nos vemos! – y así cerró la puerta tras de sí



Pasaron unos minutos en los que Mu Qing se quedó en blanco y minutos más tarde se dejó caer en el piso de la cocina abrazando sus piernas, llorando amargamente.



"Ojalá jamás me hubiera acostado contigo"


 

Pensó para sus adentros. No quería ni siquiera que el silencio escuchara su dolor.



*******



–Jian Lan, espera, ¡espera! – Feng Xin iba tras la chica porrista, mientras sostenía un ramo de flores en una mano.



–¡Feng Xin, basta! – ella se giró a mirarlo – Ya te dije que no quiero verte más, se acabo – ella siguió caminando.



–No no no, por favor – Feng Xin iba detrás de ella como un perrito –Pasamos por algo muy difícil el año pasado, Xie Lian necesitaba mi ayuda y yo no te cuidé como debería haberlo hecho. Lamento tanto que hayas perdido a nuestro bebé y yo no haya estado ahí, pero... ¡Creo que podemos tener otra oportunidad! – Feng Xin estaba dispuesto a arrodillarse, Jian Lan solo suspiró, tocó su cabeza y le dijo



–¿Qué no te das cuenta? Nosotros no estamos destinados a estar juntos – le dijo con tacto la chica – Supéralo, Feng Xin. Yo ya lo hice. Es momento de avanzar y conocer nuevas personas. La vida es demasiado corta para pasarla con la persona incorrecta – en ese momento, Feng Xin no parecía comprender las palabras de Jian Lan, se estiró para alcanzar su mano, sin embargo, ella esquivó.



–Pero... Lan-Lan – su obsesión era clara, pero Jian Lan sabía que Feng Xin sólo quería estar a su lado por la culpa, no porque verdaderamente la amara. Se puso severa.



–Suficiente. Si te vuelves a acercar a mí, no dudaré en colocar una restricción por acoso con la policía – manifestó Jian Lan, y al parecer, esa amenaza fue suficiente para dejar a Feng Xin en su lugar, con las flores desordenadas mientras ella avanzó a alcanzar al resto de sus amigas.

QUÉDATE LEJOS... O A MI LADOOù les histoires vivent. Découvrez maintenant