1. La Fiesta de Shi QingXuan

Começar do início
                                    



El lugar de la fiesta había sido una discoteca lujosa, con luces salpicando todos los rincones en medio de la oscuridad. Había tanta gente en el lugar, que Mu Qing se había sentido insignificante. Por suerte el antifaz cubría su rostro. Nadie vería la expresión infeliz de sus ojos.



En cuanto entraron, Shi QingXuan se lanzó a los brazos de uno de los chicos más inteligentes y serios de la facultad: He Xuan



Por otro lado, Xie Lian se abrió paso para caer sobre los brazos de su reciente nuevo novio. Un misterioso estudiante sabelotodo de primer año, millonario, atractivo, pero a los ojos de Mu Qing su mayor cualidad era engreído y mala influencia para Xie Lian. Su nombre era Hua Cheng.



De pronto, Mu Qing se quedó sólo en la multitud. Entre las personas se iba a abrir pasó para hablar con Quan YiZhen, quien era compañero suyo de esgrima, pero justo en ese momento otro chico de gabardina negra se acercó a YiZhen.



Abandonado, Mu Qing anduvo por entre las personas hasta llegar a la barra del bar. Se sentó y se dispuso a tomar un par de tragos, de todos los que ofrecían en el lugar.



Pasaron varias horas de baile y desenfreno y a los ojos de Mu Qing las personas se movían como las olas del mar o simplemente ya estaba ebrio. Algunos ya se había retirado y otros más se encontraban al fondo besándose con sus parejas, entre ellos Xie Lian y Hua Cheng.



Mu Qing no pudo evitar girar los ojos en desagrado.



Lo mejor sería que se fuera al departamento. Lo único bueno de la fiesta para él había sido la cena y la bebida gratis de primera calidad.



Se abrió paso por entre la multitud que seguía bailando al ritmo de la música, deslizándose por a través de las personas cuando al frente, vislumbró una silueta alta y familiar. La piel trigueña le hacía pareces bañado en bronce y con labios ligeramente separados ese chico miró en su dirección. Esas cejas, esos ojos oscuros, sus brazos anchos a través de la chaqueta hizo sentir mareado a Mu Qing.



Entre la multitud se miraron finalmente un par de segundos cuando se escuchó el altavoz.



–Amigos... ¡Amigos! hip... Jeje – era la voz ebria de Shi QingXuan quien hablaba desde lo alto donde se encontraba el DJ – Me acabo de enterar que hoy también es cumpleaños de mi mejor amigo. ¡Siiii! – todos gritaron al unísono – Por lo tanto hoy, estaré obsequiando cosas para ustedes, mis queridos amigos. ¡Sigan divirtiéndose! ¡Woah! – Shi QingXuan gritó y todos se volvieron eufóricos.



En ese momento, Mu Qing se disponía a volver a la barra por más bebidas, esquivando e ignorando por completo a Feng Xin. El otro no dijo nada, solo se quedó de pie mirando como se alejaba.

QUÉDATE LEJOS... O A MI LADOOnde histórias criam vida. Descubra agora