Hora de aprender

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Locación: Algún lugar de Siberia


Tal como cual Camus había accedido, los 3 se aventuraron entre la nieve eterna de aquel país. Copos de nieve caían por doquier para ese entonces, cosa con los que Isaak se entretenía en atrapar de camino al sitio de entrenamiento. Hyoga, en cambio, parecía decidido en volverse más fuerte con aquel nuevo entrenamiento.


-Llegamos.-

Indicó Camus. El nuevo panorama no era muy ajeno a lo común que ya conocían los niños, sin embargo estaban cerca del mar helado. En el horizonte, solo podían divisarse icebergs, preciosas auroras boreales y diversas criaturas predominantes en la zona, yendo ya sea en manada o en solitario.

-El entrenamiento de hoy será sencillo.-

El chico de cabellos aguamarina terminó por sentarse en la nieve, a un par de metros de ambos niños.

-Deberán observar y aprender de lo que hay en este lugar. No podrán moverse de mi lado, pero fuera de allí, están libres de hacer lo que quieran.-

Ambos niños vieron con asombro como sus pies se congelaban con una gruesa capa de hielo, haciéndoles imposible desplazarse del sitio. Eventualmente, Hyoga volvía a verse frustrado.

-¡Pero maestro! ¡Este no es un entrenamiento!-

-Lo es, Hyoga.-

Refutó con calma el mayor. En tanto, Isaak se mostraba intrigado por aquella decisión de su maestro, ya ambos niños acostumbrados a otro tipo de entrenamientos que involucraban fuerza y resistencia física.

El tiempo comenzó a transcurrir sin ninguna novedad. El niño de cabellos verdes se mantenía paciente, en contraste con el niño de cabellos dorados, quien evidentemente parecía con cada minuto más frustrado de estar allí, sin hacer "nada".

-¡Así no seré más fuerte!-

-¿Y para qué quieres ser más fuerte, Hyoga? ¿Para seguir buscando a tu madre?-

Consultó Camus, quien claramente había alcanzado a escuchar. Isaak se llevó sus manos hacia su nuca, en posición relajada.

-Ya sabes como es. Esta mañana cuando no estabas, volvió a meterse a las aguas y tuve que ir por él antes que hiciera una tontería.-

Hyoga envió una mirada enfadada a Isaak, quien ni se inmutó por el gesto. Inesperadamente, el pacifico ambiente se empezó a teñir de agonía: una madre oso junto con su cría, luchaban para mantenerse a flote tras la ruptura del bloque de hielo que les sostenía en su paseo.

¡-Se ahogan!-

Exclamó el pequeño Hyoga, claramente preocupado, tanto como su compañero Isaak.

-¡Hay que hacer algo! ¡Vamos, Hyoga!-

-¡Si!-

El maestro sencillamente observó de los niños que luchaban por deshacerse del hielo que los mantenía atrapados a la tragedia que se estaba cocinando en esos momentos. Se mantuvo en su puesto, sin mover un músculo.

-Hyoga... ¿Te estás dando cuenta?-

Aquella mención hizo que el rubio elevara su mirada al adolescente quien le hablaba. Lo mismo hizo Isaak de forma casi automática.

-Todos los seres vivos estamos destinados a morir en algún momento. De eso es algo que no podemos escapar, no importa si eres un civil, un animal, una planta o un guerrero. Todos tendremos un final.-

Se hizo un breve silencio.

-¿No va a ayudarlos, maestro?-

Preguntó Hyoga con ojos más que suplicantes.

-Depende...-

Contestó Camus, observando como la madre oso intentaba salvar al menos a su cachorro de ahogarse en las frías aguas, en vano.

-Depende de la forma en que quiero darle significado a lo que me queda de vida, Hyoga. Podría aventurarme a no hacer nada, a observar que mueran y después ir por sus cadáveres, o también podría lanzarme a ayudar a esos osos ahora mismo, arriesgándome a morir en el intento, pero salvaría dos vidas ajenas a la mía. -

-Lo primero no tiene sentido, maestro.-

-Precisamente, Hyoga.-

El mas pequeño no pareció captar mucho de aquel razonamiento. Un casi imperceptible atisbo de melancolía se asomó por la mirada del mentor.

-Espero algún día lo entiendas.-

Sin decir más, Camus se apresuró a lanzarse al agua, ya que los osos no pudieron mantenerse más a flote. Así pasó el tiempo y los niños seguían con sus pies atrapados en el hielo creado por Camus. No solo Hyoga, sino también Isaak comenzaban a preocuparse de nuevo.

-Aún no vuelve...-

Dijo Isaak preocupado, rompiendo el silencio sepulcral que había entre los dos, tras la espera por su maestro. Hyoga estaba al borde del colapso. Sus lágrimas escapaban solas de sus ojos. Esa sensación de perder a alguien cercano frente a sus ojos ya la conocía. Sin embargo, por más que lo intentaran, no podían safarse.

-¡No es momento de llorar, Hyoga! ¡Hay que pensar en algo!-

Ambos estudiantes decidieron centrarse en ayudarse a liberar, aplicando cada técnica que hasta ahora habían aprendido. Como pudieron, lograron romper el hielo del otro lo suficiente para sacar sus pies y así ambos acercarse a la orilla. El pasar de los segundos parecían minutos enteros. Ambos niños, arrodillados en el borde, esperaban ansiosos ver algún rastro de la vuelta de su maestro. Hyoga no soportó más y se puso de pie, preparándose para lanzarse en su rescate. Sin embargo, Isaak lo sujeta del brazo.

-¡No seas tonto! ¡Camus no querría que arriesgaras tu vida si ya está muerto!-

A pesar que Isaak era el más "controlado" de los dos, Hyoga podía sentir la manita temblar de su compañero. Tanto como él, estaba lidiando a su modo con la idea de que Camus estuviese muerto. El rubio no tuvo más que ceder y abrazar con fuerza a su amigo, liberando ambos su tristeza en compañía del otro.

-¿Y ustedes por qué lloran?-

-Nuestro maestro ha muerto... sniff sniff...-

Respondió Isaak de forma automática a la voz que preguntaba.

-¿Ah, si? ¿Puedo unirme?-

Los niños interrumpieron sus lamentos al caer en cuenta de quien era la voz. Sus ojos se abrieron como platos al divisar a Camus a un metro de ellos, quién asomaba una leve sonrisa divertida, consciente del drama que había causado. No dio tiempo más que de asombrarse cuando ambas criaturas le cayeron encima a seguir llorando. El maestro suspiró... ¿Se le había pasado la mano esta vez? Tal vez no... La vida era cruel, después de todo. Cada una de sus manos acariciaron la cabeza de cada niño, llamando su atención.

-Volvamos a casa...-


Recuerdos en SiberiaWhere stories live. Discover now