sabía que no estaba de humor para nada, y no se sorprendió cuando nadie fue a tocar a su puerta pidiendo desde una opinión hasta un favor. él sabía que cuando se enojaba sus feromonas eran demasiado fuertes, tanto que llegaban a alterar a la gente a su alrededor.

justo ahora, encerrado en su oficina, la gente fuera estaba a salvo, asustada de molestar al CEO de la compañía.

—murata —susurró un alfa de cabello dorado con puntas rojas, haciendo voltear al secretario con temor.

—¡oh, shinjurou-san...! —dijo bajito, dejando el temor de lado un momento y esperando la palabra del mayor.

—venía a entregarle estos papeles a tsugikuni, pero justo en el elevador me advirtieron que no entrara, ¿sabes por qué? —pregunta extrañado, dejando que el secretario hojeara los documentos que el rengoku le había pasado.

murata dio un suspiro, haciéndole señas al alfa para que se acercara un poco.

—en la mañana vino el señor kibutsuji, el que había llamado desde la semana pasada —comienza susurrando, haciendo asentir al mayor para hacerle saber que entendía a quién se refería—. no escuché su conversación, pero parece que duró muy poco y terminó... demasiado mal.

shinjurou soltó un sonido de afirmación, observando con detenimiento la puerta que daba a la oficina del CEO.

—pero, ¿hubieron golpes?, ¿no sabes qué tsugikuni se enojó?

—pues recuerdo haber escuchado algo sobre un tal... uhm... —intentó recordar el nombre, impacientando al alfa que estaba hambriento de chisme—. uh, empezaba con sumi... sumi... —antes de que shinjurou se rindiera, murata recordó—. ¡oh, era un tal sumiyoshi...!

—shinjurou.

¡la puerta se había abierto!

—¡tsugikuni-san...! —exclamó murata, temblando de pies a cabeza. ¡yoriichi pudo haber escuchado su conversación!

—uh... tsugikuni, traigo... —tragó saliva el alfa de cabello dorado, un poco nervioso por el aura tan penetrante y oscura que el cuerpo de yoriichi representaba—. traigo unos documentos importantes...

el silencio no duró mucho, pues yoriichi dejó la puerta abierta, volviendo a su escritorio.

—pasa.

antes de acatar la orden, murata y shinjurou se miraron; uno levantaba los pulgares a modo de apoyo y el otro parecía pedir ayuda.

ahora se encuentra en la oficina con el CEO enojado, furioso, ¡sus feromonas incluso le causan algo de terror!

dios, soy yo de nuevo, pensaba el alfa, cerrando la puerta detrás de sí.

—necesito tu opinión —le dijo cuando llegó a su asiento.

—oh, claro —dijo sin escuchar bien al CEO, preparándose para cualquier desgracia que esperaba.

yoriichi revisó los papeles frente a él una última vez, suspirando satisfecho de terminar con su trabajo.

—¿debería cortarme el cabello hasta aquí o aquí? —preguntó, llevando su mano derecha a su hombro y la izquierda hasta su nuca.

—tsugikuni, piensa un poco en los demás, no dejes que tus sentimientos se involucren en tus decisi...

ambos quedaron confundidos.

—¿disculpa?

—¿di... “disculpa”? no, ¿perdón? —pregunta extrañado shinjurou—. ¿cómo que cortar tu cabello?

⸝⸝' ꒳ '⸝⸝  ¡ papá quiere amor !  ⸝⸝' ꒳ '⸝⸝ ˗ˋˏ♡ ˎˊ˗ yoriichi x sumiyoshi ˋˏ♡ ˎˊ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora