Kill My Mind | L.S

8. VOLUNTAD

Siente que el aire a su alrededor crepita con la carga electrizante, antes de que un cuerpo se presione contra él. Harry mece el trasero hacia atrás, sintiendo la dura presión de unos muslos anchos detrás, sonriendo tontamente para sí mismo porque sabe quién es.

Su corazón se acelera tan rápido como la música cuando su volumen aumenta aún más, lo que hace que la respiración de todos se acelere con entusiasmo. Harry ya no puede oír a Louis diciéndole que debe irse.

Sus caderas giran lentamente hacia el alfa mientras la canción se ralentiza durante un milisegundo y levanta la cabeza para mirar todas las luces de neón que bailan contra el techo.

Se ven increíbles contra la pared, Harry siente que su respiración tartamudea y su miembro se contrae porque todo lo que está respirando es el olor fresco del alfa detrás de él y es magnífico, piensa mientras todo a su alrededor late más rápido.

Todo lo que puede sentir son las caderas del alfa, se siente como si pudiera quedar grabado en la espalda del omega con lo cerca que está.

Harry deja caer su cabeza hacia adelante, su rizo empapado en sudor cae sobre sus ojos. El chico detrás de él descansa sus manos sobre sus muslos, y sus labios descansan en el cuello del omega.

—Harry, sabes que no puedo parar si sigues así.

—¿Tan poca fuerza de voluntad tiene, señor Tomlinson?

Siente el cosquilleo del roce húmedo, antes de sentir el pinchazo de una lengua en el costado de su cuello. Deja que sus ojos se cierren, su cuello desnudo en sumisión cuando un gruñido suena detrás de él.

—Con ese olor es imposible.

Los dientes rozan su piel caliente y se estremece al sentir la erección gruesa en la hendidura de su trasero y sonríe porque se siente estúpido, pero todavía quiere esto y no quiere que se detenga y se alegra de que su cuerpo esté respondiendo como lo está haciendo.

No tiene miedo, ya no.

La música mantiene a Harry en movimiento, moviéndolo para arquear la espalda, entrelazando sus dedos, mantienen sus cuerpos entrelazados y moviéndose al ritmo de la música, con los sonidos a su alrededor.

Una mano se mueve para rodear su garganta, inclinando su cabeza más y luego moviéndose más, pasando por su cabello rizado para tirar, y su aliento se queda atrapado en su garganta porque a pesar de que es agresivo y dominante, le encanta.

—Tu olor, joder, Harry.

La presión se acumula en su sistema, se siente atrapado en sus pantalones, siente que se asfixia bajo los movimientos erráticos y tiene que morderse el labio con fuerza, para no gritar o llorar porque le encanta esto, todo esto, le encantaría hacer esto toda la noche, nunca parar.

No puede respirar, no puede seguir el ritmo y ahora las manos están en sus caderas y parecen apretarlo más fuerte, acercándolo al cuerpo detrás de él y a Harry no le importa que no pueda encontrar aire, lo único que quiere es acercarse al alfa.

Aprieta los dedos de Louis entre los suyos, lo suficientemente fuerte como para saber que lastimará al de detrás de él, pero ese pensamiento se le escapa mientras ve la luz danzar sobre su piel.

Su piel se ve tan suave, como si estuviera parpadeando y se ven conectados y encajan perfectamente juntos, piensa. Se da la vuelta, su garganta es succionada levemente, y su cerebro se acelera para ponerse al día con el movimiento repentino, solo para ver más cuerpos bailando.

—Deja de moverte así, omega.

Los afilados colmillos le acarician el pulso en la garganta y Harry gime en voz alta, arqueando la espalda. Busca más para presionar contra él, sentir algo áspero y afilado, y morder su piel como los dientes del alfa.