— ¡Tonto!

— Eres un llorón.

Takemichi cerró sus ojos con fuerza y de un momento dado dejó de sentir piedras sobre su cuerpo. Haciendo que abriera los ojos al escuchar una conmoción detrás suyo.

— ¡Abusadores!

— Te mataré si vuelvas hacer eso ¿ok?

— ¡Baji! Suéltalo.

— No lo haré, Mikey.

— Kenchin.

— Tsk.

Takemichi vio a un grupo de chicos mayores que él, golpeando a los chicos que le acababan de lanzar piedras. Asombrado por la conmoción, no se dio cuenta cuando un chico de cabellos negros se acercó a él para tomar en brazos a los gatos ni cuando otro de cabellos lilas levantaba su compra del suelo.

— ¡Oi! ¿No te piensas levantar del suelo o qué?

— Baji, lo vas asustar. -regañó el de cabellos lilas al de cabellos negro y mirada feroz.-

— ¿Estás bien? -preguntó el de cabellos rubios y ojos negros como la noche, pero de mirada cálida.- Por ayudarte nos quedaremos con tus flanes.

— ¿eh? -Takemichi se le quedó viendo perplejo por unos segundos antes de parpadear y levantarse del suelo.- P-Puedo compartirlos con ustedes. -se sonrojó un poco.-

El que precia de mayor edad y de cabellos rubios, tiró de la chaqueta del tal Mikey para alejarlo de él.

— ¿Acaso somos los malos?

— Kenchin -hizo un pequeño puchero que hizo a Takemichi reír sin percatarse de las miradas que recibía.- ¿Cómo te llamas?

— Takemichi, Hanagaki Takemichi. Tengo siete años y me gustan los rompecabezas, pero no ver a otros ser lastimados. -dijo antes de sonreír y tomar sus compras.- Gracias por salvarme.

Miró dentro de su bolso y vio cómo los flanes se habían dañado por el previo altercado.

— Si esperan aquí puedo ir a comprar más. Estos están dañados. -dijo con pena.-

— No te preocupes, esperamos. -contestó Mikey mientras se recargaba de Kenchin.-

— Kazutora deja los gatos y ve con el.

Takemichi vio cómo el mencionado dejaba a Los Gatos con cuidado sobre el suelo y caminaba hacia donde él.

— Vámonos.

Luego de la incómoda caminata hacia la tienda para comprar más flanes y una lata de comida para gatos, volvieron hacia donde los demás les esperaban.

Fue cuando Takemichi les vio comer los flanes entre conversaciones que no entendía, sonrisas y carcajadas que lo hacían sonreír para sus adentros que entendió y recordó lo que veía en la televisión.

Sintiéndose un poco valiente aunque sus rodillas temblaran, se colocó frente a ellos y estos le miraron entre expectantes y confundidos. Sintió el calentón en sus orejas y mejillas al sentir la mirada de ellos sobre sí mismo.

— No tengas miedo, pequeño. -habló el de cabellos lilas.-

— ¿Qué sucede? ¡Habla! -dijo exasperado Baji.-

— Y-Yo... uhm... -sus ojos comenzaron arder y con mirada llena de determinación, les miró.- ¡Seré su esposa! -gritó, pero solo recibió silencio y con pecho pesado, agarró sus bolsos y se marchó a su casa.-

Mientras tanto...

— ¿Qué?

Nota: ¡Buenas!
Espero que estén bien. Vengo con una idea media alocada y así poder usar esto cómo otro camino para volver a escribir.

Si tienen ideas o sugerencias, buenos o malos. Todos son bienvenidos.

No leo el manga de TR, así que solo me dejo guiar por el anime.

Muchas gracias por el apoyo con las demás historias que ya he escrito. 💪🏻

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