—Pensé que se podía llegar a enojar conmigo— Ocultó su cabeza dentro del peluche otra vez, con un leche de frutillas en las mejillas —Como no atenderme más o algo así—

—No, por nada en el mundo me permitiría hacer algo. Llevo una vida atendiéndote— Le dio una risa en respuesta —Por cierto, tu madre cuando se acabó la hora para verte, se quedó en una sala de espera insistiendo que se quedaría todo la noche hasta mañana, pero me encargué de llevarla a casa segura—

—No me sorprende viniendo eso de ella, ¿Por qué de pronto se acordó de mi madre?—

—Bueno, estábamos hablando de ella hace un rato atrás, además que dije sobre estar atendiéndote toda una vida— Soltó una risa algo nerviosa 

—¿Es en realidad desde que yo nací?— Le asintieron en respuesta —¿Tan así?—

—Sí, de hecho, ¿No te han contado?— Insinuó, la nula respuesta le dijo que no —Cuando naciste y todavía no sabíamos bien de la enfermedad, aunque no tenía nada que ver, hubo un momento en que no dejabas de llorar y fui yo la única que te logró calmar—

—¿Yo siendo inquieta?— Se hizo la tonta —No era yo— Hizo reír a la otra

—Créeme. Yo estaba en mi practica, todavía si quiera era un poco de profesional y fíjate que solo pasaba, todos no sabían cómo tranquilizar al bebé, así que como curiosa me quise acercar— Levantó sus hombros, Jungeun estaba cautivada escuchando la historia aunque era muy vergonzoso estar escuchando esa historia a ese punto de su vida —Lo logré, fui a la única que no le rechazaste el chupete. Y me hicieron llamar varias veces después. Por un momento pregunté por tu padre, desde ahí supe que nunca ha estado como buen padre y solo estaba cuando le conviene. Me dijeron que no estaba, Taeyeon estaba enferma y por eso, yo era la única ahí al lado, parecía broma, pero ahí estaba yo— 

—¿Mi madre estaba enferma?— Preguntó tal vez desviando su atención de la vergüenza  

—Sí...— Asintió algo melancólica —Ella después de tenerte estuvo enferma un buen rato. Mi teoría, algo rebuscada, es que eso mismo que le afectó, lo tenía desde antes y eso fue lo que afectó a que te enfermaras, recién todo se supo después que naciste— 

—¿Qué tenía?—

—No lo sé, deberías preguntarle a ella, en ese momento yo solo sabía eso— Su mirada estaba en la pared

—No, mejor, no le preguntaré—

—¿Por qué?— Bajó la mirada para ver su triste rostro

—Es como encontrar el culpable de que mi vida sea así, prefiero no saberlo— Volvió a abrazar al oso con fuerza —¿Pero ella ya está curada?—

—Sí, totalmente. Antes de que cumpliera dos años ya estaba totalmente recuperada— Contestó sincera

—Entonces no quiero saber más—

—Entiendo— Tomó un suave respiro —Debo irme, y tú deberías dormir...— Apuntó hacia la cama, estaba estaba lista para acostarse

—Gracias, ahora voy a dormir bien— Ambas sabían ahí que se refería al peluche, incluso lo acomodó mejor en sus brazos

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La noche había caído de forma lenta para ella, los grillos cantaban y lo otro que se escuchaba eran murmullos. Una de sus piernas se movía de forma impaciente mientras estaba sentada en un peldaño, golpeando la caja. Su mirada se encontraba frente, aunque no le tomaba atención a eso 

—Jinsoul— Una voz la sacó de sus pensamientos, se volteó y tuvo que subir mucho la mirada

—¿Qué hace aquí, doctora Ha?— Preguntó confundida 

─✧ miracles maker /lipsoul/حيث تعيش القصص. اكتشف الآن