HOLY REVIVAL ✵ STEVE ROGERS

𝟭𝟵. ❛ MY FUNNY VALENTINE. ❜

Y la cinta de Steve simplemente la había puesto a considerar que algunas canciones dentro eran para ella. Todas lo eran, en realidad; sin embargo, se preguntaba si realmente se sentía de ese modo. Lo dudaba, mucho, era tonto cuando lo consideraba.

Con la canasta llena de ropa ya limpia, comenzó a regresar a su apartamento para intentar dormir al menos un poco de tiempo antes de, seguramente, volver a trabajar los siguientes días. No tenía idea de que hubiera tantas cosas que ella y Steve Rogers tuvieran que resolver. ¿El mundo siempre había estado de cabeza, o lo estaba sólo porque personas como ellos existían?

Al llegar a su piso, no pudo evitar frenarse al mirar una caja de regalo frente a la puerta de su apartamento. El instinto paranoico de una agente rápidamente se activó. Esa caja podría ser cualquier cosa. Se aproximó a dejar su cesto en el piso, para aproximarse con lentitud hacia el paquete. Miró con atención, sin hacer alboroto, no descartaba que podría ser una bomba. Estaba por tomarla para llevarla a otro lugar cuando logró mirar una tarjeta.

Esto es para ti, te veremos en esta dirección mañana.
– Charlie, Tony y Andy.

La castaña sonrió. Era catorce de febrero para el siguiente día. No tenía ningún plan, así que, después de cargar nuevamente su ropa, también logró tomar el paquete para ingresarlo a su hogar, sin ninguna dificultad. Lo puso sobre la mesa de su sala, para abrirlo con cuidado, pues era una caja bastante linda. Incluso era azul.

Casi suelta un grito de emoción al mirar otra caja, con el nombre de una marca que, claramente, se encargaba de hacer los zapatos más lindos de todo el mundo. Eran unos preciosos zapatos, negros, con algunos detalles adorables que simplemente la enloquecieron. No era todo, debajo, estaba algo más que atrajo su atención. Si bien, June siempre usaba jeans o shorts (dependiendo el clima), la idea de vestirse como una princesa sacada de una película animada siempre la entusiasmaba. El vestido azul, completamente brillante que extrajo del empaque, la hizo caer enamorada. Sin dudas, le gustaba la idea de ir a cenar con su familia la siguiente noche, pero usar las cosas que habían regalado, todavía un poco más.

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June no sabía cómo maquillarse, en realidad. Pero ella ahora creía que eran muy pocas las cosas que internet no podía resolver, así que, después de pasar varias horas mirando algunos videos de niñas de diecisiete años maquillándose y diciendo algunos consejos, se dedicó gran parte de la tarde a aprender a hacer algo decente para mirarse un poco más noche esa noche. No había visto a Steve en todo el día, incluso consideró que tendría planes con la vecina de en frente, con quien a veces coqueteaba. Era su mente quien decía todas aquellas cosas, de cualquier forma, ella tenía planes con, técnicamente, sus hermanos y sobrina. Era lo que le importaba.

Al ser la hora acordada, June ya vestía el bonito vestido y los zapatos que no se quería quitar jamás. Tenía solamente un par más que Charlotte le había regalado en su último cumpleaños. Iba a tomar un taxi para ir camino al restaurante, pero se llevó la enorme sorpresa al encontrarse un auto fuera de su edificio, diciéndole que esa noche sería su chófer y la llevaría a la cena con la familia. Le pareció un detalle extraño, pero algo lo suficientemente ostentoso para ser cosa de Stark.

Miró por la ventana todo el camino, a varias parejas, personas vendiendo bastantes flores y regalos que seguramente varias personas comprarían de último momento. Ella logró comprender el alboroto de ese día, pues creía que no había algo de malo para tener un día especial para celebrar cierta clase de amor o cursilería. Era mejor hacerlo un día al año que serlo todo el tiempo. Al menos, ella no creía ser una persona demasiado romántica. Tal vez todas las personas que no se habían enamorado pensaban eso, y June estaba cerca de descubrir algo curioso sobre sí misma.