Ni siquiera le di el gusto a Thomas de reaccionar, simplemente me fui de la habitación sintiéndome destruida y sin saber que tenía que hacer a continuación.



—¿Estás bien?

Levanté la mirada para encontrarme con Nick caminando hacia mí con una expresión de real preocupación. Le regalé una sonrisa triste y negué con la cabeza para demostrarle que no, no estaba bien. El evento había terminado y yo me había sentado frente al lago artificial que rodeaba el hotel. Era realmente asqueroso estar ahí con el tiempo húmedo y ya había sido picada por múltiples mosquitos. Nick se sentó también, moviendo las manos para quitarse de encima algunos bichos y me observó con una pequeña sonrisa.

—¿Estás segura de lo que estás haciendo, Allison? No voy a juzgarte, no nos conocemos lo suficiente como para que yo te diga que es lo correcto para ti... pero, ¿realmente vale la pena Thomas para sufrir así?

Suspiré y me llevé las manos al rostro, refregándolo suavemente sin importarme que todo el maquillaje me manchara el rostro. No sabía si realmente Thomas valía la pena, no sabía si me estaba aferrando a la idea del único romance que había tenido en mi vida. Estaba confundida y no sabía qué hacer. Sin contar que la presencia de Thomas me cohibía un poco y a veces me preguntaba si podía estar con él. Lo cual era una locura, ni siquiera lo conocía como para querer un romance o algo así. Estaba mareada, confundida y no sabía realmente qué era lo que deseaba hacer.

—Thomas vale la pena —le confirmé y él asintió un par de veces, volviendo la vista al lago iluminado por una enorme luna llena arriba de nosotros—. Me molesta que a nadie le importó lo que yo sentí cuando vi que mi ex novio estaba con mi hermana. No dejé a Thomas porque no lo amaba... lo dejé porque él quería cosas que yo no sabía si estaba preparada. Mi familia me trató como si fuera una pecadora y por muchos años me dejaron de invitar a reuniones por lo enfadados que estaban conmigo. Thomas era como de la familia, era todo lo que mi madre deseaba para mí y yo lo había dejado ir. A nadie le importó si yo estaba triste... si yo sufría. ¿Por qué me juzgaron tanto? Yo no estaba preparada para casarme o tener hijos... al día de hoy todavía no sé si es lo que quiero para mi vida, pero ellos creen saber lo que yo quiero.

—¿Estás segura que tu familia está enojada contigo por eso? —preguntó Nick y yo lo miré sin comprender, algo ofendida—. Cuando algo no te gusta, automáticamente te pones a la defensiva y comienzas a agredir. Te encierras en tu propio mundo en donde crees que tú sola te entiendes y no dejas entrar a nadie más. Creo que tal vez deberías hablar con tus padres, tratar de entender porque te hacen eso... y hablar con tu hermana, Ally, no puede ser que tengan esta rivalidad.

—¿Qué has hablado con ella, uh? ¿Ya te ha convencido de que soy poca cosa? —exigí saber mientras me ponía de pie indignada por las cosas que me estaba diciendo Nick. Ni siquiera me conocía y él ya estaba hablando de mí sin realmente conocerme. ¿Es que nadie podía entenderme? ¿A nadie le importaba lo que pasaba por mi cabeza?

Frustrada, enfadada y llorando, todo eso junto, abandoné el lugar dispuesta a encerrarme en mi cuarto y que Nick fuera al de mi hermana si tanto le gustaba. Un segundo los dejé solos y ya estaba poniéndose de su lado como todas las personas a mi alrededor. No podía creerlo. Nick me siguió, obviamente, y entró en la habitación del hotel al mismo tiempo que yo, esquivando la puerta cuando la cerré con fuerza. No me importó que estuviera ahí y me quité los zapatos y la joyería ignorando por completo su presencia. Para mi sorpresa, él no siguió mi enfado ni hizo lo mismo conmigo. Sino más bien se quitó el saco del traje y lo dejó pulcramente sobre el sillón. Luego los zapatos y se subió las mangas de la camisa, haciendo que yo lo observara por el reflejo del espejo sin poder evitarlo. Era tan sexy que por momentos mi enojo se borraba solo con mirarlo y cuando mis ojos se encontraron con los de él noté que me estaba mirando con deseo. Aquello me sorprendió y dejé lo que estaba haciendo para observarlo curiosa. ¿No iba a responder a mi enojo?

—Deja las tonterías y levántate —me ordenó y por poco casi le respondo 'Si, Daddy', pero no lo hice para salvar mi propia dignidad. Me puse de pie lentamente, dándome la vuelta para observarlo y él me tomó la mano sin decirme mucho. El no saber que estaba buscando, la incertidumbre y aquella tensión sexual que hasta se olía en el aire me estaba volviendo loca—. Recuéstate.

¿Pueden creer que lo hice? A pesar del enojo, de todo lo sucedido me recosté en la cama haciéndole completo caso porque algo en esa situación me decía que iba a salir beneficiada. En ese momento cualquier cosa que me hiciera me daba igual.

—¿Qué... qué haces? —susurré finalmente confundida y un poco mareada por todo. Nick se acercó a mí, posicionándose sobre mí con una gran delicadeza, como si realmente su enorme cuerpo no estuviera ahí y me besó. No lo hizo al instante, sino que acercó su rostro al mío y por un momento su nariz acarició la mía, respiré su aliento y cuando su boca cubrió la mía todo tuvo mucho sentido.

Me dejó aquel mordisco característico de Nick cuando me besaba y no me quejé, sino que disfruté de las sensaciones que vivía. Iba a decirle que me estaba comportando como una niña, que le pedía perdón y que me hiciera lo que quisiera. Yo lo iba a aceptar sin quejarme. Para mi sorpresa, Nick hizo algo totalmente diferente que me dejó tan sorprendida que al día de hoy me acuerdo y me rio. Con un movimiento rápido me dio la vuelta, dejándome boca abajo sobre la cama y cuando levantó mi vestido por sobre mi cintura me di cuenta que iba a hacer.

Me quejé, quise soltarme de su agarre, pero su mano golpeó una de mis nalgas sin previo aviso. En cualquier otro momento de mi vida estaría indignada, quejándome sobre lo que había hecho y demostrando que era una mujer que no se dejaba dominar por ningún macho pecho peludo. Pero en ese momento, luego de aquel beso estimulante y todo lo que Nick significaba, mi cuerpo se llenó de placer con una simple nalgada.

—Creo que eso te hacía falta, Allison —me dijo al oído y me acarició en donde había golpeado. Me dolía la cabeza en ese momento, mi cuerpo estaba encendido y me di cuenta que estaba pasando. Quería más.



Nota de autora:

Vengo a admitir que este es uno de mis capítulos favoritos y el que viene xD. Buen finde mis belles ♥

Quiero robarme al novio [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora