El Arte de las Palabras

13

¿Nervioso?

Recordaba haberse sentido nervioso anteriormente cuando esperaba los resultados de su examen para que le dieran su licencia de chef, pero aquella sensación era muy diferente a la que experimentaba en ese momento, inconscientemente se mordió el labio inferior y desvió la mirada hacia otro lado, por alguna razón no podía mirar a la cara a P Pond.

- Entonces…. – era como si la voz de Pond tuviera un poder sobre él, nuevamente, aunque no quería, sus ojos estaban fijos en los del mayor - ¿Podrías contarme de ti?

- ¿Y tú me hablaras de ti? – pregunto Phuwin creyendo que era injusto que solo el revelara su historia, normalmente le daba igual hablar sobre su vida, pero algo le decia que el otro le estaba preguntando porque realmente le interesaba saber sobre él, así que era justo que él también se interesara por él.

- Si me llamas P Pond de ahora en adelante, responderé a todo lo que me preguntes – dijo Pond oprimiendo levemente los dedos del menor – Pero primero yo, Phuwin, ¿ese es tu nombre?

- Es el nombre que me dieron cuando ingresé a la familia de P Earth, si leíste su biografía, sabes que sus hermanos fueron dados en adopción, Ciize fue a dar con mi familia biológica, y cuando P Earth quiso recuperarla, mis padres no la quisieron dejar ir, yo los convencí de que ella merecía estar con su familia, y yo quise venir a vivir con ellos, soy chef y…. – estuvo a punto de decirle de su enfermedad, pero se arrepintió al final – Y…. y…. – no se le ocurría que decir así que dijo lo primero que se le vino a la mente - ¡Soy virgen!

Pond estaba impactado por tal confesión, por unos segundos se quedó helado mirando como el menor se cubría el rostro con las manos y negaba frenéticamente con la cabeza, una tierna sonrisa se apodero de sus labios en el instante en que con cuidado retiraba las manos de Phuwin de su rostro, el menor tenia las mejillas completamente rojas y evitaba a toda costa mirarle.

- Phuwin – le nombro con voz dulce, y el menor sintió nuevamente que algo se movía en su estómago, sin embargo, en esta ocasión no permitió que el hechizo le hiciera levantar la cabeza, permaneció obstinadamente con la vista en el suelo – Como ya sabes, soy Pond, no he tenido una relación estable en dos años, soy cantante, bailarín, modelo y de vez en cuando compositor, amo a mis dos padres y a mi hermano mayor, desafortunadamente ya no soy virgen – inhalo una gran cantidad de aire y agrego – Y me gustas mucho, de hecho, no quiero asustarte, pero es más que gustar, quiero que estés a mi lado por siempre y para siempre, no quiero que nadie te mire, no quiero que nadie te toque, si es posible me gustaria encerrarte en un lugar en donde solo existamos tu y yo, eres demasiado perfecto y tengo miedo, miedo de que no sea lo suficiente bueno para ti y que desees huir de mí, cuando yo ya no pueda vivir sin ti, desde aquella pequeña conversación en el restaurante algo en mi interior me dijo que tú eres la persona que he estado esperando toda mi vida, y no sé, quizás este loco, pero te necesito…

Phuwin ahora comprendía la expresión quedarse sin palabras, antes la habia escuchado mas no podía creer que realmente uno pudiera quedarse sin que decir, pero ahora estaba en una situación en la que no encontraba las palabras adecuadas para contestar la confesión del otro, de hecho, cualquier cosa que le respondiera jamás podría igualar a un porciento de todo lo que el mayor sentía hacia él, y eso le hacía sentirse mal.

- P Pond, tengo Alexitimia

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Argg, estaba frustrado, quería ir corriendo hacia el gimnasio e ir por mi hermano, me arrepentía tato de haberme dejado convencer por Ciize y Khaotung de que era una buena idea que Phuwin experimentara el amor por sí mismo, claro que era imposible que lo viviera a través de otras personas, pero aún era demasiado joven para tener que preocuparse por estar enamorado, de hecho, era mejor que nunca conociera el amor de pareja.

- ¿Estas preocupado por Phuwin y Pond? – suspire mientras le dirigía una mirada de reproche a Mix, sin embargo, él me sonrió amablemente dándole una palmadita a la banca en donde estaba sentado para que yo hiciera lo mismo, infle mis mejillas y me cruce de brazos – Entiendo que estés preocupado por tu hermanito, pero te juro que no le va a pasar nada malo…

No quería admitir la derrota tan pronto, así que negué con la cabeza y me dispuse a caminar lejos de él, escuche como me llamaba y luego salía corriendo tras de mí, pero yo aminore el paso, estaba molesto por su actitud despreocupada, claro que sabía que no era culpa suya, Mix veía a dos adultos que podían cuidarse por sí mismos, y todo era por mi necesidad de ocultarle el síndrome de Phuwin.

Me resultaba muy difícil hablar de la enfermedad de Phuwin, tenía miedo de que lo juzgaran igual o peor que a mí, le habíamos educado de tal forma que podía exagerar las emociones más comunes, de esa manera solo podían llamarlo excéntrico, algo que no era raro en la sociedad actual, e incluso a veces me gustaba fingir que mis hermanos eran normales, que no tenían ningún defecto por el cual debían luchar para salir adelante.

Khaotung tiene razón, lo sobreprotejo mucho y Phuwin me deja hacerlo porque no sabe el daño que le hago.

- ¡P Earth! – Mix me agarro del brazo y me forzó a mirarlo, sus ojos estaban rojos, era probable que pronto se pusiera a llorar – Lo siento – me dijo con voz quebrada – Estaba tan feliz de estar contigo, que no pensé en lo que tú estabas sintiendo – se mordió el labio inferior y me soltó – Yo entiendo lo mucho que cuidas a tus hermanos, así que debería saber lo mucho que te afecta que Phuwin este teniendo una cita con alguien al que apenas conoces, y en vez de apoyarte con palabras que hagan que te sientas tranquilo, solo estoy aumentando tu angustia al decirte que no te preocupes…

Soy un idiota

Sacando la Tablet del bolsillo interior de mi chaqueta comencé a escribir rápidamente, por mi actitud Mix creía que me habia hecho enojar, cuando la verdad no era así, mis cambios repentinos de humor era otra de las principales razones por la que no me gustaba asociarme con gente externa a mi familia, el accidente habia dejado secuelas psicológicas que solía manejar con cambios bruscos en mi estado de ánimo, y sabía que no cualquier persona podía lidiar con ellos, incluso a veces hartaba a mis hermanos, a excepción de Phuwin, él me tenía muchas más tolerancia debido a su Alexitimia.

Perdóname, Mix, tú no tienes la culpa, el culpable soy yo, he omitido decirte de la enfermedad de Phuwin, y como no tenías conocimiento de ella, has hablado como alguien que sabe que dos adultos pueden cuidarse solos, pero Win no, el necesita de una constante vigilancia, y el haberme permitido una noche de descanso me está volviendo loco, tengo miedo de que tu amigo no lo acepte tal y cual es, porque no todas las personas son tan maravillosas como tu…

- ¿Qué tipo de enfermedad? – me pregunto mirándome con seriedad, yo tragué saliva y negué con la cabeza – P Earth, ¿confías en mí? – La pregunta hizo que frunciera el ceño y asintiera con la cabeza – No, no lo haces – me dijo con tristeza agachando la cabeza – Si realmente confiaras en mí, me dirías que enfermedad es para ver si vamos por el ahora mismo o si lo dejo al cuidado de mi mejor amigo, ya que yo confío plenamente en Pond y sé que jamás lastimaría a tu hermano..

Sentí como si me hubieran dado una cachetada en la mejilla, dios, me sentía tan avergonzado, mi comportamiento era el de un necio ciego que no quería ver nada más de lo que el conocía, sentí como mis ojos me escocían debido a las lágrimas que brotaban, sentía como el aire me faltaba en los pulmones, coloco mi mano sobre mi pecho y me deje caer de rodillas.

- ¡Earth! – Mix estaba asustado y yo también lo estaba, no podía respirar mi cuerpo estaba temblando mi visión se estaba volviendo borrosa - ¡oh, dios, mío, Earth!

- ….Mix…….