Naruto, Hijos de la profecia

Prólogo

La canónica masacre uchiha ocurriría, con todas sus implicaciones, nacería el vengador, sasuke uchiha, quien luego de ser torturado en tsukuyomi viendo la masacre una y otra vez, se volvió un ser frío, melancólico y depresivo ocultando tales emociones tras su entrenamiento agresivo, pero eso no era suficiente, el vacío en su alma lo estaba consumiendo, sólo veía oscuridad en el mundo, ya no estaba su madre para abrazarlo, ni su maldito hermano genocida para entrenarlo, no había niños uchiha para jugar en las tardes, era el sentimiento más oscuro de un niño de 8 años, la desolación y la desesperanza, solo el odio y la venganza lo mantenían de pie,
*corre, huye y aferrate a tu patética existencia, y cuando tengas los mismos ojos que yo, ven e intenta vengarte. Tonto y estúpido hermano pequeño*dijo itachi mientras la sangre corría de su ojo izquierdo y una lágrima que el pequeño sasuke no pudo ver se deslizó en su ojo derecho. Luego de eso la oscuridad lo consumió, desde ese día solo vive para matar a itachi, mientras ese maldito esté con vida, ningún legado que quiera formar estaria seguro.

Naruto en sus cortos 8 años de edad había sufrido mucho, palizas, hambre, desprecio, este pueblo solo le había traído dolor, no quería tener odio pero todo tiene sus límites, naruto uzumaki empezaba a sentir que la ira llenaba su ser, era su cumpleaños y estaba clavado en un árbol, shuriken y kunais enterrados por todo su cuerpo, sus cortes superficiales se curaban de inmediato y las palabras como maldito demonio que no muere, o muere zorro asqueroso no faltaban, el estaba desesperado, no podía escapar, no tenía suficiente poder para defenderse, pensó que está vez sí moriría, lo atacaban con saña y apenas podía mantener sus ojos abiertos. Era demasiada sangre la que había perdido, incluso tenía un corte en su cuello, pero el kunai no cortó lo suficiente y se curó rápidamente.
Estaba resignado a morir cuando un chunin de pelo blanco estaba a punto de clavar un kunai en su corazón, sus latidos aumentaron y abrió los ojos que al sertirse a punto de morir sangraron en color rojo sangre con tres tomoes girando salvajemente e inconscientemente puso a todos en una ilusión que les hizo creer que lo habían matado.

Naruto estaba en un espacio vacío, oscuro, frío y húmedo, poco a poco se veía que era una lúgubre alcantarilla, a penas y eran visibles lo sarcillos de chakra rojo que daba una luz tenue. El rubio caminó con paso firmes, después de todo si estaba muerto, no tendría que soportar los maltratos de los Malditos aldeanos y ninjas, hoy había perdido el deseo de protegerlos, no le importaba realmente si todos los aldeanos eran asesinados y morían como perros revolcándose en su propia sangre, quizás le guardaba aprecio al hokage, pero aun más a los ichiraku, si bien gustaba del ramen, no era tan obsesivo, solo que le gustaba aparentar, había puesto una máscara de alegría para sobrevivir a las torturas físicas y mentales que sufría, y no es que no hubiese jovialidad en el, era sólo que nadie realmente lo miraba o siquiera les importaba lo suficiente, eso incluyendo al hokage.

Oye mocoso! Al fin mi carcelero se digna en visitarme, dijo una voz profunda y demoníaca, dos ojos rojos con la pupila rasgada se abrieron en la oscuridad de su celda, viendo al niño con desprecio aunque en el fondo tenían curiosidad.
Los ojos del rubio brillaban con intensidad rotando sus tomoes y mirando a los ojos de la Bestia con desafío e indiferencia.
Hola kyubi! A sí que tu eres la razón por la que me odian ehh?
Dijo el rubio con una mirada sin emociones,
Si, y dime chico... Me odias? Pregunto la gutural voz del zorro,

No, no te odio, kyubi, no soy como esos aldeanos estúpidos que odian sin razón, supongo que no elegiste sellarte en mi, o siquiera atacar la aldea? Respondió naruto con una mano en la barbilla,

Hrrghrrr, claro que no, mocoso, fui manipulado por unos ojos malditos como esos que tienes, y fue el estúpido de tu padre quien me selló en ti, dijo el zorro algo irritado.

Entonces no es tu culpa, es solo que los humanos son estúpidos y codiciosos que anhelan poder para imponer su voluntad.... Mmm ahh,
Kyubi, mi padre era el cuarto hokage no es así? Dijo naruto tranquilo.