Fin de semana de Jefazas.

Start from the beginning
                                    

Tina le da una última mirada de preocupación.

−Ella estará bien. La cuidarán y atenderán y cuando esté lista, ¡su piel será como la de un lechón! −La tranquilizo.

−Si... −Dice−Es que nunca la había sacado a un Spa...

−Que suerte que me hayas conocido −Bromeo.

−Si claro −Hace la mueca pesada de siempre − ¿Tienes trabajo más tarde?

−No, tenemos toda la tarde.

Vamos a almorzar, pasamos por el recibidor, Martina ve mi cuadro burlona.

−Bonita foto, ahora no me imagino como posaste para eso.

− ¿Lo dices por mi guapura?

−No, por tu comodidad frente a la cámara.

Lo que no sabe es que esa fue la foto cincuenta y siete o algo así.

−Tengo mis secretos −Digo creída.

Esta vez no estoy de incógnito así que nos atienden como tal, nos sentamos en un lugar más privado. El trabajo semanal domina la conversación, Martina tiene varias dudas de como funciona esto, así que le cuento una breve historia de su fundación y como lo hemos llevado con los años y la nueva administración.

−Así que mi madre tuvo éxito, pero no el que quería y consideró agregarle todo este desmadre−Le damos una mirada a la gran barra, las mesas y el escenario. −Decía que, si no funcionaban todos esos servicios, al menos lo haría un trago y comida−Rememoro −muchos nuevos artistas pueden incursionar acá, además.

−Creo que fue una buena idea, no se si quisiera masajes o algo así−Responde. −Sin embargo, la copa suena más acogedor para mí.

− ¿Es idea mía o prefieres los espacios más cerrados?

−Algo así −Dice poniéndole más atención a su comida−Pero cada vez menos, antes los lugares abiertos, o muy grandes y repletos de gente me ponían algo ansiosa.

−Vaya, al menos la mansión no está tan llena −Sonrío. − ¿Y cómo lo hiciste?

−Hum, íbamos con Sam y Chloe al Mall y cosas así... por separado antes. −libera una risita y sigue comiendo.

−Genial −Digo.

− ¿Y tú? ¿Aprovechas tus centros?

− ¿Los servicios? No mucho −Me sincero.

No quiero sonar poco interesante pero mis tiempos libres los usaba para jugar videojuegos.

−A veces me venía a tomar algo y ver el espectáculo. −Digo. −Mas tarde habrá uno.

−Mientras tanto hay algo que me gustaría hacer −Martina mira detrás de la barra los cristales que apuntan un enorme bosque− ¿Se puede ir allí?

−A esos terrenos, no lo sé, vamos −Río. −Debo ir a cambiarme de ropa...

[...]

Me toco la punta de la nariz, esta helada... el aire entre los pinos es frío pero refrescante, con un olor característico que no había notado desde los jardines de abajo, en el mismo que estuvimos jugando todos la última vez. Vamos cuesta arriba, me giro a observar el gran edificio. El sin fin de espejos me hacen pensar que quizá es frágil, aunque bello.

− ¡Lleguemos más arriba! −Dice Martina animada

−Es bueno el ejercicio... −Gimoteo.

Mi Pareja Perfecta IVWhere stories live. Discover now