ALL OF ME [Chris Evans]

¡¿Las Vegas?! Pt.3

Mierda, es que siento que estoy soñando. Me casé con una mujer y ni siquiera lo recuerdo.

—Ok, ok, tranquilas ¿Sí? No perdamos la cabeza — Elsa se pasa las manos por el cabello, la sonrisa no se borra de su rostro cuando vuelve a mirar a Maggie — ¿Sabe de casualidad donde se casaron? 

La última palabra me revuelve el estómago, por lo que cierro los ojos con fuerza. 

Los siguientes minutos intento hacer oídos sordos, como si la cosa no fuera conmigo. Soy consciente del momento en el que Maggie y el chico se marchan de la suite y me desplomo de mi lado del sofá al comprender que estoy jodida.

—Chris, va a dejarme — caen las primeras lágrimas y poco después ya me encuentro sollozando y balbuceando entre hipidos.

La simple idea ya está matándome. No puedo perderlo, simplemente no puedo. Lo amo como jamás creí poder amar a nadie.

—No, no pienses así. Chris te ama — Scarlett viene a mí para abrazarme, busca limpiarme las mejillas con sus pulgares pero yo no paro de llorar.

—No, no, él... va a dejarme. Va a dejar de amarme cuando sepa que me casé con otra persona ¡Dios, soy tan estúpida!

—Él no tiene porque enterarse — declara Ariana, con un tono conciliador — Vamos a resolverlo, podemos resolverlo pero tienes que estar tranquila. Tenemos que pensar con la cabeza fría.

—Ariana tiene razón — Brie coloca una mano sobre mi hombro — Ya no podemos cambiar lo que pasó ayer y de nada sirve lamentarnos, mejor pongámonos manos a la obra.

—Tienen razón, cariño — me siento derecha al escuchar a Dua, sigue luciendo preocupada pero al menos ya recuperó la capacidad de hablar — Te amo con todo mi corazón pero quiero el divorcio.

Entre lágrimas y mocos, suelto una pequeña risa. Tomo el pedazo de papel que me ofrece Kendall para limpiarme la nariz y las mejillas y luego tomo un respiro profundo. Aún quiero morirme pero ellas tienen razón, puedo lamentarme o puedo luchar por salvar mi matrimonio, que aún no se lleva a cabo y como hoy no estoy de humor para perder al hombre de mi vida, haré la segunda.

🍸🍸🍸

La pequeña capilla es el primer lugar que visitamos gracias a la información que nos dio Luke, nuestro chófer.

Él dijo que ahí nos recogió luego de la fiesta y que todo el camino de regreso al Hotel, Dua y yo le presumimos nuestro compromiso recién consumado. No me dio tiempo ni de sentir vergüenza para cuando las chicas ya me habían hecho subir a la camioneta.

Ahora aquí estamos, a punto de atravesar las puertas y quisiera que esto me trajera algunos recuerdos o que las cosas fueran más claras en mi cabeza pero no lo son y eso me frustra. Siento que visito este lugar por primera vez.

—Qué escalofríos que esto se parezca tanto a Hangover — susurra Ava, mirando el altar al fondo y las dos filas de bancas a los costados.

—No debimos tomarnos tan literal la despedida en Las Vegas — suspira Lizzie.

No me mira y sé que en el fondo es porque se siente algo culpable. Quiero decirle que no se preocupe pero soy la menos indicada cuando yo misma estoy a punto de enloquecer. Lo único que deseo es terminar con esto de una vez por todas para poder subirme al avión que me llevará a Italia, con mi prometido.

—¡Ahí están! — una mujer rubia, de unos 40 años viene corriendo a nosotras nada más vernos aparecer en la capilla. Mi cara queda contra sus pechos falsos gracias a las zapatillas de 20 centímetros con estampado de leopardo que lleva puestas — ¡Mis chicas!