Hablando de promesas

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Hace más de cuarenta años, cuando yo todavía era muy joven, subí
al trono para tomar el lugar de mi padre muerto... En ese momento, aunque el
número de humanos ya había disminuido gradualmente, a veces se veían un par de
ellos caminando por la ciudad.
La primera vez que vi a mi esposo estaba en un mercado. Había dejado el castillo
para liberarme de los duros asuntos de mi vida cotidiana... Él estaba allí, vendiendo
verduras con su padre. Cuando hablé con ellos y con los otros comerciantes que
tenían a su alrededor, me contaron que vivían en las montañas que estaban un poco
más lejos de la capital. Venía a vender con su familia, y luego se iba cuando entraba
la noche.
Su figura era suave. Un joven delgado que tenía una luz muy fuerte en sus ojos.
Cambiaba su expresión facial de vez en cuando y a menudo, hablaba sobre su día de
una manera completamente divertida...
No podía quitarle los ojos de encima.
Si lo pienso ahora, debería haberle solicitado que se casara conmigo
inmediatamente después de que sentí que nos perteneciamos pero, considerando su
posición, un matrimonio lo obligaría a tener un nivel y responsabilidades que tal vez
no quería. Era un humano precioso, un hombre absolutamente libre... Y yo no quería
que dejara de ser así. Si era posible, quería esperar. Deseaba enamorarlo.
Intenté hablar con él varias veces, pero nunca se dio cuenta de que era mi
compañero... Tal vez nunca lo sintió, quién sabe.
Lo hice todo a la manera tradicional hasta que poco a poco también se familiarizó
conmigo, con mis sentimientos y mis palabras y la relación finalmente se profundizó.
La última vez que salí a la ciudad, le dije que lo quería... Y que planeaba estar
siempre con él.
Tsuji amaba su casa y un día recibió información de que su aldea humana podría
estar siendo atacada por bestias de caza... Ignorando las restricciones de su padre (y
las mías) se unió a las tropas militares y corrió a su pueblo. Llevó a su Arvis favorito
hasta el límite y avanzó tanto como le fue posible.
Yo solamente pude rezar por él desde el fondo de mi corazón... Pero nunca volvió.
Cabalgué todo el camino hasta su casa, que estaba al lado del arroyo en un pueblo
que no conocía pero que había escuchado innumerables veces en sus historias. El
fuego había consumido la parte delantera de un edificio... Pero pude escucharlo
gritar. Gritar con mucho dolor. Me precipité hacia la puerta y corrí todavía más. Había
una escena terrible delante de mí: Su padre, que vendía verduras con él, sacaba
mucha sangre de su cuello abierto. El otro hombre, quién suponía era el que lo había
dado a luz, tenía la parte inferior de su cuerpo destrozado. Devorado y arrancado por
lo que parecían ser unos enormes dientes. La pequeña cabeza de su hermano estaba
doblada en una dirección extraña... Y él, que era más importante que mi propia vida,estaba siendo violado por otra bestia frente a mí.
Lo penetraba, convertido en un inmenso oso... Y él solo podía gritar.
Salté sobre la bestia de inmediato. Estaba enojado, estaba tan triste y confundido
que lo maté sin darme cuenta aunque no era un hombre fuerte y mis brazos eran
algo pequeños.
Yo lo amaba, realmente lo amaba mucho.
"Lo siento, lo siento, lo siento tanto... Perdón por llegar tarde... Lo siento mucho...
Tsuji..."
Sus ojos estaban muy abiertos. Lloraba y gritaba desesperadamente mientras que
yo, inmerso en un terrible pánico, solo podía decir estúpidamente lo mucho que lo
lamentaba.
"Realmente lo siento... Yo de verdad... Lo siento."
Mi importante "compañero" fue violado, la importante familia de mi "compañero"
tuvo un final miserable, y posiblemente, mi importante "compañero" me odiaba como
yo me odiaba a mi mismo.
Cuando llamé a un soldado y le pedí que lo protegiera... Me fuí de allí. El pueblo
sobrevivió, con él y con otros pocos humanos pero yo no dejaba de sentir la voz de
Tsuji, gritando todo el tiempo en mi oído. Diciendo "Llamé por tí" "Todo este tiempo
llamé por tí." Era incluso más doloroso que si solo me hubiera muerto en ese instante.
Ordené que se protegiera cuidadosamente a los humanos sobrevivientes para que
no hubiera sucesos tan terribles como esos en el futuro... Pero solo lo había hecho
pensando en él.
Y de pronto... Después de un inmenso mar de alucinaciones con su voz, me
encontré con él nuevamente.
Lloré demasiado cuando lo tuve de frente, lo sostuve y le dije que me perdonara por
tener ese tipo de actitud. Por haber escapado. Lo abracé y se rió con la nariz sobre mi
cuello. Sentí de nuevo sus manos y lo escuché decir "¿Cómo pudiste estar preocupado
por eso? Tonto"
Lo amaba... Amaba al joven que se reía mucho y cambiaba su expresión cuando
me veía. Adoraba al hombre que me besó esa vez, el que me dejó acostarme a su
lado y hacerle el amor...
Dio a luz a dos niños, Alberto y Douglas, y... Se veía muy feliz de haberlo hecho.
¡Realmente maravillado! Pero yo... Que solo amaba las cosas hermosas que él me
daba, olvidé decirle que también amaba sus momentos de dolor.
Y él siempre fue cruelmente arrastrado por esa noche.
Pensé que estaba realmente feliz con su vida, feliz conmigo y con lo que le había
dado... Pero un día simplemente se dejó morir. No puedo olvidar las palabras que me
dijo, ni la sensación de su mano, ni el rostro que me dedicó esa última vez.
"¿Puedes... Cuidar de Alberto y de Douglas? Por favor.
No te pongas triste. Lo que me diste fue realmente... Realmente maravilloso y me
volvió muy feliz... Pero yo... No pude olvidar. No pude... Dejar de ver esas cosas
terribles cada vez que cerraba los ojos... Héctor, no llores... Siempre fuiste una persona maravillosa como esposo... como padre ... Como rey ... ¿Puedes ayudar... A
las humanos que tengan pensamientos como el mío? Por favor, crea un país
maravilloso para que nadie sufra lo mismo que yo... ¿Sí?
Te amo mucho."
Gradualmente, el poder desaparece de esa mano... Y yo solo puedo llorar.
"Lo siento." Repetí como la vez en que lo violaron. "Lo siento tanto..."
¿Por qué no pude apoyarlo en ese momento? ¿Por qué huí? ¿Por qué lo dejé? ¿Por
qué no lo escuché? ¿Por qué no le dije que lo amaba lo suficiente? ¿Por qué me
castiga así? ¿Por qué me dejó?
Después de su muerte, no fue extraño que me volviera loco.
Utilicé todo mi poder para prohibir la maldición que se les daba a los
esclavos sexuales, intenté eliminar los establecimientos de prostitución lentamente y
escribí órdenes estrictas para proteger a los humanos y sus aldeas establecidas en
Leónidas. Sin embargo, solamente fue algo que sucedía aquí... No pude extender mis
ideales a otras naciones u otros gobernantes. Las características de las tribus
humanas eran demasiado atractivas como para que las bestias no quisieran tomarlas
e incluso, daba igual si tenían un compañero o no.
Había tantas bestias que cazaban humanos por diversión que el mercado no podía
detenerse de inmediato e incluso se abrieron algunos establecimientos clandestinos.
Me lamentaba entonces todo el tiempo, porque no podía cumplir la promesa que le
hice a él... ¿Cuántos humanos probaron la misma suerte que Tsuji? ¿Cuántas víctimas
tuvieron los mismos pensamientos que él y murieron sin poder hacer nada? Hay
quienes me llaman "El Rey Silencioso" porque aparentemente he dejado de hablar de
más. ¿Por qué soy el rey sabio solo por hacer lo correcto?
Mis hijos, quienes se quedaron sin papá siendo muy pequeños, crecieron de
manera saludable pero con pensamientos complicados.
Un día, Alberto, que estaba en una misión como caballero, trajo a un par de
humanos a la casa. Parece que ellos fueron rescatados por él debido a que el pueblo
donde vivían fue atacado por bestias de caza. La mitad de las personas fue asesinada
y la mitad fue violada... Se dice que el hombre de raza humana llamado Cirilo, es el
compañero de mi hijo.
Vaya... En momentos como estos es cuando quiero maldecir mi destino y mi vida y
lo que pasó... Porque mi esposo y Cirilo se comportaban exactamente igual. También
odiaba a las bestias, también parecía inmensamente libre.
Sí, igual que él.
Ser amado por Alberto seguramente lo hará feliz... Pero en los primeros días tuve
un odio profundo que era difícil de ocultar. No era culpa de nadie, obviamente. No era
culpa de nadie más que de mí.
Alberto y Cirilo se casaron y de ellos nació un león y un pequeño humano. Por
supuesto, Theodor es un cachorro muy lindo, adorable hasta niveles exagerados...
Pero estaba realmente preocupado por Alexei, ya que se trataba de un ser humano.
No importan los términos en los que estemos, ni la relativa paz que logremos, casi
nunca puedo estar tranquilo cuando se trata de esa especie y se torna mucho peor al
tratarse de mi familia.
Para mi desgracia, Douglas también fue cautivado por un humano. Un niño pequeño
que fue abusado durante años y tratado como esclavo sexual. Además, se le usó
como un juguete para los aristócratas de Catalton y para el disfrute de los invitados
más adinerados de una zona baja llamada Kashiwakan. Lo último que supe fue que
había sido llevado al callejón de esclavos para venderlo como si fuera una sobra de comida.
Todas las bestias siempre logran hacerme sentir asqueado... Aunque me alegra
que un corazón roto ya no se pueda romper más.
Sin embargo, cuando lo miro solo veo en él un poco de vergüenza y sus más
sinceros sentimientos de confianza para Douglas y para Gale. También, puedo
apreciar su intenso amor. No siento las cosas oscuras que por lo general tiene una
persona que ha sido abusada. Tampoco veo esas sombras oscuras que tenía Tsuji tras
de sí, todo el tiempo.
Y en realidad, me reconfortaba mucho que Chikayuki fuera así... Que saliera adelante.
Que fuera feliz y que sonriera. Es posible que desee pensar que he cumplido mi
promesa con Tsuji si logra ver, desde el lugar donde quiera que esté, que logré
proteger a los compañeros y a los niños de sus hijos. A Chikayuki, a Alexei y a Cirilo.
No tienen pensamientos feos, y tampoco se sienten sucios... Lo estoy haciendo bien
entonces ¿No es verdad?
Cuando volvamos a encontrarnos otra vez, entonces utilizaré las cosas que aprendí
aquí y haré que seamos muy felices de nuevo. Lo haré reír y quitaré las cosas malas
de su mente para que no se vuela a ir antes que yo. Esa es la promesa que siempre
hago yo, justo antes de dormir.

Ai wo ataeru kemono tachi. Tomo 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora