No podía ir a una tienda, iba a tardar una hora en ir y venir y seguramente alguien me vería. No tenía hermanos como para pedirles que me prestaran su ropa y tampoco tenía confianza con ningún hombre en la boda. Hasta que la idea pasó por mi cabeza.



—Gracias por ayudarme, Thomas, no sabría qué hacer si no fuera por tí.

Eso fue lo primero que dije cuando la puerta de la suite se abrió y me encontré con mi mejor amigo luciendo como un príncipe de cuento de hadas. Habíamos hablado por mensaje de texto y le había mentido que Thomas había perdido sus maletas. Conté una historia sumamente ridícula, pero él me creyó y me dijo que podía prestarme algo de ropa para Nick por ese día. Iríamos a una buena tienda al día siguiente, una que el mismo Thomas me había recomendado.

—Está bien, Ally, no tienes que agradecerme nada.

Su voz sonaba con algo de culpa y entendía que lo hacía por toda la situación que estábamos pasando. Thomas me regaló una sonrisa dulce y me dejó pasar mientras cerraba la puerta detrás de mí. La suite era un sueño, de esos que nunca iba a poder pagarme y por un momento me quedé asombrada del mundo que podría haber tenido yo. Él se metió en otra habitación y me hizo un gesto para que lo siguiera, cosa que hice casi dando saltitos de emoción. Gracias a Nick había encontrado la manera de hablar con mi ex novio y comenzar mi plan.

—Él es un poco más grande de espalda que yo —comentaba Thomas mientras entraba al enorme armario que tenía junto a mi hermana. Vi todos sus vestidos para los eventos que se venían esa semana y todos parecían impresionantes. Estaban dentro de bolsas y me sorprendió no encontrarme con el vestido de novia, sobre todo teniendo en cuenta que Lisa no era supersticiosa—. Y tiene muchos más músculos.

—¿Y lo notaste solo viéndolo hoy? ¿Estás seguro que quieres casarte con mi hermana o con mi novio, Thomas? —le pregunté en tono de broma y él se rio nervioso, pero al menos fue una risa real dentro de una broma un poco rara—. Dame lo más grande que tengas y veré que puedo hacer. ¿Algo que combine con mi vestido?

Thomas me miró unos minutos de arriba a abajo y yo creí encontrar algo de fuego en su mirada. Me había costado mucho meterme en ese vestido y estaba segura que me hacía ver bien, sino iba a sentirme decepcionada del esfuerzo. Lo oí suspirar lentamente y asintió, buscando entre sus pertenencias. Me senté en el sillón que seguramente mi hermana usaba para ponerse los zapatos y observé desde ahí a mi ex.

—No puedo creer que esto vaya a suceder...

—Ni yo —admitió él con voz ausente, como si no estuviera realmente mirando lo que estaba haciendo—. Parece lejana la vez que te pedí casamiento y me rechazaste. En ese momento estaba más preparado para casarme que esta vez. Y esta vez es real.

Me quedé sorprendida por aquella confesión, sobre todo porque nunca más habíamos tocado ese tema con el pasar de los tiempos. ¿Y lo primero que me decía era eso? Me sorprendía que incluso lo hiciera, porque un poco me lastimaba con sus palabras recordando que lo había rechazado.

—¿Por... por qué lo dices?

—Lisa es perfecta, es la chica perfecta que me hubiera conocido mucho tiempo atrás y eso me llena de miedo —confesó y el globo que estaba inflando en mi interior se desinfló por completo—. No soy digno de ella para nada y todo este tiempo me he convencido de que lo soy...

—Mi hermana está lejos de ser perfecta, Thomas.

—Tú no la ves como yo la veo, Ally. Todos la ven como una niña caprichosa y resentida, pero Lisa tiene más cosas buenas que malas. Ha sido todo lo que necesitaba en mi mundo —me explicó y yo no podía creer lo que estaba escuchando en ese momento. ¿Él necesitaba a mi hermana? ¿Y para qué había estado conmigo?

—Tal vez la veo como una nena caprichosa porque me robó a mi novio.

Dije las palabras con enojo y rencor, pero para mi sorpresa Thomas no comentó nada mientras finalmente encontraba lo que estaba buscando. Esperaba que me diera una explicación, que me pidiera perdón y que algo soltara para explicar porque estaba saliendo con mi hermana. ¿Cómo había caído en sus caprichos y me había olvidado tan fácilmente?

Las personas no se roban, Ally. Ella no robó a un novio, porque yo ya no era tu novio. Entiendo que estés rencorosa por lo que pasó, pero tú misma me rechazaste. Yo encontré a Lisa cuando necesitaba a una chica como ella y esa chica no eras tú.



—¿Encontraste un traje? Vaya que eres buena solucionando problemas.

Le lancé a Nick la ropa por la cabeza y no dije nada ni cómo había conseguido salvarlo de esa situación. O, tal vez, salvarme a mí. Estaba angustiada por las palabras que me había dicho Thomas y como me había demostrado que no existía más en su vida. Me había pisado, se había olvidado de mí y ni siquiera había tenido la molestia de pelear por mi amor. Simplemente me había ignorado. Me había cambiado por otra.

Ni siquiera prestaba atención a lo que Nick hacía en ese momento, como desnudarse, sino que pensaba en lo que estaba haciendo.

—¿Estás bien? —me preguntó mientras abotonaba el pantalón y me observaba desde lejos, atento a mis movimientos incluso cuando yo no estaba atenta a nada. Levanté la mirada para observarlo y negué con la cabeza. Vi una mueca de pena en el rostro de Nick, como si supiera que había hecho—. Gracias por conseguirme el traje. Te ves impresionante...

—Gracias —respondí sin ganas, sin dejarle seguir a pesar de demostrar que su oración no había terminado. Suspiré y estuve unos minutos mirando la nada, pensando en lo qué estaba haciendo.

De la nada, una idea se formó en mi mente haciéndose cada vez más y más grande. No era ese chico el que yo conocía, no era mi Thomas el que me había hablado. Me había hablado un desconocido por completo y eso era por la influencia de mi hermana en él. Había logrado convencerlo de que ella era la perfección cuando estaba lejos de serlo. Le iba a demostrar que se estaba perdiendo por andar jugando con muñecas Barbies pasadas de moda. Me puse de pie de un salto y me acerqué a Nick, que se estaba poniendo la camisa en ese momento.

—¿Y ahora que te pasa?

—Quiero que me beses de vuelta como hoy a la mañana —le pedí poniéndome frente a él. Lo vi balbucear, sin comprender que estaba haciendo en ese momento—. Quiero también que me dejes un par de marcas y si es posible algunos dedos marcados en el cuerpo.

El silencio nos invadió porque Nick se había quedado esperando una explicación más lógica de mi pedido y yo esperando su acto. Miró el reloj en su muñeca y yo no necesité imitar su movimiento para saber que nos quedaba solo media hora antes de ir al evento.

—No entiendo nada de lo que está pasando, Ally, pero queda media hora para ir...

—¿No puedes con media hora? —lo desafié y él se mostró al principio confundido, aunque luego demostró una sonrisa de real diversión—. Te estoy pidiendo algo y no creo que sea tan difícil. ¿Crees que me puedes dejar una marca en el cuello también?

—Estás totalmente loca...

—¿Puedes o no?

Quiero robarme al novio [Terminada]Where stories live. Discover now