Sensación

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Ya eran las 19:45 de la noche y me dirigía lentamente al dormitorio de la señora Alcina. Sentía nervios y las malditas mariposas dentro mío, no sabía lo que quisiese que hiciera.

Toque la puerta de su dormitorio y me dejó pasar, completamente nerviosa abrí la puerta y la señora Alcina estaba sentada, con una bata de dormir leyendo una carta, estaba algo enojada, talvez no era de su agrado esa carta.

Dio un suspiro fuerte y dejo esa carta en la mesita de noche, me observo y me dijo que me acerque y estando a unos centímetros dijo que me pusiera de rodillas.

Me le arrodillé, le hice caso, y como solo llevaba esa bata de dormir puso en descubierto sus grandes piernas, sin ninguna prenda debajo y quería acercarme para hacerla sentir placer, nunca había dado placer a una mujer seguramente esta seria mi primera vez...

-A: Adelante cariño, no me hagas esperar... Dijo eso mientras me miraba con esos ojos tan seductores de color dorados.

Me acerque a su vagina con un deseo de lamerla, abrió las piernas dándome acceso hacia ella. Primero lami toda su vagina luego me dedique hacer lo mismo que ella me había hecho la noche anterior, a jugar con el clítoris, me la pase succionándolo como si fuera un dulce, un dulce tan delicioso, que no quería sacarlo hasta acabar el dulce sabor que contenía.

La señora Alcina se aguantaba los gemidos del placer que le ocasionaba, hasta que metí casi toda mi mano en su vagina y se escucho un gemido suave y pequeño, pero me satisfacía saber que le gustaba.

Sus ojos dorados y brilantres por la noche, me miraban y yo a ellos, me decían que siga, y los obedecí como una buena chica.

Saque y metí varias veces mi mano dentro de ella y sus gemidos fueron suaves pero continuos y así fue un rato más hasta que volvía a lamerla, mi legua jugaba con su clítoris hasta que se corrió en mi rostro, su orgasmo fue un sabor tan delicioso que lo seguí lamiendo.

La señora Alcina disfrutaba de mi lengua en ella, su enojo de hace un rato se perdió de tanto placer.

-A: M-muy buena chica...

Pare porque me dijo que ya era algo tarde, yo no quería parar pero ella ya estaba algo cansada, fue tan mágica su reacción de placer que me pase el resto de la noche recordando sus expresiones.

Me dirigí al dormitorio de sirvientas en silencio porque ya eran las 23:57 de la noche, me pase en el dormitorio de la señora Alcina 3 horas, me sonrojé y entre en silencio al dormitorio, porque Íngrid estaba descansando, pero Estela no se encontraba dentro.

Me cambié de ropa y me recoste en cama, y estaba recordando lo sucedido hace poco. Me hice la dormida porque se escucharon pasos entrando en la habitación, era Estela que ingreso al dormitorio, directamente se recostó en su cama.

Me puse a pensar si había lastimado a Estela, porque Íngrid dijo que a Estela le gustaba la señora Alcina me sentí mal por ella, pero también sentía algo por la señora Alcina. Deje de pensar en eso y me dormí.

Me desperté de madrugada exactamente a las 03:22 de la mañana porque tenia sed, me dirigí a la cocina por un vaso de agua, y cuando llegue me encontré a Estela sentada tomando agua.

-E: ¿Que haces despierta?

-T-tenía sed

-E: De acuerdo, me iré a descansar... Buenas noches (y/n)

-B-buenas noches Estela

Estela definitivamente me estaba evitando, me sentía mal por ella pero bueno...

Tome un vaso con agua y me dirigí hacía el dormitorio de sirvientas a descansar por ese largo día que tuve yo y las demás.

Horas después nos levantó Estela para el nuevo día de trabajo, y con las mejores ganas me levante de la cama hacia el baño.

Prendí la ducha y me di un baño rápido, luego me fui a cambiar el uniforme para el nuevo día de trabajo, y ya lista me dirigí con las demás hacia la cocina.

El desayuno era el mismo, yo tenía que entregarles a cada una de las señoras su desayuno, cuándo entregue el desayuno a la señora Alcina, ella me miró con una satisfacción notable, y yo a ella.

Terminaron su desayuno y la rutina fue la misma, pero esta ves me tocaba limpiar los dormitorios de las señoritas Bela Cassandra y Daniela.

Me dirigí en la dirección que me dio Íngrid y encontré los 3 dormitorios y empecé con el dormitorio de la señorita Daniela, estaba desordenado así que comencé con recoger los objetos tirados por los suelos, una vez terminé con ese dormitorio me dirigí al de la señorita Bela, estaba ordenado así que comencé a recoger la ropa sucia que dejo ahí, y barrí el suelo, el último dormitorio era el de la señorita Cassandra, estaba desordenado y con una notoria mancha en la alfombra que era sangre fresca.

Me tarde un tiempo en quitarla pero lo logre con éxito, luego recogí la ropa sucia y ordene su cama.

Ya eran las 10:35 de la mañana así que me dirigí al dormitorio de la señora Alcina para limpiarlo, entre pero todo estaba ordenado solo hacia falta recoger la ropa sucia.

Recogí sus prendas y entre ellas habían unas bragas grandes de color blanco, me sonroje y me lo lleve para lavar la ropa.

Mi Preciosa DamaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz