capítulo 43

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Suelto una carcajada. —Ya vete a cambiar, tonta. Y más te vale dar todo de ti en las pruebas, te quiero de vuelta en el equipo.

Ginny me lanza un beso y sale corriendo hacia los vestuarios para ponerse su uniforme de entrenamiento.

Mi vista regresa a Neville y Parvati, y el malestar vuelve a mi estómago.

Después de mi conversación con Thomas Nott, intente seguir su consejo de hablar con Neville sobre lo que estaba sucediendo entre nosotros (o más bien, lo que no sucedía), pero cada que lo veía e intentaba hablarle me entraba pánico y cambiaba de tema.

Finalmente él terminó aceptando mi pobre excusa sobre que estaba celosa porque ahora Parvati parecía su nueva mejor amiga, y pasaba más tiempo con ella que conmigo.

—Mira, no debes avergonzarte de tener celos. —dice la voz de Harry detrás de mí. Hermione y él están caminando juntos.—Sophie también está celosa, y no se avergüenza de ello, ¿verdad Sophie?

Me vuelvo hacia ellos con el ceño fruncido.

—Cállate, Potter. ¿Y tú por qué estás celosa Hermione?

Harry hace un gesto hacia detrás de ellos.

Ron y Lavander están hablando y riéndose juntos.

—Lo siento, Hermione. —le murmuro, aunque no sé si está molesta debido a eso.

Según mis fuentes (mi nueva fuente, Thomas Nott), ella y Finn Owen están iniciando una extraña relación secreta.

Tan secreta que ni siquiera me ha contado a mi sobre ello.

—No estoy celosa. —murmura mi amiga, pero su rostro está tan expresivo como una piedra. —Ronald es libre de salir con quien quiera. Y hace años que ya no siento nada por él.

—Si tu lo dices. —comenta Harry en voz baja.

Cuando finalmente llegamos al campo de Quidditch, Lavander y Ron se despiden con un torpe abrazo, y Hermione sale a buscar un asiento en las gradas sin siquiera desearle suerte

Neville, en cambio, se acerca hacia mí con una radiante sonrisa en el rostro.

Merlín sabe que amo su sonrisa, pero detesto que sea debido a Parvati.

—Buena suerte, bonita. Estoy seguro de que harás un gran trabajo en las pruebas, pero si necesitas apoyo estaré en las gradas todo el tiempo.

—Gracias, Nev. —murmuro a pesar de mis celos. —¿Puedes darme un abrazo?

Su abrazo es reconfortante y doloroso al mismo tiempo, me hace sentir segura pero también nostálgica. Y siento la necesidad de jamás soltarlo.

Neville deja un beso en mi mejilla antes de dejarme ir.

Tal como lo había previsto, las pruebas duran toda la mañana. La mitad de la casa de Gryffindor se presenta; desde algunos nerviosos de primer año hasta alumnos de séptimo mucho más altos que el resto y que muestran una actitud muy prepotente. Entre ellos está un idiota de cabello crespo que no me agrada en lo absoluto.

—Es genial tener una chica de capitana, los entrenamientos deben ser muy divertidos. —comenta el muchacho, creyendo que su comentario es hilarante.

—¿Por qué lo serían? —murmuro con poco interés.

—Porque las chicas son más relajadas, menos exigentes, se toman las cosas menos en serio. Después de todo, para ustedes las chicas el Quidditch es sólo un pasatiempo más, no son tan determinadas como los varones.

courageous| neville longbottomWhere stories live. Discover now