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Suspiró cansado acomodando sus gafas sobre el puente de su naríz. Si era honesto consigo mismo prefería estar encerrado en su estado que tener que convivir con los incompetentes que le habían tocado como hermanos.
Sus hermanos, pensó en ellos unos instantes dándose el lujo de perderse en sus pensamientos sabiendo que nadie vendría a interrumpirlo en aquel lugar.

Shuu era mayor que el pero no por eso era bueno, un completo vago despreocupado que no sabía nada más que dormir.

Ayato había llegado a un punto en que su sola presencia irradiaba ese aire de narcisismo que poseía.

Laito no era ni por mucho mejor que el. Un pervertido el cual solo buscaba satisfacer sus necesidades con quién se atravesada en su camino.
Kanato era algo completamente impredecible a su parecer, algunos días podría estar tan tranquilo y al momento estaría gritando.

Subaru podría considerarse el más normal de todos sus hermanos si no fuera por su comportamiento y sus tendencias a romper las paredes de la mansión.

De repente la imagen de una pequeña niña apareció en sus pensamientos, ¿Cuántos años habían pasado ya? Por mucho que quisiera fingir que no los recordaba, lo hacía.

Su pequeña hermana menor, Seitaki. En sus días de niñez no había nadie mejor que ella para comprender lo que sentía pero la vida se había encargado de separarla de su lado.

Sino fuera por su madre estaba seguro que ella seguiría a su lado, frunció el ceño al pensar en aquella mujer pero prontamente fue reemplazado por una sonrisa. El le había dado lo que merecía en el momento en que la asesino y esperaba que estuviera sufriendo en aquel instante retorciéndose en el infierno. Si es que existía claro, de eso no podría estar seguro, de lo único que estaba completamente seguro era el hecho que anehelaba volver a encontrarse con su hermana.

Sacudió la cabeza lentamente tratando de concentrarse, estiro su cabeza hacia atrás observando como el reloj de la habitación marcaba las 20:30 pm indicando que tendría que empezar a preparar la cena para todos, suspiró ante aquello levantándose con pesadez estirando sus músculos un poco para finalmente salir de su despacho en dirección a la cocina, no le sorprendío ver a aquella rubia correr hacia donde estaba sin fijarse en su camino por lo que inevitablemente termino chocando con el.

ㅡSerá mejor que prestes más atención por dónde corresㅡle mencionó mientras creaba cierta distancia de ella.

ㅡL-Lo siento Reiji-san ㅡse disculpo rápidamente sintiendo como sus mejillas pálidas tomaban una tonalidad carmín.

Antes que pudiera decirle algo más a la rubia pudo observar como la presencia del pelirrojo se acercaba a dónde estaban ambos. Sin dirigirle palabra alguna se llevó a rastras a aquella joven, se encogió de hombros desinteresado por lo que le sucedería. Empezó a controlar los ingredientes que usaría para la cena e involuntariamente un recuerdo azotó con fuerza sus pensamientos.

Podia recordar con claridad sus prácticas de cocinas junto a su pequeña, recordaba perfectamente el como por querer impresionar a su madre de alguna manera había empezado a aprender a cocinar. Ese día en concreto había decidido hacer algo más especial para ella. Un pastel ¿Porque no? A su madre le gustaban las cosas dulces con las cuales pudiera usar como acompañante para su té.

Con esa idea en mente controlo los ingredientes en la mesa de la cocina, hizo un recuento mentalmente de ellos verificando con certeza que tenía todo a mano. Lo único que faltaba era colocarse el delantal así que fue a uno de los gabinetes de la cocina por el, no tardó demasiado en colocarse aquella prenda pero para cuando volvió a la mesada pudo observar una presencia que no estaba anteriormente ahí. Su pequeña hermana se encontraba sentada en una de las sillas de la cocina, piernas cruzadas una sobre otra mientras que sus manos estaban sobre sus rodillas, manteniéndo una postura bastante elegante y refinada, sonrio orgulloso de eso puesto que había sido el quien le había enseñado aquello. Aún si su madre no le prestaba atención, el que su pequeña estuviera a su lado era suficiente para el y no necesitaba nada más.

ㅡ¡Hermano! ¿Que estás haciendo?ㅡ inquirio curiosa a la vez que miraba las cosas que se hallaban en la mesa.

ㅡPlaneaba hacer un pastel para madre, ¿Quieres ayudar?ㅡpreguntó con una sonrisa viendo los ojos de su pequeña brillar con emoción.

ㅡ¡Si!ㅡ

Tras decir aquello ambos empezaron a hacer el pastel, el mayor le asignaba tareas simples que no ocasionaran alguna lesión a la pequeña. Por lo que ambos habían logrado un buen resultado si era honesto consigo mismo así que lo único que quedaba era dejarlo en el refrigerador esperando que a su madre me gustará.

Un sabor amargo invadió su boca al recordar las reacciones que habían obtenido ante aquello, si bien puede recordar como las madres de sus hermanos los habían felicitado por el pastel pero su propia madre había pasado de largo aquello sin darse el lujo de almenos probarlo. Podía recordar la mirada decepcionada de su hermana al notar como lo que habían hecho no había servido de nada puesto que su madre seguía enfocada solo en su hermano mayor. Aún así, prefería ver la sonrisa emocionada de su pequeña cada vez que hacían algo nuevo juntos, aquello compensaba por completo la falta de atención de su madre









wEll, dije que iba a reescribir todas mis historias así que aquí vamos. Me siento más cómoda con mí forma de escribir actualmente, así que daré lo mejor de mí para poder darle fin a todas mis historias este año.
Sin nada más que decir, nos vemos 💗

La hermana de los Sakamaki -EN EDICIÓN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora