𝐷𝑌𝑁𝐴𝑆𝑇𝑌 | ʟᴏᴠᴇ ᴀʟᴀʀᴍ [✔]

▪︎ 009:𝐓ruths ▪︎

❝VERDADES❞

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Habían pasado ya 24 horas sin que Se-Ri pudiera olvidarse del hecho de que Sun-Oh no podría dejarla de nuevo ¿Es que él tenía sentimientos por ella?

Eso no le convencía del todo, y tenía claro ya que la relación en la que estaba era simplemente poco sana, no solo para ella sino también para él.

Puede que anteriormente se haya comportado como en mismísimo imbécil y aunque eso no justifica como trataba a la chica, si nos da el contexto para simpatizar algo con el.

Y es que no quería sentirse solo, no le gustaba, su madre por ser una mujer famosa nunca le prestaba atención, además de que no lo trataba más como un objeto de trabajo, no creció en un núcleo donde le amaran o le dieran comprensión, no le aconsejaran o pasaran tiempo de familia, había desarrollado un miedo a la soledad que por el hecho de por primera vez sentir amor por parte de Jojo, le obsesiono a no perderla y tiempo después a recuperarla, porque anhelaba tanto sentirse feliz y es que cada vez ese sentimiento se veía tan lejano que le dolía, y ahora, ya ni siquiera puedo decir si el realmente ama a Se-Ri o no quiere sentir de nuevo la soledad desoladora que se apodera de su ser.

Era obvio que ambos necesitaban tiempo para reflexionar o hasta a ir con un psicólogo para hablar sus problemas y sentimientos.

Tal vez así, puedan estar felices y en paz.

De lo que él chico sí estaba seguro, es que se arrepentía de todo el daño que le había hecho a la chica.

Por otro lado, ya era fin de semana y por ende, el día en que saldría con Eun-Woo, eso le alegraba un poco pues con él se divertía y se sentía feliz.

Empezaba a cuestionarse si en verdad quería volver con Sun-Oh, y al pensar en ese nombre se dio una cachetada metal, si quería ser feliz, lo primero que debería hacer era dejar de pensar en el pelinegro.

Suspiro y salió de su departamento, se metió al elevador y este comenzó a bajar, se sentía tan estresada que con el simple hecho de salir de casa le parecía una opción tan poco emocionante, la realidad era que quería quedarse en cama todo el día, no tenía apetito y lloraba de la frustración casi todas las noches.

Al salir del elevador notó al chico esperándola recargado en su auto con los brazos cruzados, tenía una camisa de botones color vino y unos pantalones negros con zapatos del mismo color, Se-Ri no pudo evitar sonreír.

El muchacho al darse cuenta de su presencia le dedicó una adorable y bonita sonrisa, se acercó a ella y le dio un cálido abrazo.

-¿Estás lista para el mejor día de tu vida?-Preguntó con entusiasmo a lo que ella rió.