↬mesero . ✦. ⋆ | sunki

𝑺-𝑺𝒊𝒅𝒆

Por fin habíamos salido del tráfico. De todas formas me siento muy mal por llegar demasiado tarde.

Los tres bajamos del carro y decidimos buscar a Ni-ki.

Nos tardamos al rededor de diez minutos para encontrarlo. En verdad, él estaba en la entrada principal a los juegos, pero nosotros estacionamos por el lado contrario.

Lo vimos desde la esquina y quería sorprenderlo.

Me sentí como un super agente secreto tratando de que no me viera, caminando en "silencio"; aunque no creo que igual escuchase mis pasos por todo el ruido del ambiente.

Me acercaba y parecía que se iba a ir.

Caminé por detrás de él y...

- Hey hey, ¿A dónde vas? - Sentí como se tensó al taparle los ojos - Adivina quién soy...

- ¡Aléjense, se dar patadas y no tengo miedo en usarlas!

Me dio un poco de risa esa reacción. Incluso si tuviera malas intenciones, estamos en un lugar público como para golpearnos.

Me recargue sobre Ni-ki.

- ¿Me vas a dar una patada voladora? Creo que ya no te daré chocolatadas gratis.

- ¡¿Sunoo?!

- No se quién es él.

- Ay, Sunoo hyung. ¿Eres tú? Dime que sí por favor.

Retiré mis manos y me senté a su lado.

- Claro que si - Le sonreí, Jungwon y Jay se acercaron - Discúlpanos Ni-ki. No era nuestra intención demorarnos. Tampoco te quitaré las chocolatadas en forma de disculpa.

- Emmh, no se preocupen. ¿Pasó algo?

- El auto se ensució - Jay lo dijo como si fuera lo más triste de hoy.

- Si serás... - Jungwon, yo también le daría un golpe - Hubo un accidente y se rompieron las tuberías por la calle en la que veníamos. Habían muchos autos varados, y tuvimos que esperar.

- Oh bueno, es entendible. Les quería llamar pero no tenía saldo...

- Yo también te quería mandar mensajes Ni-ki, pero no había señal

- Lo bueno es que ya estamos juntos. Digo, o sea, me refiero a todos... Los cuatro. Y estamos bien.. Si.

- Tienes razón. Bueno, ya que estamos aquí... ¿Podemos entrar a los juegos?

- Jay eres un impaciente...

- Si ¿Y? ¿Es que a eso vinimos no? ¿O nos regresamos a casa? Porque podemos ir ahora al auto.

- No no no, Hyung, tú sabes que yo quería subir a las tazas y a los carros. ¡Mejor ya vamos!

Yo creo que ambos son impacientes.

Ambos entraron, y nos dejaron atrás. Aunque no irán muy lejos porque en mis manos tengo el poder del dinero para pagar las entradas.

Vaya Sunoo, eres grande.

Extendí mi brazo hacia Ni-ki para que se levante y entremos a los juegos.

- ¿Y tú a que juegos te quieres subir?

- Pues, a cualquiera. Pero prefiero los que son muy altos, o los que van muy rápido. Si pudiera saltar de alguno, me subiría a ese.

- Así que... ¿Te gustan los juegos o los deportes extremos?

- Jajjaja, no me digas que te dan miedo. No creo que ninguno de los de aquí sean demasiado "extremos"

- Mmm. ¡No me dan miedo! Solo quiero estar seguro.

- Mira, te prometo que el momento en el que pienses que te vas a caer o vas a salir volando, me puedes decir y agarrar de mi.

Tampoco es un gran alivio que digamos...

- Si pienso que me voy a caer o salir volando, te diré a quienes le dejaré mi pequeña herencia.

- Déjame a mi una pensión vitalicia de la cafetería.

Suspiré.

- Mejor vamos a comprar las entradas. Nos están esperando.

Compré las cuatro entradas y al fin ingresamos al lugar. Parecía que tendríamos una grandiosa tarde.

Las luces de colores, la música, la decoración, la típica comida como las manzanas acarameladas y el algodón de azúcar; y sobre todo mis amigos. Todo junto parecía que sería un recuerdo muy lindo.

¿A esto se refieren cuando dicen que es la mejor etapa de mi vida?

En verdad, lo único que importa ahora es poder comprar un dulce antes de que se agoten.