My soul will always find yours//Bucky Barnes

Capítulo 1

Yacía en la cama cuando Jarvis le despertó, eran las 5:30 a.m. Al abrir sus ojos se giró hacia su izquierda, ahí estaba, la única persona que le hacía sonreír, James. Él posó su gran brazo sobre su delicada cintura, la abrazo acercándose a ella. Lo primero que hizo fue cerrar los ojos de nuevo y acurrucarse al lado de él. James le aportaba un calor inexpresable, le hacía sentir segura.
Después de unos minutos decidió abrir los ojos, siendo así, cuando se encontró con la dulce mirada de él.  
   -James, me encanta estar junto a ti abrazados en la cama, pero sabes que Steve me espera en 20 minutos para ir a correr y a entrenar- Cada mañana salía a correr y entrenar con Steve, él le ayudaba a ejercitarse. Después de entrenar se pasaba por las oficinas de su padre, Tony Stark, para saludar y echar una mano antes de ir a trabajar. 
  -Lo sé muñeca, pero no quiero que te vayas- A James, o como sus amigos le suelen llamar, Bucky, le encantaba quedarse toda la mañana al lado de Lu pero no era algo que hicieran muy seguidamente.
  -Amor, tengo que ir a vestirme. Cuando vuelva de trabajar si quieres, podemos ver una película juntos o algo-  Le esperaba un día largo, solo quería que su persona reconfortante le estuviese esperando al llegar a casa. 
  -Mmm me lo tengo que pensar, no sé si dejarte ir- Lu estaba acostumbrada a que James no le dejara irse a la primera, sabía cómo negociar con él. 
  -Está bien, mientras lo piensas me iré a vestir- Tras eso le dió un delicado beso en la mejilla. Se levantó de una, se dió cuenta demasiado tarde de que se había puesto en pie demasiado rápido. Se mareó, y efectivamente, James con lo observador que era, se dió cuenta.
  -Estás bien muñeca?- Cuestionó él rápidamente. Sabía que algo no andaba bien, no era la primera vez que pasaba. Era consciente de que había personas que al levantarse se mareaban por la circulación de la sangra, pero con Lu, con Lu sabía que no era así. Anteriormente Lu ya había pasado por problemas alimenticios, en aquel entonces no era capaz de levantarse sin marearse, y, no era la primera vez en los últimos días que se mareaba. 
  -Si, solo me he levantado muy rápido-  Sabía que James pensaría que no era por eso pero tan solo decidió ignorarlo y continuar con su día. 

Se levantó y se dirigió a el vestidor. A pesar de ser lo suficientemente grande para vivir en su propia casa, vivía entre la torre de los vengadores y la casa de James. Esa noche la había pasado en la torre junto a James.
Se demoró unos 15 minutos en elegir qué conjunto ponerse, durante el proceso acudió un par de veces a James para saber su opinión. Al acabar, se dirigió al lavabo para recogerse el pelo, cogió su botella de agua y se dispuso a coger el ascensor. Al llegar a abajo se encontró con Steve, se notó que llevaba tiempo esperando esperando por su expresión. 
  -Quedamos hace 15 minutos, llevo esperando desde hace bastante rato- Exclamó Steve tratando de poner cara seria a pesar de que se le escapaba la sonrisa.
  -No es mi culpa. Es Bucky que no me deja salir de la cama- Explicó ella tratando de justificar el porqué había llegado tarde.
  -Y también por lo que tardas eligiendo tu "outfit"- Añadió Steve riendo.
  -No es cierto, siempre me pongo lo primero que encuentro- Aclaró ella tratando de no delatarse.
  -Venga Lu, nos conocemos desde hace mucho tiempo, sé cuando mientes, y también sé que te tardas en elegir tu ropa- Los años que llevaban siendo  casi como hermanos la delataron. 

Tras 1 hora y media volvieron a la Torre. Al subir hasta la cocina, junto a la cual estaba la sala d estar sen encontraron con Tony, Pepper, James, Natasha y Peter. Tony se estaba preparando para ir a las oficinas con Pepper para arreglar unos asuntos. Mientras tanto, Peter estaba desayunando unos cereales integrales, en una hora tenía que estar en la universidad. Era su último año antes de acabar la carrera, estudiaba ciencias tecnológicas, era algo que siempre le había apasionado. Natasha estaba preparándose un café antes de salir, tenía que ir a trabajar con James y Steve. James había creado su propia empresa hacía unos años junto a Steve, Natasha también trabajaba con ellos. La empresa, al ser lo creadores vengadores, ganó popularidad muy rápido, llegando a ser una de las empresas más populares en todo el país. Al entrar Lu saludó al resto, Steve se dirigió a la cocina a prepararse unos de sus batidos de proteína.
  -Cómo ha ido todo?- Cuestionó Tony.
  -Bien- Contestó respondiendo a su pregunta, había sonado un tanto cortante pero Tony no le dió mucha importancia, era normal en ella. 
  -Quieres que te preparé algo para desayunar?- Preguntó Pepper siendo así la primera en ofrecerle algo de comida. 
  -No, no tengo hambre- Dijo respondiendo a su pregunta.
  -Que vas a hacer hoy?- Preguntó Natasha amablemente.
  -Iba a pasar por las oficinas Stark como siempre, pero creo que acompañaré a James-  Contestó aclarando su cambio de planes.
  -Y ese cambio de planes muñeca?-  Dijo James tratando de contener la suave sonrisa que se le escapaba. Llegar a la oficina, su oficina, acompañado de su muñeca era de las mejores sensaciones para él. 
  -Pensé que estaría bien acompañarte- Respondió sentándose encima de James, el cual estaba sentado en una de las sillas que rodeaban la isla. 

Tras desayunar, James se dirigió a la habitación de Lu donde, donde estaba las prendas que había traído el día anterior. La mayoría de sus prendas se encontraban en su vestidor, el cual estaba situado en su lujosa habitación de su mansión. Lo único que tenía en la torre era un par de pijamas y camisetas de cuando se quedaba a dormir allí con Lu. 
Después de vestirse, y de esperar a que su muñeca se preparara, se dirigieron al parking para coger el coche de James. 
Antes de ir a las oficinas pasaron por casa de James, tenía que cambiarse antes de ir a trabajar. Se dieron una ducha rápida, para refrescarse. James se puso un traje de Tom ford, su marca favorita para los trajes, rodeó su muñeca con un rolex y se recogió rápidamente su suave cabello en un recogido detrás de las orejas. 
  -Muñeca!- Exclamó James sabiendo que Lu estaba en la cama esperando a que él acabara de vestirse.
  -Que pasa amor?- Contestó ella mientras estaba en la cama envuelta en la toalla en la que James la había rodeado.
  -Que te vas a poner hoy? Es que tengo un regalo para ti- Le había hecho a mano una pulsera, en el centro había un corazón, los hilos que había usado eran de sus colores favoritos, en el nudo había una dulce mariposa. 
  -El vestido rojo que me compré el otro día. Me vas a dar el regalo ya?- Le encantaba que James le hiciera regalos, pero era un tanto impaciente.
  -Me lo pensaré- Contestó él saliendo del vestidor ajustándose los puños de la camisa. 
  -Venga va, porfi- Dijo ella poniendo carita de perro mojado. Nuna era así con nadie. De hecho ambos, de algún modo u otro, eran igual de bordes y cortantes con el resto. 
  -Vale, pero prométeme que esta noche veremos una película juntos- No iba a aceptar la petición de ella sin nada a cambio.
Ella acabó aceptando su petición. Tras eso, James le dió su regalo. Le encantó, era perfecto. Era de la medida exacta de su muñeca, iba a juego con la ropa que se iba a poner. Los colores eran exactamente de la tonalidad que le gustaba. Todo era perfecto, como él. 
James le ayudó a ponerse la pulsera. Tras eso la elevó al lavabo, la cogió por la cintura, la elevo y la dejó delicadamente sobre la pica. Se sacó la camiseta dejando a la vista su figura. La desnudó por completo para después rodear su piel con la suave tela. Al acabar de vestirse se puso uno de sus pares de tacones favoritos, eran negros y de terciopelo, se los había regalado su padre, aunque probablemente los eligió su madre, Pepper. Unos accesorios después ya estaban saliendo por la puerta del gran parking. 

Cuando llegaron a las oficinas, la secretaria de James les tenía preparado un café a cada uno. El de James era café negro, sin nada más. El de Lu era café con leche, caramelo y hielo. Llevaba incluida una pajita azul, como a ella le gustaba. Tras cada uno coger s café, subieron al ascensor, subiendo así a la última planta, en la cual, están las oficinas de Steve y James. 
Al llegar a lo más alto, se encontraron con Steve. Había llegado hacía unos minutos. Se acercó a James y le comentó que tenían un reunión en unos minutos. Lu acompañó a James a su despacho. Él se puso a acabar de preparar una presentación con unos gráficos, los cuales iba a necesitar en la reunión. Tenía que cerrar unos cuantos tratos entre otras cosas. También tenía que hablar con su abogada para preparar su testificación ante la última demanda que la habían puesto. 
Al acabar de preparar los gráficos le pidió a Lu que le esperara en el despacho.
  -Muñeca, si quieres me puedes esperar aquí en el despacho. Igualmente sabes que puedes ir a hablar y todo con quien quieras. Estas oficinas, y la empresa en si, sabes que son como tuyas. Todo lo que es mío también es tuyo- Explicó James dejándole claro que podía hace lo que quisiese mientras él estaba en la reunión.
  -Vale, aunque igualmente creo que me quedaré aquí dibujando o algo- Respondió ella. Tenía pensado hacerle un dibujo para dárselo cuando volviese. 
  -Ok, mejor me voy ya a la reunión. No quiero llegar tarde- Dijo abandonando el despacho en el que se encontraban ambos. 
Antes de irse le dio un delicado beso acercándose a ella con su brazo, el cual rodeaba su cintura de una forma muy dulce. 
Al quedarse sola en el despacho, Lu se puso a hacer anillos de papel con post-its. Siempre le regalaba anillos de papel a James, él los guardaba en un pequeña caja. 
Tras una hora y media, en la que Lu había dibujado, escuchado música y había hecho anillos de papel, James apareció de nuevo. 
  -Muñeca perdón por tardar tanto en llegar. La reunión se ha alargado un poco- Dijo excusándose de su tardanza. 
  -Está bien, no pasa nada. Y una cosa, mi padre me ha escrito, quiere que vaya a casa para una cosa, dice que es urgente- Le explicó.
  -Todavía tengo que acabar de hacer unas cosas. Pídele a Jeremy, mi chofer, que te acerque. Cuando acabe iré. Si pasa algo llámame. Vale muñeca?
  -Vale, te quiero James- Se acercó y le dió un beso delicadamente Estaba un poco nerviosa porque no sabía lo que pasaba, pero tenía que ser algo bastante fuerte como para que su padre lo considerase urgente. Y efectivamente, lo que le esperaba al llegar iba a cambiar su vida por completo.

-L