Diario de conquistas

Ligue en camerinos

Estaba tranquila en el Gimnasio como cada mañana cuando este espacio podía ser un lugar tranquilo, sin bulla, sin ruidos molestos de pesas cayendo al piso ni gente adrenalínica. 

Mi paz y yo. Se había convertido en mi lugar favorito. Siempre venía 6 am y me iba 8:30 para llegar a la universidad. La gente solía empezar a llegar a las 8 y dejaba a todos en sus puestos.

Las del counter, los entrenadores, los señores de limpieza. Me llevaba bien con todos aunque no conocía a ninguno de forma real. Todos eran saludos y formalidades. Finalmente era la jefa y quizá me temían pero en el fondo era una chica de 21 años con más miedo e inseguridades que todos ellos juntos. 

Esta mañana descubrí que al fondo del Gym había un salón inmenso, no era el de baile ni el de pilates y tenía una barra de ballet. Decidí entrar. Traía mis mallas en la mochila, me cambié y comencé a ensayar cada movimiento, estiramiento y giro. Estaba tan sumida en lo que hacía que el tiempo pasaba desapercibido. 

De pronto comencé a escuchar una voz muy familiar. Era mi padre ¿pero qué hacía aquí? . No podría verme con esta ropa.

Corrí hacia la primera puerta que encontré al lado del salón y era el baño. Uff_ suspiré aliviada hasta detectar que era el baño, pero de hombres

Corrí hasta una de las duchas porque el único baño con puerta estaba ocupado y los demás eran inodoros libres. Intenté halar de la telita que hacía de cortina pero alguien apareció.

Me miró con cara de incredulidad, extrañeza, sorpresa, asombro y algo de picardía, podría atreverme a decir.

-No me mires así, me estoy escondiendo_ dije en un hilo de voz

-No te preocupes, pero te digo que deberías salir ahora y podrías pasar desapercibida. No eres la primera chica que se cola en el baño de hombres

-Imposible que olviden mi rostro, si alguien me ve se acordaría siempre

-Ok parece que alguien aquí tiene el ego un poquito elevado

-Y parece que alguien es un poco juzgon

-No nos guiemos de las apariencias_ dijo él

-Nadie te dijo que las apariencias engañan, no es el ego. Es el miedo hablando por mi, mi padre esta afuera y no puede verme en este traje

-¿De ballet? ¿Por qué no? Si te ves hasta tierna. 

-Tú también te ves buena persona y podrías ser un asesino

-No negaré tu teoría. Los asesinos, acosadores y hombres más peligrosos siempre se presentaron como buenas personas y eran lobos disfrazados de corderos

-Ey alto que no vas a asustarme, tú no pareces ni lobo ni cordero, así que shhh, simplemente no me delates

-Pero ¿qué haces en el baño de hombres?

Cuando me disponía a salir para no contestar su pregunta escuché a papá y escuché mas voces masculinas.

Todos los chicos que habían estado entrenando en el gym venían hacia las duchas no tuve más opción que retroceder y volver a meterme en la ducha.

Escuchaba la voz de papá cada vez más cerca así que atraje al chico lobo cordero hacía mi, yo dentro de la ducha y él se negó

-Ey¿Qué haces? 

-Shsss, nos van a oír_ le dije para que hiciera silencio y se metiera conmigo

-No me voy a meter contigo dentro_ dijo él

-Ey ¿por qué no entra? ¿qué está pasando capitán ¿se piensa meter con ropa?_ gritaban otros chicos

-Apresúrate, van a sospechar_ le dije sonando está vez un poco más cordial. Los nervios me tenían como loca 

Él enarcó una ceja

-Quítate la ropa rápido_ demandé

-Ey ey, nunca me lo habían pedido así. Osea primero invítame a salir o por lo menos pídeme el número de teléfono

-Apresúrate - le dije mientras le desabrochaba la camisa para acelerar el proceso

-Me estás desnudando - tocó su pecho en un intento de hacerse el dramático

Solo volteé los ojos

-Me haces sentir como una mujerzuela

-Sería un hombrezuelo

-Me gusta más lo de mujerzuela_ dijo él

-No parecen gustarte los hombres

-¿Quién lo dice? , quizá me encanten. Las chicas me tienen sin cuidado no me provocan nada - me guiño un ojo

-¿Así? Pues comunícaselo al bulto que tienes bajo los bóxers que dice todo lo contrario

-Deja de verme ahí muchachita que tengo los ojos aquí arriba y cuando uno habla, por educación, lo miramos a los ojos

Lo jalé del brazo mientras tiró todas sus prendas fuera y corrió la cortina tras de él

-Cap ¿por qué cierra su cortina?, si entre hombres nos bañamos con libertad. Descuide que nadie va a mirar

-Precisamente lo hago porque debo lidiar con una erección y no quiero acrecentar sus inseguridades

-Cap ¿qué dice? _ empezaron a abuchear todos los otros chicos

-Ustedes saben. Tengo una artillería que intimidaría a cualquiera y no quiero tener sobre mi miembro sus miradas de envidia o peor aún que alguno me mire con ganas

-Ey cap aquí no hay maricas. Todos somos bien hombresTodos rieron y empezaron a salir de sus duchas . 

Él y yo seguíamos solos, juntos y mirándonos bajo el chorro incesante de la ducha. Que por cierto era agua helada y yo lo estaba lamentando.

Aunque su cercanía me empezaba a provocar una extraña sensación de sofocación. ¿Es que el agua se había calentado o qué pasaba conmigo?

FIN HISTORIA 3. Publicada 24/09/2021