Capítulo II

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Cinco horas después

-Avery no está muerta. No puede estarlo -fue lo primero que dijo Sabrina en respuesta a la revelación dicha por la Directora Chadwick, y lo que seguía diciendo. Avery podía estar muerta, la noche anterior la había visto y se encontraba tan viva como ella actualmente.

-Sabrina, deja repetir eso -habló Alexis en un murmullo casi inaudible-. Me da escalofríos.

-¡No puede estar muerta! -repitió la chica-. Yo misma la ví anoche antes de irme a la cama.

La contraria rodó los ojos. Claro que se sentía mal por la muerte pero, el solo recordarla le causaba un nudo en el estómago.

Ambas se encontraban en la habitación de la mayor, procesando lo que la Directora Chadwick les acababa de decir. Era una bomba.

-Sabrina, escucha -tomándola por los hombros, Alexis obligó a Sabrina a que la mirara-. Avery también era mi amiga y no sabes cuanto me duele, pero debemos enfocarnos en buscar al culpable para hacerle justicia y así ella poder descansar en paz -los ojos rasgados de la menor se enfocaron todo el tiempo en los de su hermana, muy profundamente-. Ella no hubiese querido que sufriéramos, lo sabes -Sabrina asintió-. Sabrina, lo sabes, ¿No?

-Si -pronunció la castaña con un tono de niña pequeña al verse descubierta en medio de una travesura. Su boca formando un puchero y el labio inferior temblando a punto de romper en llanto, hizo enternecer el corazón de Alexis.

Sabrina se alejó de su hermana lo más rápido que pudo, necesitaba respirar y asegurarse que podría hablar sin llorar, y con Alexis mirándola le iba a hacer difícil.

-Era mi mejor amiga -recordó, yendo a sentarse junto a Alexis, quien luego de ver la reacción de la chica, decidió darle un poco de espacio. Sabrina recostó la cabeza en su hombro.

-No ha pasado ni un día y ya la extraño -confesó la morena. Sabrina asintió en silencio, temiendo que al hablar la voz se le quebrara.

Una sonrisa partida asomó levemente los labios de Sabrina cuando en un momento los ojos de esta se posaron en la piel de su hermana. Un recuerdo de Avery le vino a la mente, la rubia ceniza decía con mucha seriedad que tanto Sabrina como Alexis eran el Yin y el Yang, versión hermanas. La piel de Alexis de un color moreno intermedio tan distinta a la de Sabrina que era de un blanco exquisito, siempre le causó fascinación, alegando que la genética hacía maravillas.

La sonrisa no se borró del rostro de la agonizante, seguía ahí, incluso cuando flaqueó por el dolor que le causaba el ya no tener a su amiga.

Otro recuerdo azotó la mente de la castaña. El destello fugaz de cuando le explicó a Avery su historial familiar se posó en su memoria, quedándose arraigado en lo profundo de la mente de la chica.

«-¿Tu papá es moreno? -preguntó Avery, alzando las cejas con extrañeza. Acababa de conocer a era extraña chica y por alguna razón su loca mente le atrajo de una manera que no podía explicar.

-Si -volvió a repetir Sabrina, la felicidad inundando su hermoso rostro-. Y mi mamá es blanca. Alexis salió buscando a mi papá y yo salí como mi mamá -explicó con simpleza-. ¿Acaso nunca haz visto un matrimonio interracial?

-¡Si! -gritó divertida la contraria, la extrañeza aún dominando en ella-. Es solo que los matrimonios interraciales que he conocido han tenido hijos de color.

-¿No ves televisión? Hay muchos niños hijos de parejas interraciales que no son negros.

-Mi mamá no me deja ver mucha televisión -confesó la rubia, sus ojos entristeciéndose de repente.

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⏰ Last updated: Sep 18, 2021 ⏰

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440: Todos los secretos serán reveladosWhere stories live. Discover now