Orígenes 2

La premonición de una traición asegurada

Creí que nunca coincidiría contigo, conocí la marea,pues hace mucho los ángeles tocaron el suelo y se me acercaron para transformar los cúmulos de alpiste y desvelo a tu antojo,para encadenarme a ti, y ser quien nunca deje de cruzarse contigo en cada vida, pero ello se debe a una cadena infiel, la maldición que yace en el libro de la trascendencia, ¿el porqué estoy contigo? ¿Quién eres tú?¿Cómo eres parte de mi ser?

Allí entendí las circunstancias más obsoletas...

Me enamoré de una mujer de grandes ojos, y melena descompuesta, su mirada yacía en el alma de mi vida, y sabría que cuando casi moría,ella era la que socorrió,pues las flechas inundaron de lágrimas y martirio la cruda vida medieval de sus arcos, los caballeros en contraataque, y la reina se despotricaba ante las islas de oeste,y los pueblos nuestros se enteraron de que serían exterminados,saltó y clamó de horror nuestra gente, y los que corríamos al frente de batalla éramos los más fuertes ante tanta fila de desnutridos y gente sin muchos recursos para vivir,mi padre estaba en contra que yo me lanzara a la guerra, pero siempre me destaqué por a pesar de todo, era mi patria amada, mis tierras y su gente.

Nuestros hijos se hallaban terriblemente apavorados por los furdigones y las lanzas que acribillaban sus padres en frente de ellos, y las valerosas obras que entregaron en vida sus progenitoras, el pueblo estaba sucumbido y a la vez decidido a ganar sea como fuese, pero lamentablemente, siempre las nubes arcadias tan grises como un martes 13 se avecinaron detrás de las buhardillas reales, y en el campo donde más de dos mil hombres se enfrentaban a dar sangre y gloria a su bandera, los del otro bando eran más fuertes y cargados con armas en gran medida más poderosas que la de nosotros, pero junto a mis primos y sobrinos corrimos hacia el bastión de la torre y desde allí armamos las municiones cargadas desde medio atardecer previo a la lucha, la guerra se ponía ardiente, el sol nos abandonaba, y las esperanzas comenzaban a desprenderse, casi no podía ver el mar detrás de las nubes, ni los barcos se llegaban a posar sobre la orilla, pero la masiva multitud rabiosa del lado enemigo convenió hacer un marco en traición y cogió varios de los nuestros,a matarnos, a destrozarnos, a hacernos destrucción, a nuestras mujeres,y nuestros niños, todos sabían del aroma de las armas atravesando la carne humana, los alaridos quejumbrosos y la tragedia griega de Homero,pero nadie conocía lo que era vivirlo en persona y las montañas que se construyeron eran derrumbadas en nuestras caras, la paja de los tejados y casas más humildes, ellos invadieron sin pudor,ni conciencia, los niños que encontraron los quemaron vivos y los degollaron, eran bárbaros los que peleaban, pero nosotros con la tristeza de Dios por no defender su honra, ni la blasfemia injusta de morir y destrozarlos con tal estruendo,nos empujó a armar la fuerza de otros pueblos, Atrhei corrió y los elevó a todos los otros manueps a enfrentarse a sus predecesores, los de la armada occidente ya tenían ganada la batalla si no interrumpiamos el paso para agitar sus máquinas y banquete de soldados, pero en vez de eso, colisionamos con sus caballos y armamento druida en busca de salvar a la madre tierra, Ezothks era nuestra y no impediríamos que gritaran vicrtoria, fue allí mismo que derrotamos a las tropas del occidente, y las que venían por el subterráneo hacia la campera, nos volvió la misma tonalidad de prisa y apuro, tornaron sus vientres entre las nubes y las heladas volcanicas y salieron para atizarnos, nos amordazaron, cuando en eso vino Aldrhet, y el grupo de soldados capaces de eliminar toda barrera, sus mujeres tan fuertes y guerreras nos soltaron, apareció Gida,  y allí nos enamoramos, la sirena de los enloques de Adrutk, fue la hija de una guerrera de tierra, madre de arena, y padre de cielo, sus hijos no serían herederos,pero aunque todos murieron por falta de oxígeno, sus otras 4 hermanas y ella eran las que dominaban el bando de los bosques acuáticos, ellas nos ayudaron a demoler a las bestias hirviendo el agua a punto de Frkjyues, Sus únicas luces de vida fueron las que nos nos dejaron solos, alcanzabamos por poco la victoria,si no fuese por Anferas, un hombre de 4 metros de alto que se impuso a nuestras cabezas y con sus cachos nos imbistió en la oscuridad, de la niebla y del polvo de la masa oscura, sus siervos eran los posibles dueños de tal catastrofe, ahora entendía sus senos de los que chupaban  sus hijos bestias, pero de allí la única voraz criatura capaz de vencerlo era Ashieo la madre aqw de los vientos de norte,la que nos protegía de aquel terrible lucifer donde emergían sus caras  y cuernos, pero no eramos las presas de su plan,sino los objetos para su despertar,nuestras acciones lo habrían despertado,eso nos amordazó entre las lagunas de agua, allí surgió su medio cuerpo y el agua se hizo apestilente, el agua se destruyó y la tierra se dividió.