Pensaba darlo por muerto apenas terminaran los últimos días de invierno, pero después de todo sigue vivo.
Gracias, muchísimas gracias...

- ¿Tormenta? Lluvia, lluvia

- Si, si. Te llevaré con ella en cuanto pueda, lo prometo. Ella también te extraña muchísimo

Me sequé los ojos mientras sonreía torpemente, alejándome un poco del ave.
Él ladeó su cabecita, mirándome con curiosidad, antes de picotear ligeramente mi mano.

- Ah, l-lo siento, no tengo comida para ti. Te daré bichos extra en cuanto volvamos, ¿Bien?

Le acaricié el lateral de su cabeza, él se sacudió un momento pero terminó permitiéndome que lo tocara.
Ah, estoy tan aliviado... Podría echarme a llorar solo de lo ligero que se siente mi pecho ahora mismo.

- Entonces, por supuesto que no pensabas quedarte aquí

Genial, por un momento me olvidé de él.
Me giré ligeramente para mirar a Ukyo, él me regresó la mirada desde la entrada a su "hogar".
Sonreía, pero no con una arrogancia típica que te esperarías de alguien que acaba de descubrir a alguien confesando su propio engaño.
Más bien, era una sonrisa más suave. Casi parecía... conmovido.

- Por supuesto que no, eso ya lo sabías

- Lo suponía, pero siempre es bueno confirmar

- ¿Cómo es que Azul terminó aquí?

Acaricié el borde del collar de fibra que Suika le había hecho al ave, él pareció disfrutar las caricias pero noté un extraño movimiento en su ala, así que lo cargué en mi regazo para revisarlo.

- Su ala está herida... ¿Acaso tú le disparaste mientras volaba?

Miré a Ukyo de inmediato mientras me llevaba la mano a uno de mis bolsillos, dónde había escondido un pequeño cuchillo sin mucho filo.
El chico se apresuró a negar tanto verbalmente como con un gesto de sus manos, acercándose a mí mientras se explicaba.

- ¡Por supuesto que no! Fue uno de los grupos asignados a la vigía, hay un par que saben usar el arco muy apenas y lograron herirlo un poco al verlo pasar. Supongo que les pareció divertido estar disparando hacia los pájaros mientras nada pasaba, por supuesto que hice que los quitaran de su sitio después de eso...

- ¿Cómo sé qué dices la verdad?

Ukyo me miró con seriedad y estiró una de sus manos hacia mí cuervo. Aparté a Azul de inmediato, pero Ukyo me pidió que le permitiera acercarse un momento.

- Si yo lo hubiera lastimado, él no confiaría en mí, ¿O sí? Es un chico listo

Ukyo abrió la palma de su mano, mostrando un puñado de pequeñas y jugosas bayas silvestres.
Azul fue hacia él sin ningún reparo y picoteo la ofrenda animadamente.

Me seguía sin dar una muy buena espina esta situación, pero si Azul confía... Supongo que al menos puedo tener la certeza de que Ukyo no lo lastimó.

- ¿Y por qué lo ayudaste? Para ti debió ser solo un simple pájaro, igual que para ese par de idiotas que lo lastimaron

- No podía simplemente dejarlo ahí, y además...

Ukyo se dió un par de toquecitos en el cuello con su mano, sonriéndome al hacerlo.

- ... un "simple pájaro" no llevaría algo así, además, se dejó agarrar un poco fácil después de que se convenció de que no lo iba a lastimar. No sabía si era una mascota o alguna especie de ave mensajera, pero sabía que tenía que venir desde su aldea así que era otro motivo más para no dejarlo ahí tirado

Enredo Cuántico /-Senku x Male Reader- Место, где живут истории. Откройте их для себя