17. AMENAZA ENCUBIERTA

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Serkan tiene un combate final en el que participar, y a pesar de que en el fondo sus motivos son oscuros, no quiero que pierda. Quiero ver como alza ese trofeo y se hace con la victoria de manera sana y deportiva, dejando en evidencia la pérdida de poderío de Efe de una manera en la que ninguno de los dos sale dañado.
Realmente, ganar el combate sería la venganza perfecta para un hombre que creer controlar todo y a todos. Si no puede con Serkan, siempre tendrá un punto débil, y esa simple idea lo volverá completamente loco.

Serkan Bolat:

La tortura de estar tan cerca de Eda y tener que controlarme para no hablarle, tocarla o mirarla más de la cuenta, está sobrepasando mis límites. Aunque la parte de mirarla era inevitable, es como si tuviese un imán y no pudiese apartar la vista de ella. ¿Quién puede culparme?

- Me voy a volver loco- apoyo la frente contra la pared cuando Engin se acerca después del gesto que le he hecho- Sé que me dijo que necesitaba tiempo, pero solo ha pasado poco más de un día.
- Amigo, es que no sé que pretendías- lo miro con cara de pocos amigos- Le mientes desde el día que la conoces, prácticamente le haces entender que cualquier cosa es más importante que ella y como pasan dos días, la echas de menos y te das cuenta de que la quieres, pretendes que vuelve a tus brazos con un simple perdón.
- Ya... ha sido un poco estúpido- me encojo de hombros, porque esa nunca fue mi intención, pero tampoco me había visto jamás en una situación como esta- Y la realidad es que no me importa el hecho de que jamás vuelva conmigo, no del todo, yo... solo quiero que no me odie. No quiero que me siga mirando con tanto rencor y dolor, porque nada me ha dolido tanto como eso.
- Entonces lo que debes darle es tiempo a que ella decida, deja que sea ella quién mueva las piezas.
- Si hago eso no sería yo mismo- sonrío levemente- Quiero hacerle ver que la amo, aunque ella no quiera saber nada de mí, y sí que respetaré su espacio pero no me voy a mantener lejos de ella.

Vuelvo a mirar a Eda, que ya se ha bajado de la bicicleta estática y me ha quitado las maravillosas vistas de su trasero en pompa. No estaba poniendo nada fácil el hecho de saber que me quiere y no poder estar ni a un solo metro de ella.

- Si es lo que te sale, hazlo- la mano de Engin en mi hombro sano me devuelve al mundo real- El objetivo es que seas tú mismo, no el hombre serio, vengativo y cerrado que le has enseñado hasta ahora, sé esa persona que conocemos los más cercanos a ti.
- Es más fácil decirlo que hacerlo.
- Mejor aún, ya es hora de que las cosas se te pusiesen complicadas- suspira- Entonces... ¿se acabó la gran apuesta de la final?
- Así es, no más apuestas, ahora solo quiero centrarme en el combate de la forma más alejada de lo personal posible.
- ¿Y te ves listo para competir?- sus ojos se fijan en el vendaje de mi hombro-
- El médico debería decirme que ya puedo entrenar a partir de hoy, y aunque he perdido días, me esforzaré bastante el resto para intentar llegar en la mejor forma posible- aunque me preocupaba no estar a la altura de un rival como Deniz- Aparte, sabes que...

Mi rostro cambia por completo al dirigir la mirada hacía el lugar donde se encuentra Eda y ver la nueva compañía que se ha unido a la actividad física. Al parecer, es nada más y nada menos que el mismo chico con el que caminaba bastante acaramelada ayer. ¿Qué hacía aquí? ¿Desde cuando era cliente del gimnasio y por qué Engin lo había permitido?
Mi corazón se aceleró por completo y noto como la furia crece en mi pecho, es la misma sensación que había tenido cuando creí que había vuelto con Cenk pero incrementada por mil. Ahora la situación era diferente, ahora conocía los sentimientos que tenía hacía mí, había besado sus labios, probado su cuerpo y... ¿por qué se está riendo? ¿Qué le parece tan gracioso de ese hombre?

- ¿Desde cuando es cliente?- asiento con la cabeza en la dirección que se encuentra, para que Engin sepa a quién me refiero-
- Oh, ¿Paul? Se apuntó con Ferit hace unos días. Normalmente suele venir por las mañanas pero parece ser que ha cambiado la rutina- gruño ante eso-
- No me gusta, está interesado en Eda y ese es el único motivo por el que ha cambiado la hora de entrenamiento.
- Y si es así, ¿qué ocurre? Eda puede estar cerca de cualquier hombre, incluso tener amigos que sientan atracción hacía ella- lo miro con el ceño fruncido, sabiendo que tiene razón- Si ella quiere algo con él, lo tendrá, si no quiere, lo importante es que ella deje clara su posición de amigo para que no le haga daño y lo comprenda. Tú no tienes nada que ver con eso.
- Lo sé, pero no significa que me guste el hecho de verla coquetear con otro hombre, ¿sabes?- verla reír me duele, porque ya ha conseguido más en unos minutos que yo en días-
- Paul es un buen chico, tiene suerte de tener a Eda cerca porque ambos se asemejan mucho en personalidad.
- Engin... - se echa a reír-
- Por desgracia, esa chica está enamorada de ti y no creo que vaya a iniciar algo con otra persona de manera inmediata. Tampoco creo que lo haga de manera lejana, te vas a encargar de ser su sombra hasta que te perdone.
- Mira como lo vas pillando- niego con la cabeza, sin querer mirar hacía ella-
- Entonces no vea como está acariciando su mejilla ahora porque vas a estallar de celos.

A PRUEBA DE GOLPESWhere stories live. Discover now