Golden String • Larry

7. The exit

—que amable, gracias—bufa, volviendo los ojos al cielo—Pero, en serio, ¿por qué te interesa? No es como si de repente te preocuparas por mí.

—simplemente estoy intentando ser decente—responde como si fuera obvio. Sin embargo, Louis permanece inseguro de si creerle o no. ¿Es ese el primer aviso del Apocalipsis o Harry en serio está haciendo un esfuerzo por que las cosas entre ellos mejoren?—Parte de la tregua es intentar llevarnos bien.

—primero, la tregua se basa nada más en no matarnos entre nosotros—pone los brazos en jarras, atónito por el rumbo que la conversación ha tomado. En ningún momento acordaron hablar de trivialidades y fingir que todo estaba bien entre ellos. No cuando por los últimos tres años, Styles se ha encargado de hacer su vida miserable—segundo, no sabrías lo que es la decencia ni aunque te golpeara en el cara.

—¿y tú sí?

—para tu información, soy alguien muy decente cuando no estoy tratando contigo.

—oh, no me cabe duda. Sobre todocuando le haces ojitos a Danny.

—yo no le hago ojitos a nadie—se queja indignado. Por algún motivo, le molesta que Harry se burle de sus intentos de coqueteo. ¿Y qué si le atrae Danny? El chico ha sido todo un encanto con él desde el primer momento—¿a qué viene eso?

—nada—resopla, retrocediendo hasta que el espacio entre la silla y la pared le permite ponerse de pie—olvídalo. Y suerte para la próxima. Estamos en temporada de lluvias, perdedor.

El castaño observa su espalda alejarse y se maldice por siempre ser el que se queda atrás.

Afortunadamente, Louis no vuelve a hablar con Harry (ni siquiera en detención) y apenas lo determina por los pasillos de la escuela en el transcurso de la semana. Está demasiado ocupado balanceando sus obligaciones entre la página web, corregir a Zayn, prepararse para los exámenes y realizar ensayos que terminarán en la basura. No se queja, en general le gusta invertir su tiempo en actividades que lo distraigan de todo lo que va mal en su vida, como el hecho de que Jay está haciendo turnos dobles y es muy poco lo que descansa en casa.

Louis quiere ayudarla, en verdad que sí, pero cada que se ofrece a conseguir un trabajo de medio tiempo por las noches, Jay enloquece y lo regaña por preocuparse de cosas que no tienen nada que ver con él. Apenas le da tiempo de argumentar que él come y vive a expensas de ella, sin otorgarle nada a cambio, cuando la comida es servida, dando por terminada la conversación.

—no eres un peso muerto que arrastro conmigo porque me toca—dice Jay pocos días después de la última discusión que tuvieron al respecto. Louis está de espalda a ella, extendiendo la ropa en el tendedero mientras su mamá lava los platos—No quiero que trabajes y que te cargues con responsabilidades que no te corresponden. No es justo para ti.

—quiero ayudar—gruñe, pasando el gancho dentro de la camisa con más fuerza de la prevista.

—lo sé, Boo, pero me ayudas más estudiando y ganando créditos para entrar a una buena universidad—suspira. Louis nota por el rabillo del ojo como sus movimientos pierden fuerza y su cuerpo se va encorvando igual al de una flor marchita. A simple vista luce agotada—Hago lo que puedo para que no se note la ausencia de Mark, pero a veces es demasiado. Yo...—su voz se corta. Louis sabe que ha tocado fondo cuando el vaso que está lavando choca contra el borde del lavabo, resquebrajándose—simplemente quiero que seas feliz.