La vida de Odette pareciera insuperable. Una mujer hecha y derecha. Belleza, dinero y poder es lo que la rodea. Lo más parecido a una princesa... pero, ¿cuánta verdad hay en eso?
El dolor difícil se supera.
La diplomática más reconocida de Francia...
Llena de luces, ilustres museos, gustosa gastronomía y por supuesto, ambiente romántico. La ciudad del amor ofrece mágicos monumentos, calles de época y si tienes suerte, disfrutarás de los más grandes lujos que el mundo puede dar.
Un bello lugar, quizás el más bello que puedes visitar.
Sus callejones albergan un sin fin de historias, las construcciones contemplan eventos desde eras distantes y los roedores nocturnos, son lo único limpio de la aclamada metrópoli.
Si. Así es.
Las ratas podrán ser feas, rabiosas o incluso ladronas si no cuidas tu queso... pero eso es lo importante. Sabes qué esperar de ellas. No se esconden, no fingen inofensividad disfrazada de cautela y si dañan, lo hacen de frente.
Lástima que sean ellas quienes tengan que habitar las húmedas alcantarillas bajo la ciudad... Hay otro tipo de animales que merecen ese lugar.
Se imagina que por tener lo excesivo es suficiente. Una vida perfecta donde no hay tristezas ni carencias. Tener un apartamento en el centro con vista a la Torre Eiffel es sueño de muchos, pero realidad para pocos. Ahora sumemos más dinero del que podrías gastar, un buffet en la mesa siempre al despertar y tanta popularidad como el de un linaje real.
¿Un sueño...? ¿Cierto?
Sin embargo no te dejes engañar. Porque entre más sueñes, más mentirosa es la realidad.
La maldad se esconde tras los rostros más hermosos, las joyas más brillantes, y la ética más irreprochable.
Supuestamente la vida va dando a cada quien lo que merece. Dicen es karma, otros se lo ameritan al destino y muchos tantos no fanatizan en nada.
Yo opino que es una mentira más.
No hay que esperar nada para impartir justicia. Lo único que se debe tener es valor suficiente para una insurrección de tus propias cenizas, de tu propia muerte, y así no caer en un completo vacío.
Pero si lo haces, si llegas a caer, puedes pensar que has perdido el coraje, la confianza, felicidad, inclusive tu vida misma. Te derrumbas dejando escapar la fe y mueres...
O eso crees.
Una parte de ti lo hace. Una donde ya no hay cariño, ni empatía, lealtad, amor... Pero está bien. Porque solo es otra transformación más grande que la anterior. Es una bienvenida al paso de otra vida después de la, Destrucción.
Lo haré por ti, por mí, por los que ya no están y por nuestra libertad. Porque pocas cosas son tan peligrosas como un corazón traicionado.
Atte: D
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