La puerta de nuestra oficina se abrió y alcé la vista para encontrarme cara a cara con el susodicho entrando. Abrí la boca mientras que Phoebe se puso de pie al instante para recibirlo, cosa que normalmente hacía ella porque yo era un desastre con las personas. No me había visto así que decidí esconderme debajo del escritorio con rapidez, esperando que Phoebe entendiera mi escape como una demostración de mis intenciones.

—Estoy buscando a Allison Green. Me dijeron que esta es su oficina, ¿puede ser?

Resoplé, su voz sonaba tan sexy cuando decía mi nombre completo que me incomodaba solo escucharlo. Miré la alfombra debajo del escritorio y vi una mancha de café vieja, odiando que mal limpiaban en ese lugar.

—Sí, ella trabaja aquí. ¿Tú quién eres? —escuché que preguntaba Phoebe aunque la muy maldita seguramente sabía de quién se trataba. No recibíamos visitas de strippers tan seguido, sino de viejos aburridos que querían mostrar cómo los hombres mandaban. Nunca un hombre alto, guapo que hacía bajar las bragas con solo mirarlo.

—Soy Nick, el stripper que contrató ayer...

Solté un pequeño salto cuando escuché lo que dijo, horrorizada por sus palabras, y golpeé mi cabeza con el escritorio haciendo que varias cosas se cayeran al suelo. Vi como la taza de mi café también caía y hacía una gran mancha en la alfombra. Me puse de pie y tomé mi teléfono como si estuviera buscando eso en el suelo.

Lo primero que vi fue a Phoebe mirándome con una sonrisa picara y luego al susodicho con esa mirada divertida que me ponía nerviosa. Mi boca se cayó un poco al verlo de traje y luciendo tan comestible que no sabía por dónde comenzar. Bueno, sí sabía pero no lo iba a pensar en voz alta.

—Estaba buscando mi teléfono —les expliqué cuando seguramente era obvio lo que estaba sucediendo. Sin embargo, seguí la farsa como si nada. Me distraía mucho lo bien vestido que estaba Nick y lo bien que se veía de ese modo, aunque no entendía qué estaba haciendo ahí—. ¿Podemos conversar en la sala de reuniones?

Phoebe se rio mientras le regalaba una mirada significativa a Nick y yo lo tomaba del brazo para avanzar. Si lo dejaba solo seguramente iba a terminar siendo acosado y un poco de envidia me causaba eso. No quería que tuviera demasiada atención.



Entramos a la sala de reuniones, la típica sala con una mesa larga y miles de sillas que normalmente estaban ocupadas. En ese momento la soledad fue interrumpida por nosotros, pero tampoco hice nada más. Cerré la puerta detrás de mí y no lo invité a sentarse como haría con cualquier otra persona. Él me miró divertido, con las manos en sus bolsillos. Gracias a Dios.

—¿Qué haces aquí? —pregunté casi exigiendo explicaciones. No podía creer que él estuviera en mi lugar de trabajo. Casi me sentía acosada, pero tampoco iba a decirlo en voz alta porque sabía que estaba buscando excusas—. ¡No puedes venir a mi oficina y decir que te contraté como stripper!

—Pero técnicamente...

—¡Me importa poco lo que crees que pasó técnicamente! Te he dicho que lo nuestro está terminado. Te has ganado dinero de más por una noche, ve a disfrutarlo y déjame en paz.

El problema es que él no parecía querer irse tan rápidamente y lo noté cuando empezó a moverse por la sala, casi como si estuviera investigando el lugar. ¿Por qué no se iba? Me estaba volviendo loca, lo seguí mientras que con una de mis manos le mostraba la salida, pero parecía estar destinado a volverme loca.

—Mira, Ally...

—Soy Allison para tí.

—Allison Green —susurró al instante haciéndome temblar, pero decidí ignorar sus efectos en mí y volví a insistir moviendo la mano. ¿No entendía cordialidad? ¡No era deseado en mi lugar de trabajo! Me estaba poniendo un poco histérica—. Te ves increíble en esa ropa formal. ¿Sabes lo rápido que puedo subirte la falda y tirarte sobre la mesa?

Su mano tocó mi cadera y la subió con lentitud haciendo que la tela de mi falda se subiera levemente. Le di un empujón al sentirlo y ya perdí por completo la paciencia. ¿Quíen se creía que era? ¡No iba a dejar que me acosara de ese modo en mi lugar de trabajo! Me incliné para tomar uno de mis zapatos y lo amenacé con el tacón.

—Esto tiene que terminar. Voy a llamar a la policía —solté tratando de sonar seria aunque en ese momento parecía más sacada de una novela romántica que amenazante. De hecho, Nick se rio y miró mi zapato costoso en mis manos aunque él no sabía lo que podía hacer con esa arma. Yo tampoco.

—¿Con tu zapato? —se burló al instante y moví el calzado hacia él aunque ni siquiera se movió, porque los dos sabíamos que no iba a pasar nada—. Vamos, no seas tonta. Sabes que estaba bromeando.

Suspiré tratando de calmarme un poco porque estaba actuando como una loca al no poder manejar la situación y al parecer a él le divertía eso. Me regaló una sonrisa divertida, de esas que él tenía para todas las personas y se acomodé un poco el traje. Eso me recordó a que no entendía porque estaba vestido de ese modo.

—¿Por qué el traje? ¿Eres economista de día y de noche stripper? —quise saber porque no me había dicho si trabajaba de otra cosa además de bailarín en un club de hombros.

—¿Qué tendría de malo si así fuera? —cuestionó y yo me encogí de hombros sin saber realmente que podía tener de malo—. La gente seguramente invertiría conmigo si supieran que puedo hacer.

—Tienes mucha confianza en ti mismo y yo no puedo recordar nada de nuestra noche.

Fue un golpe bajo y él se rio de mis palabras, pero no pareció dolerle en lo más mínimo. Se encogió de hombros y se apoyó en la mesa, con las manos en los bolsillos haciéndolo exageradamente sexy. Suspiré una vez más, mi mente se iba por cualquier lado y la idea de recostarme sobre la mesa con él no era mala. Tenía que dejar de fantasear un poco y dedicarme a la realidad.

—¿Me vas a decir qué haces aquí?

—Sí, lo siento, me distraes fácil. Me parece realmente una locura aceptar tu dinero y no hacer nada. Así que he venido con mi traje para que veas me bien me veo elegante y que buena cita sería. ¿Ya lo has pensado mejor? —quiso saber levantando una de sus cejas mirándome de arriba abajo y haciéndome temblar, como también elevando el calor de algunas partes de mi cuerpo que llevaban mucho tiempo congeladas en verano.

—Lo he pensado... claro que lo he hecho. ¿No hay reembolso?

—Ya deposité el cheque.

Rápido e inteligente, no era ningún tonto y aun así no podía dejar de sentir que eso era una locura y que estaba cometiendo un gran error. Era una arma de doble filo. ¿Y si una semana con ese hombre terminaba mal? ¿Y si terminábamos teniendo más que una relación por negocios? A pesar de todos mis pensamientos no dejaba de pensar en la mirada que podía tener Thomas. Mis padres finalmente creerían que había logrado avanzar, mi hermana tendría más envidia y podría recuperar a mi novio de toda la vida. No era una mala, solo tenía que recordar no sentir nada por ese hombre que me hacía acalorar.

—¿Tienes ocupada la semana que viene?



Nota de autora:

Releí este capítulo para corregir algunas cosas y como me reí xD me había olvidado que loquilla era ally y que divertido nick. ¿qué les parecen los personajes? ¿ustedes harían algo como ally? yo... sinceramente sí xd. los leo!

Quiero robarme al novio [Terminada]Where stories live. Discover now