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El brillo de sus ojos

09 de octubre de 2026

Los días habían pasado más lento para Mara de lo que estaba acostumbrada. Luego de su encuentro con Rafael Montenegro, sus ánimos estaban por los suelos. Realmente le incomodaba toda la situación. Fue sincera y transparente con el hombre. Ella no los quería en su vida. Pero sentía su mirada cuando salía de su oficina y pasaba por fuera de las salas de los hospitalizados.

Había evitado olímpicamente pasar a ver a cualquiera. Debía tomarlo lo más fríamente posible. Eran personas, sí, pero para su estudio eran solo números. El caso 006 no debía ser más que eso. Un caso de estudio.

-Par de diablos- dijo levantando a sus hermanos que dormían en una de las habitaciones desocupadas de su casa- es hora de que se vayan a Hogwarts- movió un poco al que creyó era Scorpius, y luego al que creyó que era Serpens.

Los gemelos habían pasado la noche allí, para hacerle compañía. Había descubierto el plan de su padre, ella sabía que Sarah no había pasado por allí porque quisiera, sino porque sus padres estaban preocupados por ella. También sabia que los gemelos estaban preocupados por ella, y habían ido a su casa a pasar la noche entre palomitas, chocolate y películas. Todo cortesía de McGonagall, que les tenia un aprecio enorme, y ella aun no lo entendía del todo.

Serpens y Scorpius podían llegar a ser un dolor de cabeza para la directora, sobretodo cuando estaban en plan hermanos mayores vengativos, claro, ahora sin Mira en el colegio, al parecer se estaban portando mejor, y la directora les había dejado salir la noche anterior, con la condición de que estuvieran en su oficina a las 9:30, para ir a sus primeras clases.

-cinco minutos más- murmuró al que había denominado Scorpius, y realmente era Serpens. Claramente los años en ambos no hicieron que fueran reconocibles sin que tuvieran los ojos abiertos. Aunque sus papás los diferenciaban bastante bien, aunque estuvieran durmiendo.

-Vamos Serpens, se les hará tarde, y tengo el desayuno listo- Scorpius se desperezó mientras terminaba de mover a su hermano para que despertara.

-Mueve tu trasero- dijo toscamente el rubio de ojojs grises, y de un tirón quitó las tapas sobre su hermano, Serpens le lanzó una almohada que dio de lleno en la espalda del rubio de ojos grises- es la guerra- Scorpius tomó otro almohadón y le dio en la cara.

Mara no supo cómo, pero sus hermanos la involucraron, y terminaron riendo sobre la cama, mientras se daban almohadazos unos a otros. Hasta que una de las almohadas se rompió, Seprens había usado más fuerza de la necesaria cuando le dio a Scorpius en el estómago.

- ¡oh! - dijo el rubio de ojos mieles viéndola con una sonrisa de disculpas- te compraré otras- Mara se cruzó de brazos, mirándolos a ambos con una ceja alzada.

-Te compraremos otras, lo prometo- dijo rápidamente Scorpius mientras desesperado agarraba las plumas sobre el suelo.

-Par de bobos- dijo Mara rodando los ojos- vayan a ducharse, arreglaré esto.

- ¡Eres un encanto! - dijeron ambos, y cada uno le dio un beso en las mejillas. Mara rio, mientras se los despegó de los costados.

- ¡Maduren!

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Finalmente, los tres desaparecieron por la chimenea, Scorpius y Serpens debían ir a Hogwarts, pero pasarían a saludar  a su padre y Mara debía irse a su laboratorio. Habían llegado a la clínica, de allí los gemelos se irían al colegio, a terminar su último año, pero no sin antes ir a dejar a su hermana hasta la puerta de la oficina.

-Ustedes- dijo llamándolos antes de que desaparecieran- agradezco lo que han hecho, pero no los quiero ver en mi casa esta noche, deben comenzar a preparar sus EXTASIS, no quiero que reprueben nada, sino, tío Theo no  te dejará siquiera pisar la oficina- dijo viendo al chico de ojos grises- y ni de sueños llegarás a ser Inefable- dijo viendo a su hermano de ojos mieles. Ambos rodaron los ojos en su dirección.