Minutes with you. «Camren»

Capitulo 10.

-Te he extrañado mucho, Lauren. ¿Lo sabes, verdad?. -la abracé por el cuello nuevamente.- He estado como una estúpida todos estos días en lo que no te he visto.

Lauren: También te he extrañado mucho, Camz. -besó mi cabeza.- ¿Como una estúpida?. -frunció el ceño.- Nunca serás una estúpida, tal vez una desesperada o..

La golpeé en el hombro, haciéndola reír un poco, con su típico eco.
La miré fijamente a los ojos y era increíble todo lo que podía ver en sus ojos.
Palabras al azar se me venían a la mente.

Dolor. Tristeza. Futuro. Angustia.
Amor.

Amor.

Lauren: Te asustaste. -dijo segura de sus palabras.- ¿De qué?.

-Na.. na... nada. De nada.

Besé su mejilla y apoyé mi cabeza en su hombro, comenzando a acariciar su cuello.
Se sentía tan bien tenerla de esta manera, abrazada a mi, mientras el sonido de las olas se escuchaba.
De pronto una pregunta llegó a mi cabeza.

-¿Cómo sabías que estaba aquí?.

Lauren: No lo sabía. -dijo observando hacia otro lado, sin querer mirarme.- Solo vine, y aquí estabas. Que sorpresa, ¿No?.

-Sí...

Respondí dudosa.
Cuando le iba hacer otra pregunta ella me besó con rapidez y se levantó con cuidado para que yo no cayera.

Lauren: ¿Quieres un helado?, ¿Un café?, no lo sé.

Asentí y entrelacé nuestras manos, para caminar hacia la cafetería que estaba cruzando la calle.

Lauren había intentado evitar que las personas la miraran, gracias a la gorra de su chaqueta lo había logrado un poco.

Entramos a la cafetería y ella pidió dos café con dos de azúcar y algo de crema.

Tuve unos cuantos celos cuando Lauren solo se enfocó en ver a una chica que estaba sentada en una de las mesas. La chica era preciosa, y eso me molestaba aún más.

Recibimos los café y salimos del lugar tomadas de la mano, yo casi arrastrándola.

Lauren: ¿Estás bien?.

-Sí. -le besé la mejilla y bebí un poco de mi café.- ¿Por qué?.

Lauren: Porque no has dicho nada.

-No es nada. -sonreí.- ¿Me acompañas a casa, por favor?.

Lauren: Por supuesto, ya es algo tarde.

Caminamos en linea recta hasta que vi un callejón, este servía como atajo hacia mi casa.
Utilizando ese callejón, podría ahorrar toda una calle y llegar antes a casa. No es que quisiera llegar antes para despedirme de Lauren ni nada, pero por alguna razón quería apresurarme. No sabía el por qué, pero sentía la necesidad de ir por allí.

-Vamos por ahí.

Apunté el callejón y caminé dentro de él, pero fui detenida por Lauren, quien sujetó con fuerza mi mano.
Fruncí el ceño y la miré esperando alguna respuesta.

Lauren: Por ahí no.

-¿Qué?, ¿Por qué no?.

Lauren: Por ahí no. -dijo comenzando a actuar asustada.- Por favor, Camila. Por ahí no.

-Pero Lauren. -alcé la voz.- Es solo un atajo, no tiene nada de malo. Está bien.

Lauren: ¡No está bien!.

Ella gritó.
Guardé silencio unos segundos y volteé para caminar por el callejón, pero nuevamente fui detenida.
Me volteé otra vez y la miré. Sus ojos estaban aguados y llenos de temor.

Lauren: Por favor... -me rogó.- por ahí no.

Miró hacia el suelo mientras sus labios comenzaban a temblar.
Recordé el día cuando no quiso que fuera con Dinah y Marielle.

-De acuerdo.

Asentí, tomando su mano y siguiendo nuestro camino anterior. Volteé y vi a la chica que Lauren había estado viendo, ella caminaba tras de nosotras, pero ella si que se metió al callejón, perdiéndose dentro de él.

El silencio estuvo presente solo por unos minutos, luego escuchamos un tipo de disparo, el que nos asustó bastante.

Lauren: Todo está bien.

Me abrazó de costado y continuamos el camino hasta mi casa, llegando en unos minutos.
Mi corazón latía con rapidez aún con el sonido del disparo en mi oído, estaba asustada, pero sabía que si no fuera por Lauren no estaría de esta manera, estaría casi histérica.

Lauren: Buenas noches. -besó mi frente.- ¿Nos vemos mañana?.

Asentí y le sonreí antes de besarla lentamente para hacerlo durar y que su sabor se quedara en mis labios.

-Buenas noches. -la besé cortamente.- Te veo mañana en tu banca, ¿sí?.

Ella asintió y me sonrió, pero se veía angustiada.
Sin decir más ella se dio media vuelta y se fue, perdiéndose en la oscuridad de la noche.