Dos Almas Encontradas

6. Primera clase

Capítulo 6.

Abigail.

— ¡DESPIERTA, DORMILONA, QUÉ LLEGAMOS TARDE!

— ¿Qué, a dónde? Pero si es domingo...— Me despierto tan desorientada. Y encima lo peor de todo, es que tengo un dolor de cabeza inmenso, parece que me va a estallar. A la primera persona que veo al despertarme es a Lu y encima está gritándome. Que ánimos de buena mañana, esta chica... No entiendo de donde saca la energía.

— ¿Cómo que a dónde? ¿Cómo que domingo? Hoy es lunes, no me digas que se te ha olvidado, normal... Con la resaca que llevarás encima... Si es que es para matarte ¡DIOS! — Me lo dice con un tono enfadado en su voz.

Al escuchar que hoy es lunes salto corriendo de la cama hacia mi ropa, madre mía hoy es el primer día de clases en la universidad y encima llegando tarde, causando buena impresión. Claro que sí... Es más, esta no es mi casa, es la casa de Lu ¿Qué hago aquí?

— ¡Chicas, daros prisa que nos vamos ya, llegamos  2 horas tarde, ahora tendremos que entrar a la tercera clase que nos toque!

— ADAM NO NOS PRESIONES.

¿Adam, también se ha quedado a dormir en casa de Lu? ¿Qué pasó a noche? ¿Mi madre sabe algo? Uff cuántas preguntas por responder, sálvame quien pueda.

Con el coche de Lu y ella de conductora, vamos hasta la universidad... Somos nuevos, llegamos tarde, no sabemos dónde están nuestras clases, no conocemos el sitio, no sabemos con quién nos ha tocado... Millones de cosas que pasan por mi mente en este preciso momento. A saber cómo nos va hoy... Ya nos apañaremos.

Lo único que tengo claro es que este año me voy a centrar muchísimo para sacar adelante mis estudios, no quiero tener ninguna distracción. Quiero ser abogada cómo mi madre y seguiré sus pasos hasta llegar a serlo. No me rendiré tan fácilmente, mis metas serán la motivación que necesitaré para nunca rendirme. Y con esto pienso en que no hay que conformarse nunca con lo que necesitas, hay que luchar siempre por lo que nos merecemos.

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Al entrar en el instituto hay un cartel gigante en la entrada, dónde pone todos los nombres de las personas y el número de sus respectivas aulas. A Adam y a Lu les ha tocado juntos, ya que da la casualidad de que los dos quieren estudiar psicología.

— Abby, tú te lo has buscado, si hubieras elegido psicología... Seguramente te hubieran puesto en nuestra misma aula.

— Ya, pero no habría hecho algo que me gustase realmente. Quiero cumplir mis sueños y uno de ellos es ser abogada cómo mi madre.

—Exacto, si puedes soñarlo puedes lograrlo, a sí se habla tonta.— Nos chocamos las manos cómo muestra de afecto.

— Por cierto Abby ¿Te acompañamos a tu clase?

— No hace falta, me puedo apañar sola.

— Bueno vale, nos vemos luego, procura no distraerte por chicos ni abdominales y céntrate en las clases eh cochina. Que te conocemos. ¿A qué sí, Adam?

— ESO, fea. — Los dos se empiezan a reír alocadamente.

— Jajaja ¿Cómo os puedo odiar, pero a la misma vez quereros tanto? — Nos damos un abrazo entre los tres y nos despedimos.

Nuevo objetivo: Encontrar mi aula... Tarea difícil.

Yo pérdida, llego tarde y encima los pasillos vacíos... Normal si todos están dando clase. Que boba soy.

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Abro una puerta al azar y... Los baños ¿En serio? Primera puerta que abro intentando encontrar mi clase y lo primero que encuentro son los aseos. ¡BINGO! Cada vez tengo más suerte.