iii. xi

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To the boys who deserves to be loved.
pt. ii

Durante el tercer año de Victoria un rumor se esparció por los pasillos del colegio, uno en el que aseguraban que ella estaba saliendo con alguien por lástima porque ella era incapaz de sentir amor, alegando que fue concebida bajo una poción de am...

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Durante el tercer año de Victoria un rumor se esparció por los pasillos del colegio, uno en el que aseguraban que ella estaba saliendo con alguien por lástima porque ella era incapaz de sentir amor, alegando que fue concebida bajo una poción de amor, esto última cortesía del comentario que Blaise Zabini hizo al encontrar lógico la actitud fría que tenía su compañera de casa.

Por un momento el tema de Sirius Black pasó a segundo plano cuando todos especularon sobre cada actitud que Victoria tenía, se la puso bajo el ojo de sus compañeros porque encontraron que creer en un rumor era mucho más sencillo que conocer la verdad, pero nadie se atrevía a acercarse o mirar en su dirección y aún que ella dijera que no le importaba lo que ellos murmuraban mientras caminaba sin mostrar importancia, en el fondo sentía cierta presión en su pecho.

Myrtle la llorona consiguió ver algo que otros no pero antes juraría que jamás escuchó a Victoria llorar en uno de los cubículos del baño, el fantasma era molesto pero se compadeció al ver sus ojos y nariz roja, un secreto que quedó entre ambas y que el fantasma accedió a guardar con la condición de que Victoria visitara el lugar de vez en cuando, Myrtle creyó que no lo haría pero al siguiente día la vio sentarse en el suelo junto a ella, Victoria tenía sentimientos, pero ella no quería que los vieran, no quería mostrarse débil.

Jamás hubo disculpas, nadie nunca se disculpó por difundir aquellas cosas que solo desencadenaron más mentiras, nadie aparte de Camille James se atrevió a preguntar cómo se sentía, incluso si la respuesta no era una que esperaba ella se paró junto a Victoria.

Sin embargo, hubo alguien que también se paró junto a Victoria, cierto rubio platinado en todo el tiempo que el rumor estuvo presente nunca lo usó en contra de ella, un comentario como esos jamás salió de entre sus labios y tan solo Crabbe y Goyle vieron lo molesto que estuvo con Blaise, el morocho quiso desviar la atención, pero no pudo hacer mucho para calmar la molestia que Malfoy sintió ante lo estúpido de su acusación.

En una tarde en la que Victoria se encontraba sentada en su sala común Malfoy se acercó hacia ella, quien esperaba la burla sobre todo lo que estaba ocurriendo, pero en su lugar la palabra princesita salió de su boca seguido del comentario acerca de cómo se equivocó en una poción y lo tonta que era, de la boca de él jamás salió un comentario con todo lo que decían de ella, ni siquiera hizo una insinuación y él pudo jurar que vio el fantasma de una sonrisa en su rostro luego de que dejara de lado cierta sorpresa, para luego ser respondido con algo que solo ella sería capaz de decirle, ella no sonrió directamente pero él lo hizo de camino a su habitación.

Victoria se aferró a sus piernas ante el recuerdo que llegó a ella, recargó su cabeza en sus rodillas y miró a través de la ventana el cielo, las tonalidades al atardecer aquel día fueron un contraste con lo que estaba pasando.

La vidente estaba siendo torturada a manos de Garrett Thompson, recordándole a Victoria el propósito de estar ahí y como poco a poco el tiempo se le agotaba, en cualquier momento tendría que dejar ese lugar y enfrentarse a la ignorancia de lo que iba a suceder después.

— ¿Qué haces ahí? —escuchó decir a su costado, su mirada se desvío del cielo para ubicarlo en la persona que había robado un espacio en sus pensamientos.

— En qué fue lo que hiciste para que Granger te golpeara. —respondió y Draco puso los ojos en blanco ante el recuerdo, porque eso significaba que en cualquier momento estaría la mención de su encuentro con quién se hacía pasar por ojo loco y como tuvo que ser convertido en un animal.

— Ni siquiera sé cómo lo supiste.

— Estaba por ahí, llegué en el momento que su mano golpeaba tu horrible cara.

— Habría sido una oportunidad para que todos supieran cómo me atacó.

— Jamás hiciste mención sobre lo que dijeron de mí, lo encontré justo. —comentó— Creí que era mejor que se quedara en un secreto a que todos tuvieran que saber cómo Hermione te golpeó.

— Habría sido mejor que no lo mencionaras en general.

— Me exiges mucho. —se burló para luego quedar en silencio, simplemente sintiendo la presencia del otro, lo que pata Victoria fue como sentirse asfixiada y por primera vez no era en todo el mal sentido de la palabra.

Se sentía con una presión en su garganta al darse cuenta que tendría que irse y sería incapaz de convencer a Draco de que aceptara ir con ella, ya no era el orgullo o molestia que presentó en su quinto año, ahora era miedo, los dos tenían miedo. Victoria se levantó del suelo y se puso frente a Malfoy, las manos de ella tocaron su rostro con suavidad notando cosas a las que no le había prestado atención antes.

Su cabeza no tenía nada con lo que comparar, su cabeza no tenía un recuerdo de un Draco que no fuera el burlón, egoísta e imbécil que todos conocían, sus ojos ahora solo podían observar al Draco cansado de todo, al que los ojos ya no le brillaban y solo decoraban unas ojeras debajo de ellos, los dedos de Victoria entonces se pasearon por cada uno de esos lugares, por cada expresión que el actual Draco Malfoy tenía mientras su cerebro parecía recordar al de hace unos años, uno que se encontraba perdido.

Cuando la mano de ella se posó en una de sus mejillas Draco la tomó, un contraste entre las manos frías que él poseía en ese momento y lo cálidas que estaban las manos de Victoria, recordándole por un momento que ella aún no estaba consumida por la completa oscuridad, que todavía tenía una oportunidad para que ella pudiera salir y alcanzar una luz que él no se merecía.

Si Victoria hubiese tenido abiertos los ojos podría haber visto la mirada de Draco y como expresaba la necesidad de aferrarse a esa mano por más tiempo, con una suavidad que ella no creía que podría sentir percibió las suaves caricias que el pulgar de él brindó, un escalofrío recorrió su cuerpo que provocó que abriera los ojos y pudiera ver sus manos de la misma manera que él lo hizo hace unos pocos segundos antes de que la frente de él se topara con la suya, los ojos de ella se desviaron de sus manos hacia el rostro de Draco a quien por primera vez pudo verlo con una expresión serena.

Quería guardar ese momento, conservarlo un poco más, tenerlo cerca por unos segundo más, porque una vez que él soltara su mano no sabía cuándo podría tenerlo así otra vez y algo en él también le decía lo mismo.

No era el momento, ambos lo sabían, Victoria sintió aquel ardor en sus ojos y los cerró para evitar que el otro viera lo que ella tanto se encargó de proteger; su vulnerabilidad, luego una realidad la atormentó, ninguno sabía que iba a ocurrir mañana, ni siquiera podía asegurar las siguientes horas.

Victoria Pieterse era egoísta, fría, calculadora, narcisista y un montón de adjetivos que le otorgaron, pero podía sentir, porque era un ser humano como todos aquellos que creyeron en ese rumor y ahí lo estaba mostrando cuando decidió que la mejor manera de expresar lo que sentía era besando a quien tenía frente a ella.

Ninguno salió corriendo o insultó a la nada cuando estuvieron solos, pero siguieron aferrándose a no querer decir nada, porque cuando Victoria abrió la boca para decir algo fue él quien la interrumpió.

— No lo digas. —susurró mientras lentamente dejaba ir su mano sintiendo lo vacías que quedaban las suyas al no tenerlas— No lo hagas... —Victoria golpeó su pecho como ya lo había hecho una vez, lo siguiente más fue diferente, sus golpes perdieron fuerza hasta que solo eran un toque que luego se aferraron a la prenda que estaba usando y brindaba una suave sacudida.

— Si te pido que te vayas conmigo... —susurró luego de toser en un intento por ocultar el temblor en su voz— ¿Seguirías quedándote? —el silencio le respondió, el puño en la ropa de Draco se cerró más y él lo sintió— Sería más fácil odiarte.

— Lo sé.

Ending Scene ➳ Draco MalfoyWhere stories live. Discover now