—¿Qué más sucedió?

—Como dije, salí y te encontré borracha en la puerta del club. Ya era tarde y al parecer el de seguridad no sabía qué hacer contigo. Te pregunté qué sucedía y me dijiste que no tenías más dinero para un taxi. Te ofrecí, pero te negaste de nuevo con lo del machismo, así que ofrecí llevarte a tu casa —explicó mientras se recostaba en la cama, apoyando los codos para seguir mirándome. Obviamente mantuve la mirada, pero era difícil cuando estaba desnudo y a mí me ardía la piel—. Aceptaste eventualmente y caminamos, no quedaba lejos.

—¿Y por qué te quedaste? ¿Por qué acompañaste a una extraña hasta su casa? 

—Vamos, Allison, los dos sabemos que la pasamos bien —susurró de un modo que me hizo temblar de solo escucharlo. No dudaba que tenía esa manera de conquistar entrenada y que seguramente su manera de ser no era real. Pero no podía evitar sentirme un poco tonta a su alrededor, seducida de un modo que no podía comprender. Él apoyó su mano en mi brazo y me asusté, pero hizo un movimiento rápido para atraerme hacia él. Caí sobre su pecho, aunque una de mis manos detuvo el choque—. Si quieres lo podemos repetir, esta vez no voy a cobrarte tanto.

Su mano me soltó y me corrió el cabello, guardándolo en mi oreja, para acercarse a besar mi cuello. Fue como si supiera donde tocar, porque no pude evitar sentirme atraída a él. Me gustaban sus ojos entre marrones y verdes, con una expresión divertida y segura de sí mismo. No todo el tiempo encontrabas un hombre que te miraba de ese modo, que sabía que efecto causaba en las mujeres. Su boca dejó mi cuello y subió por mi barbilla de un modo que me hacía suspirar. De hecho, lo hice y comprendí que estaba perdiendo los cabales por completo.

Me alejé entre avergonzada e indignada, pero sobre todo acalorada y traté de juntar mi dignidad para entender que iba a hacer. Él ni se movió, me regaló esa sonrisa de sabelotodo, comprendiendo que efectos tenía en mí.

—Bien, mira, te agradezco el gesto de ayer... pero creo que será mejor que te vayas —le dije segura de mis palabras, porque no creía que una relación con un stripper fuera lo mejor que podía hacer en ese momento. Seguía siendo alguien que se meneaba todas las noches con canciones de moda. No tenía sentido una relación, ni mucho menos algo serio—. No quiero tener una relación con nadie...

—¿Quién dijo que yo quería tener una relación? —respondió poniéndose de pie finalmente y buscando su ropa. Gracias a Dios, suspiré y traté de pensar en dónde había dejado las llaves para finalmente echarlo—. Pero creo que es una pena que no uses tu dinero como corresponde. Es decir, ayer el sexo casi que fue gratis... y tú lo sabes. Me pagaste para que sea tu flamante novio y le de celos a tu ex porque quieres recuperarlo.

Abrí los ojos al escuchar esas palabras porque era cierto, pero eso solamente lo pensaba y jamás lo decía. En ningún momento lo soltaba en voz alta y sobre todo con un extraño. Pero ahí estaba ese ser humano con esa información privada como si nada. Se estaba poniendo la camiseta cuando me giré a mirarlo y verlo vestido me hizo comprender que además era guapísimo. Una cosa era el cuerpo, otra todo el combo. Nick, como se hacía llamar, era uno de esos hombres imposibles de conquistar y por un momento entendí a la Allison borracha de la noche anterior.

No era mala idea. No era para nada mala idea.

—Ha sido un gusto, Allison. Tienes mi número por si quieres llamarme y coordinar el tema de la boda —me explicó finalmente vestido y lo vi moverse por mi departamento buscando sus cosas. Estaba tan bocabierta que no sabía qué decirle en ese momento—. Piénsalo, tengo ganas de ir a una fiesta y sinceramente... el sexo ha sido bueno. Sobre todo la parte donde comenzaste a llorar luego del orgasmo.

Cerré los ojos y quise llorar de vuelta, solo una persona que había estado conmigo sexualmente sabía que me pasaba eso. Bueno, al menos podíamos confirmar eso de esa noche. Dio un paso hacia mí y me di cuenta que estaba buscando un beso de despedida. Retrocedí y lo vi reírse, divertido por lo mucho que a mí me horrorizaba su acto. Finalmente se marchó y me quedé sola en la habitación sintiéndome sucia y poco digna. Mi teléfono sonó y miré la pantalla, notando que era un número desconocido.

Me encontré con fotografías mías junto al stripper, en muchas de esas yo estaba tonteando y divirtiéndome con él y en algunas hacía cosas que no podía ni reproducir. ¿Me estaba chantajeando?

"Te sacaste estas fotografías con mi teléfono. Las eliminaré, pero tal vez querías recordar que buen partido que soy. Llámame si cambias de opinión, tengo el fin de semana libre".

De repente empezaba a creer que no era una mala idea.


Nota de autora:

Hoy es martes de un nuevo capítulo! Recuerden que subo los martes & jueves. ¿qué les pareció? ¿que opinan de nick? ¿creen que sea una buena idea lo que ha hecho allison? ¿lo harían?

Quiero robarme al novio [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora