→ 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 ; 0 0 2

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¿QUÉ TE PASÓ?

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Yashiro Nene estaba preocupada y con justa razón; su mejor amigo Kou no se había presentado a clases en toda esa semana, era muy raro viniendo de alguien tan aplicado como él, ni siquiera sus amigos sabían porque no había ido a clases durante todo...

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Yashiro Nene estaba preocupada y con justa razón; su mejor amigo Kou no se había presentado a clases en toda esa semana, era muy raro viniendo de alguien tan aplicado como él, ni siquiera sus amigos sabían porque no había ido a clases durante todo ese periodo de tiempo.

La peli-plata estaba en duda de si llamar a su casa o no, ya que lo que menos deseaba era ser una molesta, pero en ese momento ya no le importaba ese pensamiento.

Decidió que si no veía al Minamoto ese lunes en la mañana ella misma iría hasta su casa y preguntaría por él, así que con mucho ánimo y determinación se alistó para llegar temprano a clases –como lo poco usual que eso pasaba, los que llegaban antes se extrañaron un poco–, y esperó en el lugar de cambio de zapatos el encontrar, aunque sea, la cabellera rubia del hermano mayor Teru quien también estuvo faltando a clases esa semana.

Los alumnos iban y venían, pero ninguno era la persona que la oji-rubí buscaba, al final, cuando solo faltaban diez minutos para que ella entrara a sus clases. Ya había perdido las esperanzas y cuando estuvo por dejar el lugar vió asomarse desde la puerta una cabeza llena de dorados cabellos tan particulares que no dudó en avanzar hasta allá, alegrandose pero también espantandose al ver a un demacrado oji-azul pálido y sin fuerzas para nada, con unas bolsas notables debajo de sus grandes orbes azules.

— ¿¡Kou-kun?! — exclamó de la sorpresa mientras se acercaba a su menor, esta vez más preocupada.

— Aaah, hola senpai, ha pasado mucho.  —Contestó apenas, su voz sonaba cansada y arrastrada, como si hiciera un gran esfuerzo para hablar.

— Pero, ¿qué te pasó? — le fue inevitable no preguntar eso, su apariencia daba a entender de que tampoco pudo hacer mucho de lo agotado que se veía; su camisa desarreglada y con arrugas, su corbata mal atada y ni hablar de su cabello, que aunque no lo peinaba mucho se veía opaco.

— ¿Que qué me pasó? Nada, no sucedió nada, estoy bien, ¿por qué no habría de estarlo? — Minamoto forzó una sonrisa que al poco rato pareció ser una mueca. Aun así siguió intentando mantenerla.— En serio senpai, solo no tuve un buen sueño, nada más. 

La torpeza en sus movimientos se hizo más evidente cuando trató de colocarse los zapatos del colegio, perdiendo su equilibrio y cayendo al suelo, la chica trató de ayudarlo a pararse apoyándolo en su hombro.

— No estás bien, vamos necesitas ir a la enfermería y hacer reposo. — Con esfuerzo empezó a caminar hacia adentro de la escuela con el chico a su costado, debía apresurarse si no quería que él Minamoto se desmayara, afortunadamente solo debían caminar unos metros más para llegar ahí. 

— ¿¡Qué?!¡Espere!¡N-no es necesario! — El muchacho se alejó de Nene de forma apresurada quedando enfrente de ella. Al moverse de forma tan repentina sintió un gran mareo, así que se quedó quieto un rato, esperando. —No se preocupe senpai ¡Estoy bien! Solo no dormí bien anoche, le aseguro que descansaré cuando llegue a mi casa.

𝐂𝐔𝐈𝐃𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐀 » 𝒌𝒐𝒖𝒏𝒆𝒏𝒆Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora