𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐎

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La lluvia se habia largado hace unas horas esa tarde, los hijos menores de la familia Minamoto se encontraban en casa en ese momento, Kou estaba en la cocina preparando la cena para esa noche, la pequeña Tiara estaba en la sala, jugando con su mascota mokke Fairy a las escondidas mientras estaban vestidos de princesa y mounstruo.

Desde su lugar el rubio la observaba de vez en cuando, asegurándose de que no hagan nada peligroso mientras juegan como por ejemplo subirse a la mesa y saltar.

Un relámpago hizo estruendo en toda la ciudad y asustó a la niña de ojos azules quien se quedó quieta en su lugar sin saber que hacer, corrió con el conejo rosado en manos, ambos asustados hacia la cocina en donde su hermano los recibió en sus brazos.

—¡Ese relámpago sonó muy feo!—Exclamó la pequeña aferrandose al abrazo de su mayor con fuerza teniendo a Fairy en sus brazos también.

— lo sé princesa. Parece que hoy lloverá toda la noche.—Contestó con voz calma pero mirando a la ventana con preocupación.

Su hermano mayor todavía no volvió de la Academia y eso lo tenía un poco inquieto, le dijo que se quedaría a ver unos papeles del consejo que le llegaron de repente y que se adelante para recoger a Tiara del jardín de niños, poco después no supo más de él.

—Kou-nii,—Llamó despacio y le preguntó que pasaba.—¿Cuando volverá Teru-nii? Me prometió que cuando volviera me leería un cuento.

—No lo sé Tiara, se quedó atendiendo unos asuntos importantes.—Fue lo único que pudo contestarle a su ahora desanimada hermanita.—Pero no te preocupes, tu genial hermano Kou te leerá no uno sino dos cuentos.

—¿En serio?—. Los ojos de la pequeña se iluminaron por la ilusión al oirlo y la sonrisa que tenía se ensanchó más al ver como asentía con total seguridad.—¡Siii!

No era necesario preocupar a Tiara, eso lo sabia bien, asi que tuvo que ingeniárselas para que deje de pensar en eso un rato.

Esperaba que Teru esté bien.

○ ○ ○

Habian sido marcadas las diez de la noche cuando terminó su última tarea. Se sentía agotado, asi que, estirándose en su lugar soltó un largo quejido de unos segundos para luego recaer en la silla más relajado.

Hace unas horas acostó a la princesa en la cama después de cenar, primero ella se negó al irse ya que insistía en quedarse despierta para esperar a Teru, sin embargo Kou ideó un método con el cuál negoció: La pequeña de cabello dorado iría a la cama, pero esperaría ahí hasta que su hermano le avisara de que su mayor estaba en casa.

Con gusto aceptó y se preparó adecuadamente y aguardar al regreso de su niisan, el la arropó y contó los cuentos antes prometidos. Después de eso ella se sentó en medio de las sábanas para estar más atenta al sonido de la puerta, pero no pasó mucho para que terminara sediendo al paraíso de los reconfortantes sueños y cayó dormida.

Kou miró esto con ternura y le deseó un buen sueño antes de salir de la habitación y bajar a terminar sus deberes escolares.

Ahora nos situamos después de todo eso, el muchacho volvió a mirar el reloj que estaba al costado de su escritorio el cual marcaba que eran las 10:34, si que se le habia pasado la hora pero aún asi no planeaba ir a dormir, se quedaría a esperar a su hermano para calentarle la cena y despedirse tranquilo a la cama, ya que cuando el está en casa le da la sensación de que están a salvo.

El teléfono de la casa sonó, interrumpiendo sus planes de ir a la cocina por una manzana para comer, era raro que ese aparato sonara y se quedó quieto un momento analizando la situación. Recordó que pocas eran las personas que llamaban ahí y solo Teru era el que se encargaba de contestar asi que dudaba si debia hacerlo o no, al final lo contestó ya que no paraba de emitir su molesto sonido y temió que eso despierte a la princesa.

𝐂𝐔𝐈𝐃𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐀 » 𝒌𝒐𝒖𝒏𝒆𝒏𝒆Where stories live. Discover now