Capítulo 1 - Humano.

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-En realidad me sorprendiste.- exclamó el joven humano acercándose a la dama, la repulsión que sintió cuando esa especie estuvo cerca de ella fue tal que inmediatamente la oscuridad que dentro de ella alberga emergió. -¡aléjate!.- rompiendo las prendas que cubrían lo que quedaba de su piel vociferó. -humano...- en voz baja habló, tratando de llamarle al miedo, intimidando con su monstruoso poder, pero aunque las tinieblas acobijasen el pequeño lugar y en cierto punto destruyeran esa residencia, no pudo encontrar la desconfianza que todos poseen, lo único con lo que se topó fue una mirada confusa y curiosa.

-no deberías moverte.- con su dedo señaló a la que debía ser la élite de su raza, ella no evitó asombrarse mínimamente por la despreocupación que mostraba, alejado del temor que solía infundir en pueblos y villas. -este humano...- siguió susurrando para sí misma, la molestia se incrementaba, pero contrario suyo, aquel que parecía haberla acogido en su casa se preocupaba por algo ajeno a ella.

-no te preocupes, no te haré daño, solo te traje aquí porque parecías lastimada, de seguro te duele.- comentó, refiriéndose a las extremas quemaduras que sobre su piel se encontraba, una piel lastimada a ojos de ese hombre, pero que para ella no era más que el miasma del inframundo calcinado.

-no te preocupes humano...- burlonamente dijo, y con lentitud se acercó al cuerpo del mismo. -después de devorar tu alma me sentiré mucho mejor...- cuando el capullo de oscuridad se formó completamente; cubrió los alrededores apartando la cálida luz del verano, ahí en ese instante tocó la espalda baja del chico, haría verdaderas sus palabras porque ya habría devorado miles y miles de almas a lo largo de su existencia, una más no estaría mal quebrantando en el proceso aquella amabilidad que persiste en la raza más débil, pero para su mala suerte, su poder desapareció y solo se quedó ahí, manteniendo el tacto sobre ese molesto joven.

-¿sucede algo?.- preguntando se giró para encontrarse con los ojos onix, tan oscuros e imbuidos por aquel poder que de ella se desprende, la pudo ver estática y bastante sorprendida, con tantos años de vida, nunca había conocido a alguien que no le afectase el poder mágico demoníaco que se alberga en ella, era alguien bastante raro y ahora; la que tuvo miedo fue ella.

-¡¿qui-quién eres?!.- recordando el temor de aquel humano que la incineró retrocedió, las tinieblas que le rodearon se desvanecieron como la noche ante el alba, saber que es inmune al poder que el rey demonio le otorgó le llenó de temor absoluto y sus fuerzas cedieron, no comprendió cómo ahora existían esa clase de seres en los tres mil años que permaneció cautiva.

-mi nombre es gokú...- ofreció esa cálida sonrisa, fue tan extraño que se quedó estática, terminó de rodillas al instante sin poder separar la mirada de ese hombre que acercó sus manos a su destruido cuerpo. Moriría, moriría a manos de un simple humano que ahora la miraba desde arriba.

-pareces bastante débil, deberías descansar.- con esa despreocupación se inclinó hacía la que alguna vez pudo haber sido la más hermosa chica de las tropas demoníacas, ella cerró sus ojos con fuerza, pero cuando sintió esos brazos rodearla se sorprendió, pues la separó delicadamente del suelo.

-¿puedo saber tu nombre?.- esa pregunta se le fue dirigida, el joven humano la llevó de regreso a la cama y sobre las sábanas dejó a la chica que no era más que un homúnculo, no se parecía a nada de lo que fue y aún con eso nadie fue tan amable con ella sin necesidad de someterle, tal vez por eso mismo se sintió extraña y su voz se marchó.


-te debe doler mucho el cuerpo.- comentó el chico y se acercó a la canasta que dejó sobre la mesa anteriormente antes de que todo esto ocurriese, se había caído al suelo y tardó un poco en levantar todo, pero al final de ese lugar sacó una pequeña botella que a través de su cristal podía notarse un líquido violeta. -me dijeron que esto ayudaría a calmar el dolor.- ofreció una sonrisa, la chica solo pudo desviar su mirada ante la atención que se le era dada, no dijo nada parecía completamente sometida de alguna manera.

Amor Entre Mundos DistintosWhere stories live. Discover now