Día 1

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Temática: Hurt/Comfort

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Kaminari pateó una piedrecita que había frente a él, sin saber muy bien dónde concentrar su mirada. El nerviosismo que estaba experimentando en ese momento no se comparaba a nada que antes hubiera sentido. Sus ojos se trasladaban de un lado a otro, fijándose en cada persona que salía de la escuela. En más de una ocasión confundió los cabellos cortos de varias chicas con el de una persona que conocía muy bien y se sintió estúpido por ello.

Diablos, solo estaba esperando a Jirou afuera de la escuela. ¿Qué tan complicado era eso? No tenía por qué estar tan nervioso.

O bueno, eso se suponía, pero lo cierto es que era la primera vez en la que se iban juntos a casa después de... haberse confesado, y era inevitable sentir un poco de ansiedad. Quizá mucha.

Se mordió el labio inferior, sacudiendo su cabello de por sí ya desordenado. Se puso a contar ovejas en su mente solo para distraerse mientras esperaba.

—¡Kamibro! —Escuchó la repentina voz de Kirishima, quien estaba saliendo de la escuela junto con Sero y Bakugou—. ¿Qué pasa? ¿Por qué no te has ido?

Kaminari maldijo por lo bajo, preguntándose qué tan mal estaba su suerte como para justo encontrarse a las personas que menos deseaba ver en ese momento. Y es que aquellos tres chicos se habían puesto insufribles desde que se enteraron de su relación con Jirou. Por supuesto, toda la clase había reaccionado de forma sorpresiva, fue algo completamente inesperado.

Apretó la boca en una sonrisa y se rascó la mejilla, girándose hacia sus amigos.

—Oh, estoy... esperando a Jirou, hoy le tocaba hacer el informe de la clase con Midoriya.

Con solo esa frase, la expresión de Kirishima de inmediato cambió a una sonrisa más grande y brillante. A su lado, Sero lo veía con picardía y algo de burla, aunque él siempre se veía de esa manera.

—Cierto, cierto, nuestro Kaminari ya ha dejado el nido. Ahora tiene una novia y alardea por eso —comentó Sero, codeando a Kirishima, quien alzó los puños en el aire.

—¡Me alegro mucho por ti, bro! ¡Les deseo buena suerte en su cita!

Kaminari sintió cómo su rostro enrojecía de repente, y negó una y otra vez con la cabeza.

—¡N-no iremos a una cita...! ¡Solo iremos juntos a casa! —exclamó en un chillido que sonó más como al graznido de un pájaro. Rayos, detestaba ponerse nervioso por algo tan simple.

Kirishima continuó diciendo algo sobre que la primera cita siempre marcaba el futuro de la relación y Sero junto a él lo único que hacía era asentir, a pesar de que era claro que únicamente lo estaba tomando del pelo. Kaminari quería decirles de nuevo que no era una cita, que recién habían empezado a salir y que no quería apresurar las cosas, mas fue interrumpido por un comentario cantarín de Sero.

—Vaya, al parecer la llamamos con la mente. Ahí está tu novia, Kaminari.

Kaminari se sobresaltó y tragó saliva. Cuando giró el rostro a su costado y se encontró con la expresión confundida de Jirou, su corazón pegó un salto y todo su cuerpo sufrió un bochorno intenso. Era una reacción de colegiala, ¡pero no lo podía evitar! Verla siempre provocaba sensaciones extrañas dentro de él.

—Idiotas, es momento de irnos —farfulló Bakugou interviniendo por primera vez en la conversación, jalando del brazo a los otros dos. Por primera vez en la vida, Kaminari estuvo agradecido de la intervención oportuna de Bakugou.

Las melodías que nos rodean |KamiJirou Week 2021|Where stories live. Discover now