Se sienta al frente de nosotros‒ Elizabeth... ‒parecen problemas‒ tienes que ser fuerte con tu situación actual ‒a esa corta distancia pude ver sus ojos hinchados (¿estaría llorando? ¿Por qué?) – Es mejor afrontar esto de una vez antes de que te vayas.

‒ Irme ¿A dónde? –de respuesta solo obtuve un suspiro de su parte.

‒ Te lo diré a solas ‒mira a Javier el cual capta que tiene que salir de la habitación, con un gesto me deja con el comisario, y en la puerta sin palabras me hace señas de que estará cerca.

El mayor espera unos segundos hasta que está seguro de que el pelirrojo salió del cuarto‒ Elizabeth a pesar de que lo que estas apunto de oír no es fácil, prométeme que no te alteraras ‒me limite a asentir‒ tu tía fue asesinada –tal como un rayo me golpeara.

No grite ni me altere, lo único que me sorprende es la poca reacción que tuve, aunque eso no quite el hecho de que acabo de perder a otro ser querido.

Esto solo genero más preguntas (¿Qué tenía que ver esto con mi tía?) pero decidí quedarme callada, esperando que todas mis dudas fueran respondidas poco a poco.

‒ ¿Cómo sucedió? ‒mi vos era un susurro y mi expresión juraría que indiferente.

‒ El tipo que irrumpió en la fiesta, trabaja para un mafioso muy poderoso ‒esto solo genero más preguntas (¿Qué tiene que ver conmigo?) pero decidí quedarme callada, esperando que todas mis dudas fueran respondidas poco a poco‒ Ese hombre buscaba arremeter contra tu padre por venganza, por asuntos del pasado.

‒ ¿Qué pudo haberle hecho mi papá?

‒ Hay un pasado de tu padre que no conoces ‒al escucharlo me tense solo podía esperar a que terminara la frase, y me explicara la situación‒ es un pasado no muy lejano incluso después de que naciste tu padre antes de cantinero era policía ‒no fue tan sorpresivo ya que lo había descubierto por mi cuenta, pero sentía un alivio a que me lo confirmara‒ tenías que tener unos 3 años, cuando tu padre realizo su última misión.

‒ Fue cuando murió el padre de Javier ‒dije interrumpiéndolo, fue algo casi involuntario.

El comisario me mira anonadó, y cambia su semblante a la duda, debe estarse preguntando como lo sé.

‒ Javier me había contado la historia ‒le dije sin que me preguntara‒ y después me mostró una foto donde aparecían usted con mi padre ‒mi tono empezaba a hacer melancólico‒ dijo que esos dos policías lo habían ayudado.

‒ Ciertamente ‒musita‒ éramos nosotros, salvamos al joven Torrealba pero ya era tarde para su padre, ese día tu padre le disparo al jefe del atraco, pero no lo capturamos ‒relato con el rostro bajo‒ pensamos no volver a verlo hasta que...

‒ Hasta que... ¿qué? ‒no podía con la incertidumbre.

‒ Hasta que se presentó en la cantina, tu padre lo reconoció de inmediato ‒dijo, para juntar sus manos, entrelazando sus dedos y apoyándose con los codos en la mesa‒ fue el día antes de su muerte.

Fue el día que llegó de mal humor, seguramente le mintió a mi mamá para no preocuparla.

‒ Teníamos planeado llevarlos lejos, nuevas entidades, todo, pero él fue más rápido ‒suspiro pesadamente, y prosiguió‒ pensamos que al cambiarte de ciudad, se despistaría tu huella, pero nos equivocamos ‒levantó el rostro, mirándome fijamente‒ ahora nos encargaremos de verdaderamente desaparecerte.

Me había explica que me llevarían fuera del país, me cambiarían el nombre, y para que no se esfuerce en buscarme ejecutarían un plan. Del cual no me han dicho nada, pero que me mantendrá a salvo.

La Respuesta De La Venganza (Editando)Where stories live. Discover now